A 20 años de la medalla de oro, la Generación Dorada tuvo su emotiva noche de reencuentro
En el Parque Roca, los campeones olímpicos en Atenas 2004 fueron reconocidos por el público argentino.
La SELECCIÓN ARGENTINA de Básquet tuvo su emocionante noche de reencuentro a 20 años de la medalla de oro conquistada en Atenas 2004 en Parque Roca, frente al público que celebró cada punto y ovacionó a cada jugador.
La GENERACIÓN DORADA estuvo presente por completo: para el equipo blanco, que se impuso por 71-69, jugaron EMANUEL GINÓBILI, Pepe Sánchez, LUIS SCOLA, Andrés Nocioni, Hugo Sconochini y Gabriel Fernández. Para el conjunto azul, vieron acción Fabricio Oberto, Walter Herrmann, Alejandro Montecchia, Carlos Delfino, Rubén Wolkowyski y Leo Gutiérrez. Rubén Magnano, histórico seleccionador, también asistió.
En el medio del partido, hubo saludos de celebridades mundiales y nacionales. El caso más emblemático es el de Gregg Popovich, entrenador de Manu en San Antonio Spurs, quien grabó un emotivo mensaje y dijo: "Estoy muy contento por todos ustedes, lo que lograron no va a suceder nunca más en ningún lugar. Todavía estoy tratando de entender como se dio que todos ustedes coincidan. La rompieron, se lo merecían".
Ricardo Darín y Juan Martín del Potro fueron algunos de los invitados de honor, mientras que Guido y Patricio Sardelli, líderes de Airbag, interpretaron el himno nacional.
Uno de los momentos emotivos de la noche se dio cuando, durante el torneo de triples, los integrantes de la Generación Dorada invitaron a la cancha a Ricardo González, capitán de la Selección Argentina campeona del Mundo de 1950.
En la fiesta de los campeones también se animaron a jugar músicos, influencers y periodistas reconocidos, como es el caso de Martín Pérez Di Salvo (Coscu), Germán Beder, ex jefe de prensa de la Selección, Luquitas Rodríguez, Duki, Paulo Londra y Grego Rosello.
Durante el último cuarto, los hijos y los familiares de los jugadores formaron parte del homenaje y conquistaron el espectáculo con puntos y acciones destacadas.
Cuando finalizaron las acciones, tomó la palabra Ginóbili y marcó: "No se puede creer esto, cuando empezamos a preparar este evento dijimos '¿Quién va a venir a vernos? Somos 12 viejos lentos'. Llegamos y vimos esto, te toca el corazón, es realmente fuerte".
Magnano, entrenador en aquella gesta histórica, también le regaló su testimonio al público. "El vehículo es el equipo, ellos lo permitieron. Voy a tomar un momento en agradecer a los pilares que están detrás nuestro, que son nuestros padres, amigos, parejas, hijos. Muchísimas gracias, Básquetbol, por poder compartir este momento. Hasta siempre", se emocionó el cordobés.