Harlem Globetrotters, cuando el basquet es más que un deporte
Este fin de semana volverá a la Argentina uno de los shows preferidos por todos. Charlamos con Corey “Thunder” Law, uno de sus principales integrantes.
Dentro y fuera de la cancha, el espíritu es el mismo: Corey Law, Thunder para los fans, contesta con una sonrisa, es simpático y reconoce que cada vez que le toca venir a nuestro país disfruta de tres cosas: “hablar en español, degustar la comida y bailar mucho”. Se reconoce también como un gran admirador de Lionel Messi, al punto que cuando juega a la Playstation elige el histórico Barcelona del capitán de la Selección Argentina.
La historia de los Globetrotters y la Argentina se remonta a la década del 50´, las noches del Luna Park esperaban ansiosas a esos habilidosos y divertidos morenos que hacían del básquet algo más.
Su relación con el básquet comenzó cuando tenía 9 años. Thunder reconoce que “no era muy bueno" hasta que entre los 12 y 14 años se lo empezó a tomar más en serio. Tan así fue que en su carrera dentro de los Globetrotters cosechó 8 records guiness, entre ellos el de encestar el balón a 33,45 metros del aro y el del tiro de espaldas más lejano con 25,5 metros.
No todo es diversión, más allá del talento hay trabajo, esfuerzo y disciplina, sobre todo cuando están de gira “generalmente me despierto a las 8:00 de la mañana, lo primero que hago es meditar y escuchar un poco de música, me gusta mucho bailar y también sirve para ponerme en movimiento. Después desayunamos y esperamos el bus que nos transporta. Me gusta mucho bailar. Depende de en qué ciudad estamos, busco una buena cafetería para tomar café, me encanta”.
Argentina es un país que siempre los recibe con los brazos abiertos y al que Thunder le gusta disfrutar: “Me gusta mucho la cultura, especialmente la comida que es maravillosa. Cada vez que voy hago tres cosas: Hablar español -ensaya un claro ¿hola cómo estás?- , comer y bailar".
Más allá de que en sus inicios los Globertrotter eran respetados y lograron ganarle a los mejores equipos de la época, cuando la NBA se formó no fueron invitados a ser parte de ella, básicamente por el estilo de juego del equipo.
El padre de Corey Law era un gran fanatico de los Spurs y se sentaba junto a él para ver las hazañas de un tal Manu Ginobili: “Crecí y lo vi jugar en San Antonio y ahora está por ingresar al Salón de la Fama. Los argentinos tienen un gran baloncesto, disfruté mucho de verlos jugar en los Juegos Olímpicos”, en referencia a la generación dorada, campeona olímpica del año 2004.
Razón no le falta, después de 96 años de vida siguen divirtiendo y asombrando al mundo con una pelota, mucha destreza y originalidad, demostrando que los Globetrotters son mucho más que un deporte.
FOTO DE PORTADA: Ethan Miller / GETTY IMAGES NORTH AMERICA / Getty Images via AFP