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Guido Pella: "Quiero darme una última oportunidad"

El bahiense de 32 años, que no juega desde octubre, espera la llegada de su primera hija y apunta a un último regreso en el circuito.

Por Redacción EG ·

23 de junio de 2022

GUIDO PELLA está en un momento especial de su vida: alejado del circuito desde octubre, el bahiense cumplió 32 años y espera a su primera hija Ariana, junto con su mujer Stephanie Demner, quien tiene un embarazo de ocho meses y medio.

Con todo un recorrido en el espejo retrovisor, Pella llegó a ser número 20 del mundo en 2019, el mismo año en el que ganó su único título de nivel ATP en San Pablo. Actual 138º del ranking, ganó 119 partidos y perdió 138 a lo largo de una trayectoria en cuadros de ATP que ahora se encuentra en pausa. Su mayor logro es, sin dudas, la Copa Davis de 2016, el título más importante de la historia del tenis argentino a nivel colectivo, toda una hazaña después de cuatro finales mundiales perdidas. Hoy, alejado de las canchas desde octubre, arrastra dos lesiones: un Síndrome patelofemoral en la rodilla derecha y un neuroma de morton en el pie izquierdo.

"Llevo un par de meses con una preparación física lenta. La recuperación de la rodilla y el dolor del pie hicieron que me tomara el regreso con calma. Desde que dejé de jugar, en octubre del año pasado, hasta marzo de este año me costó mucho entrenar. Fueron meses complicados. En abril empecé a jugar un poco, hice físico y ahora ya volví a hacer la rutina de físico y tenis. Con pie de plomo, porque no me sobra nada en cuanto a ganas, pero intento darme una oportunidad", reflexionó Pella, en diálogo con BATennis.

Y agregó: "Esta es una etapa de mi vida que nunca experimenté. Desde que me enteré que voy a ser papá el tenis ya pasó a un segundo plano y no admite la misma presión ni la misma exigencia. Me enfoco en el camino a la vuelta y sé que va a ser muy duro. Cuando vuelva no voy a tener puntos y ya tengo 32 años. Quiero darme la última chance para volver y estar tranquilo. El objetivo también es jugar más agresivo".

El tramo hacia el regreso es arduo pero el bahiense tiene claro cuál es el objetivo: "La rodilla todavía me duele. Me infiltré con ácido hialurónico y eso va a traer resultados en un par de semanas. También voy a hacer PRP, con plaquetas, que genera que la rodilla pueda regenerarse un poco más. La idea es jugar algo este año para poder preparar la gira de Australia del año que viene. Quiero jugar cuatro o cinco torneo para jugarme la última ficha en 2023 con los torneos que me permita jugar el ranking protegido pero quiero llegar con ritmo de partidos en torneos de otro nivel".

Su último partido fue en octubre del año pasado, en la primera ronda del ATP 250 de Moscú, en Rusia, en el que se retiró después de perder 6-2 el primer set ante su amigo español Pedro Martínez. Pero no fue por una lesión, sino por observar que operaban las mafias de las apuestas. Así lo recordó: "Yo ya venía peleando con la rodilla, tenía mucho dolor. En la gira de europa de ese momento me dolía más porque hacía frío. Empezó el partido, me tocó un rival durísimo, tenía dolor y en la tribuna veía pocas personas que eran apostadores. Festejaban todos los puntos del otro. Todos en contra mío: el árbitro no hizo nada, el tour manager no hizo nada, y hasta ahí llegué. Fue, es y va a ser triste esa realidad. Intenté meterme pero ya no me interesa hacer nada".

Wimbledon 2019 fue la mejor actuación de Pella en un torneo de Grand Slam, en la superficie más adversa para los argentinos: el césped. "El año anterior me quedé a hacer toda la gira de pasto. Llegué a cuartos de final de Stuttgart, perdí con Federer, tuve un par de chances pero él jugó muy bien. En ese momento fue un torneo bisagra: me amigué con el pasto. En 2019 hice lo mismo pero no gané ningún partido antes de Wimbledon. Estaba jugando bien pero vi el cuadro y me dio bronca. No había tenido suerte. Le gané en primera a Copil, que tiene un misil en el saque. Después pasé a Seppi, con el que estuve al horno. Y después jugué los mejores partidos de mi carrera: les gané a Anderson en tres y después a Raonic en el quinto".

Además el bahiense recordó la conquista de la Copa Davis 2016, con Daniel Orsanic como capitán. "En ningún momento sentimos que podíamos ganar la Copa Davis y por eso jugamos los mejores partidos de nuestras carreras. Por más que Juan Martín (Del Potro) estuviera en un gran momento era muy difícil que ganara los partidos que ganó. Tuvimos menos responsabilidad por jugar todo de visitante. Todas las series fueron muy difíciles. Fueron muchas situaciones que nos permitieron soñar pero no hubo convencimiento porque la responsabilidad siempre fue para los rivales. En el deporte no siempre gana el más poderoso. Ninguno de nosotros venía bien. Reaccionamos bien y cada uno le dio a Argentina los puntos necesarios para ganar la Copa Davis. El cuerpo técnico hizo un trabajo excelente: me acuerdo que ellos recibieron críticas pero fueron con una idea hasta la muerte. Tomaron las decisiones y terminamos con la Davis".