Lionel Messi

LA HISTORIA DETRÁS DE LA COMPRA DE PSG, EL EQUIPO QUE CONTRATÓ A LIONEL MESSI

La operación tuvo lugar en 2010, con el triángulo formado por Platini, el ex presidente francés Sarkozy y el actual Emir de Qatar, entonces príncipe. La investigación arrojó como resultado la detención de la ex gloria de la Selección de Francia.

Por Pablo Amalfitano ·

09 de agosto de 2021

LIONEL MESSI fue oficializado como el nuevo gran refuerzo de Paris Saint Germain, el poderoso club francés que salió a la carga por el astro argentino tras su salida de Barcelona. El empuje real de PSG radica en la supremacía económica patrocinada por "Qatar Sport Investments", la organización de negocios dueña de sus acciones y fundada por el Emir Tamim bin Hamad Al Thani.

Para explicar por qué el futbolista más codiciado del mundo llegó a un equipo como PSG, sin demasiada historia futbolística pero con un poderío que excede el análisis racional, resulta necesario remontarse al origen de todo, en 2010, año en que se construyó el entramado de la adquisición del club por parte de Al Thani, por entonces príncipe de Qatar.

El epicentro se ubica nada menos que en el Palacio del Elíseo, la sede de la Presidencia de la República de Francia. El 23 de noviembre de 2010, apenas nueve días antes de la votación en la que el Emirato se quedó con la sede de la Copa del Mundol de 2022, el legendario Michel Platini, en ese momento presidente de la UEFA, mantuvo una reunión secreta en la residencia oficial de Nicolas Sarkozy, presidente francés entre 2007 y 2012.

Aquel cónclave sería un almuerzo del triángulo que arrojó una enorme operación en las sombras: Platini, Sarkozy y Al Thani, el príncipe heredero de Qatar. El encuentro estuvo sustentado también por Sophie Dion, la ex secretaria de deportes de Sarkozy, y Claude Gueant, su jefe de gabinete. El Triunvirato de las Sombras fue un tráfico de favores y de influencias entre las partes, denunciado de manera pública durante 2013 por la prestigiosa revista France Football. La génesis de todo, claro, tenía una gran pata vinculada al fútbol.

El punto de contacto entre los tres vértices era, en rigor, el club Paris Saint Germain. Tanto Sarkozy como sus hijos Jean y Pierre son hinchas del equipo parisino, que atravesaba una gran crisis inmersa dentro del momento delicado del fútbol francés en general. Canal Plus, dueña de los derechos de aquel entonces, abonaba 670 millones de euros por año y ese contrato corría peligro ya que su principal competidor, Orange, renunciaba a la disputa por los derechos. En pocas palabras: Canal Plus pagaría menos por no tener competencia real.

A partir de esa crisis surgiría el enroque de favores: a través de sus influencias Platini se aseguraría de conseguir los votos para otorgarle la sede del Mundial 2022 al príncipe, hoy emir encargado de la organización general dela gran cita futbolística de noviembre del año que viene. La retribución para Sarkozy, Platini y el fútbol francés en general sería la adquisición del PSG por parte del Emir.

En efecto la promesa del Emir se cumplió: cuando su unidad de negocios "Qatar Sport Investments" se quedó con las acciones, en junio de 2011, algunos meses después del trato, se comprometió a convertirlo en una maravilla europea llena de figuras que lucharan en el ámbito continental. Desde entonces trajo jugadores de la talla de Zlatan Ibrahimovic, David Beckham, Lucas Moura, Edinson Cavani, Ángel Di María, Neymar, Kylian Mbappé, Gianluigi Buffon y Keylor Navas, entre otros, y alcanzó la final de la Champions League en la edición 2019/2020 (cayó 1-0 ante Bayern Múnich).

El entramado de sobornos y la presunta votación corrupta de la sede del Mundial derivó en 2019 en la detención de Platini, quien ya había dejado de ser presidente de la UEFA en 2015. Y en ese desenlace tuvo mucho que ver Al Thani, quien llevaba designado como heredero mientras edificaba su poder en el mundo deportivo a tracción de petrodólares, influencias varias y sobornos.

El actual Emir colocó a Nasser Al Khelaifi, uno de sus contactos más cercanos, como presidente de PSG ni bien se quedó con su propiedad, una década atrás. De ese modo cumplió la promesa con Sarkozy y su gente: quemó millones y millones de euros para traer a los mejores refuerzos del mundo y convertir al club francés en una joya competitiva a nivel internacional. Si esta historia no hubiera sido real Messi jamás habría siquiera analizado una oferta de PSG. El mundo del fútbol cambió por completo en los últimos diez años. El arribo de Messi a un equipo sin ADN histórico pero con poder ilimitado es la mejor explicación.