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ORSANIC Y EL RECUERDO DE LA DAVIS: "PROPUSIMOS UNA IDEA QUE LOS JUGADORES NECESITABAN"

El ex capitán, ganador de la ensaladera en 2016, recordó aspectos de aquella conquista histórica y cuáles fueron los pilares fundamentales que utilizó para el equipo.

Por Redacción EG ·

01 de abril de 2021

DANIEL ORSANIC tiene un lugar de privilegio en la historia del tenis argentino por haber saldado una deuda de varias décadas: como conductor de grupo llevó al equipo nacional en 2016 a conquistar por primera vez la Copa Davis. "Propusimos una idea que los jugadores necesitaban y que calzó bien por el tipo de jugadores que lideraban el tenis argentino: se combinaron muchas cosas que desembocaron en lo más lindo de la historia", destacó el ex capitán en el Podcast "Está mal pero no tan mal", donde recordó varios aspectos del apogeo de aquel ciclo del que se cumplirán cinco años en noviembre.

Fue capitán desde 2015 hasta 2018 y dirigió a la Argentina en diez eliminatorias, incluidas las cuatro de la campaña histórica de 2016, con todos los triunfos en condición de visitante: 3-2 ante Polonia en Gdansk, 3-1 contra Italia en Pésaro, 3-2 con Gran Bretaña en Glasgow y 3-2 en la final ante Croacia en Zagreb. "La comunicación para mí fue fundamental: tener las ideas claras y acercarte a cada integrante del equipo de manera individual. A mí me pareció clave alinear a sus equipos de trabajo, a sus círculos íntimos: entrenadores, preparadores físicos, mánagers, familia. Todas las personas de confianza de los jugadores fueron parte del objetivo en la Copa Davis. Nosotros buscamos ampliar el espectro y tratar de incluir a todos. Siempre me enfoqué en cómo decir las cosas, qué decir y en qué momento, para que cualquier jugador no se enterara por redes sociales, por ejemplo, que en determinada serie no iba a jugar", contó Orsanic en torno a la relación que construyó con los integrantes del equipo campeón: Juan Martín Del Potro, Leonardo Mayer, Federico Delbonis y Guido Pella.

 

Imagen Copa Davis
Copa Davis
 

El estímulo de Orsanic, en su pasado como capitán, siempre fue utilizar la Davis para transmitir valores, entre ellos poner la cabeza por sus jugadores más allá del resultado: "Mi mensaje siempre fue el mismo: más allá de que ganaran o perdieran, yo prefería que me cortaran la cabeza a mí antes que desproteger a los jugadores. Yo siempre fui muy claro y los jugadores encontraron esa paz que, lamentablemente, en otras ocasiones no tuvieron. Nunca se sintieron expuestos. Yo siempre los defendí".

A fines de 2014, cuando Orsanic fue nombrado como capitán del equipo en reemplazo de Martín Jaite, no tenía una proyección más allá del microclima del tenis. Había sido un destacado doblista y hasta había jugado una serie copera en 1999, pero no tenía el renombre de otros capitanes. En ese sentido siempre confió en su capacidad de trabajo y en sus ideas: "Cuando me nombraron capitán de Copa Davis pensé en qué podía aportarle yo al equipo. De los tenistas históricos de la Argentina yo siempre estuve de la mitad para abajo y en Copa Davis había jugado sólo una serie. Yo tenía un perfil mucho más bajo y fuera del tenis no me conocía nadie. Y ahí estuvo mi búsqueda: mi propósito fue que el equipo tuviera armonía y armar un buen grupo. Después como capitán yo sabía que tenía obligaciones: Argentina había hecho 13 semifinales y 4 finales, a nivel mundial ya era una potencia. Cuando me nombraron capitán todos querían brindar y yo decía que no, que birndáramos si podía hacer las cosas bien".