River fue mejor y se quedó con la ida frente a Boca

Desde que River eliminó a Cerro Porteño el 29 de agosto ya se comenzó a vivir este partido, el de ida por la semifinal de la Copa Libertadores, Boca ya había dejado en el camino a la Liga de Quito una noche atrás. Un nuevo Superclásico ya se estaba jugando, las portadas de los diarios, los programas de televisión y de radio hablaron de este encuentro durante más de un mes, con el condimento de lo que fue el Superclásico del 1 de septiembre por la Superliga, el cual terminó 0 a 0 y lo más recordado de aquella tarde en el Monumental fue el planteo táctico de Gustavo Alfaro.

 

 

Un operativo policial muy estricto fue lo destacado en las inmediaciones del estadio Antonio Liberti, ya para las 18 horas –a pocos minutos de la apertura de las puertas de ingreso- los hinchas de River se agrupaban, cantaban, tomaban algo y comenzarían su peregrinación rumbo al estadio, pero con una dificultad respecto a otros partidos donde River juega de local, las fuerzas de seguridad impedían el paso hacia la avenida Libertador, debiendo así movilizarse por calles aledañas, las precauciones, cabe destacar, se deben a lo sucedido en la fallida final de la Copa Libertadores de 2018 cuando el micro de Boca sufrió brutales agresiones por parte de salvajes.

Pese a la imposibilidad de movilizarse con normalidad por las calles cercanas al estadio, no se vivieron momentos de tensión, los hinchas fueron ingresando de a poco y a falta de más de una hora y media para el comienzo del encuentro, las tribunas se estaban llenando a buen ritmo.

 

 

 

 

 

 

Los equipos salieron al campo de juego junto a la terna arbitral a las 21.15, las más de 70 mil personas que colmaron el Monumental brindaron un recibimiento acorde a la envergadura del partido a disputarse.

El más aplaudido, como es habitual en Nuñez, fue Marcelo Gallardo quien saludó a la multitud enardecida que entonaba su grito de guerra: “Muñeco… Muñeco…”

El juez del partido, el brasilero Raphael Claus, dio comienzo al partido. De inmediato se notó que River intentaría pararse en el campo de Boca y que el Xeneize jugaría de contra, buscando pelotas largas a Ramón Ábila, quien intentaría pivotear para los volantes que llegaban de atrás, tal es el caso de Reynoso, Mac Allister y Franco Soldano, quien volvió a ocupar la posición de volante por derecha, siendo el ex Unión un delantero de área. Difícil es explicar los motivos por los cuales Villa no ocupa esa posición, ya que con la lesión de Eduardo Salvio (el ex Lanús fue al banco de suplentes y terminó ingresando en los últimos minutos), el colombiano es el que naturalmente ocupa la posición de extremo por derecha.

El partido empezó y River tuvo su primera llegada, Rafael Santos Borré fue derribado en el área por Mas, pero Claus no cobró nada, la jugada siguió, pero cuando la pelota se fue afuera, hizo la revisión en el VAR y terminó cobrando penal. Lo llamativo es que no lo haya visto en el momento. El colombiano fue el encargado de cambiar penal por gol, Andrada voló hacia su derecha, pero Borré eligió el medio del arco. A los siete minutos, River estaba ganando 1 a 0.

 

 

 

 

Boca reaccionó y diez minutos más tarde tuvo un extraordinario remate de media distancia ejecutado por Alexis Mac Allister, que Franco Armano sacó por encima del travesaño. Minutos más tarde, llegó la jugada más clara que tuvo Boca a lo largo del partido y fue un mano a mano que Capaldo desperdició. Pero más allá de esas jugadas aisladas, quien siempre tuvo el control del partido fue River, la mitad de la cancha fue propiedad de Enzo Pérez, quien constantemente estaba bien ubicado, ponía claridad cuando el Millonario lo necesitaba, marcó y jugó en la misma proporción y siempre le entregó la pelota limpia a un compañero.

Ignacio Fernández y Nicolás De La Cruz fueron dos piezas fundamentales, corrieron, presionaron las salidas de Boca. El uruguayo incluso tuvo un tiro libre que Andrada sacó de muy buena manera.

 

 

Mención especial para los delanteros de River que fueron los primeros defensores, la presión sobre los centrales generaron que Boca abuse del pelotazo y no tenga claridad para salir por abajo. Rafael Santos Borré completó un primer tiempo muy bueno, con gol incluido, mientras que Matías Suárez preocupó a la defensa Xeneize, buscando los espacios libres.

De esta manera finalizaron los primeros 45 minutos de una serie que parecía que iba a ser cerrada, pero que un penal cobrado a los cuatro minutos de juego, hizo que no lo sea. Ya que los dos tuvieron oportunidades.

En la segunda mitad, Boca empezó teniendo su mejor pasaje en el partido, aunque tampoco lo supo plasmar en oportunidades de gol, pero su que logró algo que no había podido en el primer tiempo, que fue conectar cuatro pases seguidos en la mitad de la cancha, pero eso fue solo hasta que Enzo Pérez y Exequiel Palacios se acomodaron y volvieron a cortar el circuito de juego que Boca intentaba proponer.

La defensa de River también estuvo muy firme, Pinola casi que anuló a Ramón Ábila, Martínez Quarta estuvo muy firme por arriba, aunque tuvo algunas falencias con la pelota en los pies, los laterales fueron incansables, se proyectaron constantemente con criterio, aunque tuvo mejores resoluciones Milton Casco, quien fue una de las figuras de la cancha. No solo por sus proyecciones, sino también porque siempre estuvo bien ubicado y en más de una oportunidad anuló alguna posible contra que Boca proponía.

 

 

Ya con Carlos Tévez en cancha –ingresó por Franco Soldano- se vio algo de desorden en el ataque de Boca, no se conectaron los volantes con los delanteros. Pero la intención de Alfaro era tener más peso ofensivo.

Dos llegadas claras de River pudieron hacer que los de Gallardo aumenten el marcador, la primera fue un blooper de la defensa de Boca que pudo haber sido gol en contra de Andrada, la pelota le dio en la cara y se fue cerca del palo izquierdo, la segunda fue un centro de Gonzalo Montiel que pegó en el palo, hubiese sido un gol totalmente fortuito.

 

 

El 2 a 0 que le dio cierta tranquilidad a River llegó luego de una jugada entre Ignacio Fernández y Matías Suárez, el volante se la dio al delantero, quien desbordó por derecha y tiró un centro por abajo, que el mismo Nacho interceptó de derecha y le pagó de primera, Andrada no pude hacer nada. Gol de River y el ansiado segundo gol.

Los últimos veinte minutos del partido transcurrieron de manera desordenada, nadie se adueñó de la pelota, Boca abusó del pelotazo, River no estuvo fino en el pase final y por eso no pudo concretar un tercer gol que hubiese liquidado la serie.

Los hinchas eufóricos en las tribunas alentaban, el reloj ya marcaba el minuto 90, el añadido fueron cuatro minutos, Boca intentó con centros largos, River despejó cualquier tipo de peligro y solo quedaría la expulsión de Capaldo, luego de una dura entrada en la última jugada del partido.

De esta manera concluyeron los primeros 90 minutos de una serie de 180, nada está resuelto, Boca tiene plantel para poder disputar de igual a igual contra River lo que viene. La revancha será el martes 22 de octubre a las 21.30 en La Bombonera.

 

 

 

Por Lautaro Toschi.

Fotos: Alejandro Del Bosco.