Tenis

FEDERER, AL BORDE DEL ABISMO: SE SALVÓ POR LA LESIÓN DE MANNARINO Y AVANZA EN WIMBLEDON

El suizo. ocho veces campeón, perdía dos sets a uno cuando el francés se resbaló y debió abandonar por una lesión en la rodilla derecha. Las sensaciones encontradas arrojan más dudas que certezas.

Por Pablo Amalfitano ·

29 de junio de 2021

YA ES SABIDO. El mundo lo puede advertir, aunque nadie en sus cabales quiera aceptarlo. Roger Federer transita el final, el epílogo de una carrera cuya brillantez trascenderá los tiempos. En pleno ocaso, con casi 40 años y después de dos operaciones de rodilla que lo alejaron del circuito durante más de un año, el suizo espera disparar las últimas balas en escenarios importantes.

La preparación para Wimbledon fue medida, a conciencia, pero nadie vive del pasado. Este martes Federer debutó en el All England, el mágico recinto en el que nadie jugó como él y en el que se consagró nada menos que ocho veces, pero hubo más dudas que certezas: pasó de ronda tras vencer 6-4, 6-7 (3), 3-6, 6-2 y retiro al francés Adrian Mannarino, un especialista en césped que lo hizo trastabillar pero quedebió abandonar antes del quinto set por una lesión en la rodilla producto de una caída.

“No me gusta que terminen las cosas así, pero por otro lado es un ejemplode que esto le puede suceder a cualquiera. Mannarino mereció ganar este partido porque fue el mejor jugador. Definitivamente tuve un poco de suerte pero a quién le importa eso", destacó Federer, quien estaba dos sets a uno abajo y quiebre a favor en el cuarto set cuando el francés se resbaló y sufrió una dura caída sobre su rodilla derecha.

El suizo comenzó con buen timing y exhibió un gran nivel en el desarrollo del primer set, pero su performance sufrió una merma importante hacia la definición del segundo: jugó un mal tie break y no encontró respustas en el tercer parcial. El semblante, el suyo y el de la gente que ocupaba su box en la cancha central, como sus entrenadores Ivan Ljubicic y Severin Luthi, había cambiado por completo. Mannarino manejaba el partido.

A partir del inicio del cuarto set hubo otro aire. Si bien el mundo sabe que el físico de Federer ya no es el mismo, y por ende su explosión y su movilidad se encuentran en baja, el público intentó enviarle una energía positiva que el suizo parece haber recibido. Comenzó a jugar a dos pelotas y a mejorar la precisión, sobre todo en las decisiones para ejecutar golpes rápidos y provocar el contrapie de Mannarino. Así logró el quiebre necesario y se colocó 4-2.

En ese momento, cuando estaba al saque 2-4 y 15-0, Mannarino resbaló y sufrió una caída que indefectiblemente lo sacaría del partido. Era su cumpleaños número 33, estaba en una buena posición para ganarle a Federer por primera vez en su vida, pero un imponderable lo alejó del sueño. Intentó seguir, sin impulso de piernas en el servicio y casi estático en el fondo de la cancha, pero no hubo nada que hacer: fue 6-2 para el suizo y el partido se terminó antes de iniciar el quinto set.

"Estaba tratando de acortar los puntos porque Mannarino tiene un buen juego de base. Una vez que estuve quiebre arriba comencé a sentirme más suelto. Yo no estaba cómodo en la línea de fondo", explicó Federer acerca de su recuperación hacia el inicio del cuarto parcial.

El número ocho del mundo logró nada menos que su 102º triunfo en Wimbledon, un récord absoluto en la rama masculina de singles, un número que lo llevó a igualar su propia marca de victorias en torneos de Grand Slam: las 102 que suma en el Abierto de Australia. También mejoró las plusmarcas de más cantidad de triunfos totales en Slams (366) y de más éxitos en césped (189). Con 1248 festejos generales en el máximo circuito cada vez se acerca más a la cima del rubro, ocupada por el estadounidense Jimmy Connors con 1274.

La gente que asistió a la cancha central del All England, en medio de la pandemia, resultó clave en la inyección anímica de Federer, quien se medirá en la siguiente instancia con el francés Richard Gasquet (56º), con quien tiene un historial favorable de 18-2: "Hubiera sido lo peor jugar Wimbledon sin público; es un privilegio jugar acá, no puedo estar más emocionado. Nos vemos en la segunda ronda".