Opinión

Lo que falta en la verdad sobre Mauro Icardi para ser dicha

Hasta la semana pasada el tema Mauro Icardi no se había planteado en el vestuario de la Selección Argentina, entre el entrenador y los jugadores.

Por Verónica Brunati ·

15 de octubre de 2016
Cuando algo no se dice en un grupo humano se genera una distorsión de la realidad. Un malentendido. En el seno de la Selección Argentina no se habla del tema Icardi. Al menos no se habló entre el entrenador y los jugadores, hasta la semana pasada cuando Edgardo Bauza le consultó a uno de los referentes su opinión sobre Mauro Icardi, buscando complicidad para una supuesta convocatoria. ¨No existe ningún problema con Mauro¨, le manifestó este jugador en nombre del grupo.  

Hay un supuesto codigo de vestuario que presuponía desde el ciclo de Gerardo Martino que Icardi es un traidor por haberle robado la mujer a un amigo. Lo blanqueó Diego Maradona antes del Partido por La Paz en Roma cuando consultado acerca de su opinión sobre Mauro Icardi dijo: ¨De traidores no hablo¨. Pero lo que piensa Maradona y una parte de quienes integran el fútbol argentino puede no ser lo que piensan los jugadores de la Selección. No sabemos que piensan realmente porque no lo han hecho público.  

Se presupuso en la prensa que por la amistad de Maxi Lopez, el supuesto traicionado (digo el supuesto traicionado porque el analisis mediatico que se hizo de la separación puede no ser la verdad completa de la real crisis de la pareja Lopez-Nara y el romance Icardi) con varios de los referentes de la Selección Argentina, Icardi estaba vetado en la Albiceleste. 

No podemos pedirle a los deportistas que distingan entre lo que es ética y moral, aunque debieran. Pero si podemos reclamarle a los entrenadores de la Selección Argentina, antes a Martino y ahora a Bauza, que en cuanto conductores y líderes deben lograr que los jugadores puedan decir aquello que no pueden decir. Hasta ahora el tema Icardi es un silencio de familia. Algo de lo que no se puede hablar y se esconde bajo la alfombra en pos de conservar la empatía que existe en un grupo de jugadores de excelencia que llegó a tres finales consecutivas, sin Mauro Icardi.

Por evitar un supuesto conflicto en el grupo, los entrenadores han evitado hablar del tema. Y buena parte de la prensa argentina lo unico que ha hecho hasta el momento (y siempre que los resultados no sean favorables, porque cuando la Selección gana nadie cuestiona la ausencia de Icardi) es hablar de un supuesto acuerdo de vestuario para que el delantero de Inter no sea convocado. 

A lo no dicho dentro del grupo, lo contrarresta lo muy dicho en la prensa que tiene la fuerza de la sentencia. Una mentira muchas veces repetida se convierte en una sentencia con presunción de verdad magnificada en las redes sociales: ¨Messi veta la presencia de Icardi en la Selección Argentina¨. Lo que supone otro malentendido no dicho: que Lionel Messi tiene más infliuencia que el entrenador en el armado del equipo y las convocatorias. 

El mejor jugador del mundo no ha sido preguntado en los once años que vistió la camiseta de la Selección Argentina sobre sus preferencias acerca de los entrenadores que lo dirigieron. Durante la era del todopoderoso Julio Grondona como presidente de la AFA es de sentido común que un hombre que no relegaba ninguna decisión ni a sus hombres más cercanos permitiera que un jugador, aunque fuera Messi, tomara decisiones. Menos ha incidido el capitán en las convocatorias. Ningún entrenador le ha consultado sobre un jugador antes de armar una lista. 

La prueba contundente está en el ciclo de Martino. La prensa llenó paginas y minutos de aire sobre un supuesto conflicto entre Lionel Messi y Carlos Tevez, y Martino no solo lo convocó para los primeros partidos sino que además lo incluyó en la nómina de la Copa América de Chile 2015. 

Entre lo dicho y lo no dicho, se generan los supuestos. Y un supuesto no debería ser una noticia, ni un titular ni un twitter. Pero en los tiempos que corren para el periodismo la confusión ya no tiene vuelta atrás. 

Le cabe al Patón Bauza, que aunque ya consultó al grupo sobre Mauro Icardi, transformar lo no dicho en dicho, para el beneficio de la Selección Argentina. Ya que es el equipo nacional que se ve disminuido por un entrenador que no muestra autoridad frente al grupo. 

El argumento del entrenador  para quien Icardi sería el quinto centro delantero a convocar  por detrás de Gonzalo Higuain (Juventus), Lucas Alario (River Plate), Lucas Pratto (Atlético Mineiro), Marco Ruben (Rosario Central), no invalidan la realidad que es que Icardi amerita una citación por la gran actualidad en su equipo. Tan cierto eso como que no será el salvador de la Selección Argentina, ni su citación asegura la clasificación al Mundial de Rusia. La discusión futbolistica debería ser otra: primero sobre que pretende el entrenador para el funcionamiento del equipo, que hasta ahora es difuso, y luego los interpretes para ese funcionamiento. 

Entre lo dicho y lo no dicho, continúa la confusión. Y el ruido. La pelota la tiene Bauza, quien deberá demostrar su capacidad para resolver los conflictos existentes como lider. Y también romper los silencios respecto a Icardi.