La Selección

Vos sí, vos no

Durante los últimos 40 años, los técnicos de la Selección siempre dejaron a los hinchas con la boca abierta por convocatorias o exclusiones a la hora de entregar la nómina definitiva para el Mundial.

Por Redacción EG ·

10 de mayo de 2010
Nota publicada en la edición Abril 2010 de la revista El Gráfico.

ESE MOMENTO deber ser único y especial para los directores técnicos. Resulta casi imposible ponerse en la mente de un seleccionador nacional ante semejante circunstancia. Por ella pasaron, en los últimos 35 años, con el buzo de AFA, Vladislao Cap, César Menotti y Carlos Bilardo (dos veces cada uno), Alfio Basile, Daniel Passarella, Marcelo Bielsa y José Pekerman. Nos estamos refiriendo a ese instante definitivo, crucial, donde el entrenador  debe decidir los nombres y apellidos que van a conformar la lista de buena fe de Argentina para un campeonato Mundial.
Este repaso nos va a mostrar que ha habido de todo: lesiones de último momento, llamados sorpresivos, bajas inauditas, reconvocados, enojos y reconciliaciones, peleas definitivas e ilusiones deshechas al pie del avión. Todo por un lugar en la nómina final. En esa lista como la que Diego está por armar…

Imagen BABINGTON, titular inesperado en Alemania 74.
BABINGTON, titular inesperado en Alemania 74.
UNA EXTRAÑA ALTERNATIVA
La Selección había obtenido la clasificación para el Mundial de Alemania 74 con la conducción de Enrique Omar Sívori. Pero el Cabezón, tal como había prometido, dejó el cargo apenas alcanzado el objetivo. A comienzos de 1974, se designó como entrenador a Vladislao Cap, quien se encontraba trabajando en Colombia. Los meses que precedieron a la competencia fueron para probar jugadores y sistemas, pero los ensayos estuvieron lejos de conformar.
En medio de la gira previa, que incluyó una importante victoria ante Francia en París por 1-0 y una concluyente derrota con Holanda por 1-4, se lesionó Roque Avallay, debiendo abandonar el plantel. La opción era Carlos Babington, Carlos Aimar o Santiago Santamaría y esto es demostrativo del desconcierto que reinaba en la conducción, ya que los tres eran diferentes en sus estilos y posiciones en el campo y, a la vez, ninguno era delantero central como Avallay.
Así lo recuerda Carlos Aimar: “Un par de meses antes del Mundial jugué para el Combinado de Rosario contra la Selección y lo hicimos muy bien. Tuvimos que bajar el ritmo, porque sino terminaba en goleada a favor nuestro. Integré un gran mediocampo, con Carlovich y Zanabria. Durante la transmisión radial que hizo José María Muñoz del partido ante Holanda, en la gira previa, comenzaron a reclamar un volante de marca para el equipo y allí arrancaron las versiones de mi posible convocatoria. El propio Muñoz me llamaba a mi casa desde Europa para decirme que estuviera preparado, porque era un gran candidato, hecho que se potenció con la lesión de Avallay. Todo me lo enteraba por los periodistas, ya que nadie del cuerpo técnico se comunicaba conmigo. Finalmente el convocado fue Babington, que debió estar desde antes en ese plantel”, rememora el Cai. El talentoso mediocampista de Huracán llegó a Alemania la misma noche en que Cap confirmó a los titulares para debutar pocos días después con Polonia. Para sorpresa de todos (comenzando por el mismo Babington), el Inglés se encontraba entre los once elegidos. De más está decir que ese seleccionado estaba condenado al fracaso, cosa que finalmente se registró en los campos alemanes.

Imagen ALONSO fue pedido por la gente y el periodismo para Argentina 78.
ALONSO fue pedido por la gente y el periodismo para Argentina 78.
EL REGRESO DEL BETO
Norberto Alonso había sido muy importante en los inicios del ciclo del Flaco Menotti como entrenador nacional. Así lo dice el Beto: “César me designó capitán en 1975 y me dijo que quería que fuera el ejemplo para los más chicos. Luego me fui a Francia y cuando volví, a fines de 1977, tenía buen nivel, aunque los primeros seis meses del 78 fueron de los mejores de mi carrera”. El domingo 30 de abril faltaba exactamente un mes para el inicio del Mundial. Esa tarde, River goleó a All Boys en cancha de Ferro por 5-2, con dos tantos y otra brillante exhibición del diez millonario. Con doce fechas disputadas del Metropolitano, River era el único líder, con 18 puntos, y Alonso el máximo artillero, con 13 goles.
“Apenas terminado el partido con All Boys, me comunican que debo presentarme en la quinta Natalio Salvatori de José C. Paz, concentración de la Selección. A partir de allí formé parte de un muy buen plantel. En la primera práctica, César se acercó y me dijo: ‘Usted está aquí porque lo dispuse yo, no por presión de nadie’. Yo sólo le dije: ‘Está bien, César, si usted es el técnico, quién otro lo puede decidir’”, recuerda el Beto. “En el último partido amistoso, que le ganamos 3-0 a Uruguay, ingresé en el segundo tiempo, pedido por la gente. Marqué un golazo. A los pocos días, fueron desafectados Bottaniz, Bravo y Maradona. Fue un placer compartir las prácticas con Diego, porque los suplentes les ganábamos siempre a los titulares y César se enojaba bastante. Llegué a la Selección por mi nivel y  por la presión de la gente y del periodismo. Sobre Lacoste (N. de la R.: ex vicepresidente de la FIFA y del EAM 78), sólo puedo decir lo que me comentaron. Que le dijo a Menotti: ‘Lo tenés que llamar sí o sí’”, concluye Alonso.

Imagen SANTAMARIA se fue y volvió antes del Mundial de España.
SANTAMARIA se fue y volvió antes del Mundial de España.
DE RENUNCIADO A CONVOCADO
En la recta final hacia España 82, Menotti pudo trabajar sin apremios de tiempos con sus futbolistas, ya que quedaron afectados desde el 14 de febrero, cuatro meses antes del inicio del Mundial. Lo hizo con un plantel de 25 jugadores, el primer tiempo en la Villa Marista de Mar del Plata y luego en Tortuguitas. Los partidos previos marcaban ciertos altibajos en el rendimiento, que se habían insinuado en la gira de 1981 y que harían eclosión en el Mundial. El viernes 23 de abril llegó el momento de la verdad. Menotti reunió a sus hombres y pronunció los cuatro apellidos de los desafectados: Bulleri, Gordillo, Bauza y Chaparro.
El plantel quedaba con 21 jugadores, pero había un reconvocado: Santiago Santamaría. El ex delantero de Newell’s lo evoca así: “Había renunciado a la Selección a fines de febrero por un problema personal, pero me seguía sintiendo parte del plantel, porque Menotti fue como un padre para mí, me conocía de Rosario desde hacía más de 10 años. Mi nivel en el Nacional era bueno y sentí que podía tener posibilidades. El cuerpo técnico se comunicó conmigo y les dije que mis inconvenientes ya estaban solucionados, entonces me confirmaron que volvería a ser parte de ese grupo excelente. Fui al Mundial, estuve un par de partidos y fue una gran experiencia para mí”, remata Cucurucho desde su casa en la provincia de Córdoba.

Imagen ZELADA fue el gran anfitrión del plantel argentino en la concentración del América, en México ´86.
ZELADA fue el gran anfitrión del plantel argentino en la concentración del América, en México ´86.
LA POLEMICA DEL 86
Como es sabido, el camino previo a la consagración en México fue cuesta arriba para Carlos Bilardo. Y la designación de los 22 integrantes de la lista de buena fe no estuvo lejos de aquellos avatares. En la semana anterior a la designación, Carlos Tapia se ganó un lugar por su excelente nivel en Boca, coronado con tres goles a Chacarita, en un partido que marcó el descenso del equipo de San Martín. Pese a no estar en el plantel desde 1984, Julio Olarticoechea fue reconvocado a último momento, gracias a su polifuncionalidad, requisito casi indispensable en el credo bilardiano.
Pero las dos convocatorias más llamativas fueron las de Héctor Enrique y Miguel Zelada. El mediocampista de River había sido pieza clave en su equipo, que obtuvo holgadamente el título local, pero nunca había estado en la Selección. El arquero del América de México –club en cuyo predio se concentró la Selección– vivía en ese país desde 1978 y jamás había formado parte del equipo nacional.
Pese a haber estado desde el inicio del ciclo, quedaron fuera a último momento Alejandro Sabella, Oscar Dertycia, Miguel Angel Russo, Enzo Trossero, Ubaldo Fillol y Juan Barbas, quien realizó durísimas declaraciones contra Bilardo.

Imagen CALDERON fue a Italia 90 en el lugar que estaba reservado para Jorge Valdano.
CALDERON fue a Italia 90 en el lugar que estaba reservado para Jorge Valdano.
MORIR EN LA ORILLA
A cualquier futbolero medianamente conocedor que se le pregunte por la siguiente frase, no tendrá problemas en citar al autor y el motivo: “Después de nadar seis meses, me fui a morir en la orilla”. Claro, la pronunció Jorge Valdano hacia fines de mayo de 1990, al enterarse de su exclusión del plantel que disputaría el Mundial de Italia. Pero esta historia con final poco feliz tiene su inicio casi un año antes...
Luego de la conquista de 1986, la Selección jugó bien en escasas ocasiones. Las lesiones de varios consagrados y la constante emigración de valores jóvenes hicieron que Bilardo se viera frente a un sistemático rompecabezas. Después de repetir infinidad de ocasiones que no podía encontrar al sucesor de Valdano, se puso en contacto con él y lo convenció de volver a las prácticas durante seis meses, para ver si podía llegar a la Copa del Mundo. El delantero lo hizo e incluso llegó a disputar algunos encuentros amistosos, hasta que una lesión en el isquiotibial de la pierna izquierda, a pocas semanas de la gran cita, abrió un enorme signo de interrogación.
El domingo 20 de mayo, Bilardo anunció que Valdano era desafectado y que su lugar sería ocupado por Gabriel Calderón. El actual dirigente del Real Madrid dejó otra sentencia para marcar el final de su sueño: “La decisión es de Bilardo, que dijo no verme ni para 30 minutos. Lo demás, ingresa en la bruma de la sospecha, que yo no atravieso jamás”.

Imagen FRANCO se quedó afuera de USA 94.
FRANCO se quedó afuera de USA 94.
LA PENA POR FRANCO
Darío Franco había sido parte de la primera etapa de Alfio Basile desde el comienzo, al punto de ser el autor del primer gol de su ciclo. Dinámico y con buen juego aéreo, era una pieza clave, hasta que fue fracturado por el boliviano Marco Sandy en la Copa América 93.
Hizo grandes esfuerzos por volver y ponerse físicamente a la par de sus compañeros. Jugó de titular en la derrota ante Ecuador por 1-0, en Guayaquil, en el inicio de la gira previa, y luego ingresó frente a Israel, pero el 2 de junio escuchó de boca del propio Basile la noticia que no quería oír: debía dejar el plantel argentino que viajaría a Estados Unidos.
La duda era entre él y el joven Ariel Ortega, quien finalmente quedó en la lista, realizando, de ese modo, la primera de sus tres experiencias mundialistas.

Imagen BALBO, sorpresa de Passarella para Francia.
BALBO, sorpresa de Passarella para Francia.
SORPRESA Y MEDIA
Si hubo una convocatoria inesperada en el cierre de las listas para los mundiales, esa fue, sin duda, la de Abel Balbo para Francia 98. Alejado de la Selección desde diciembre de 1996, luego de un empate en uno con Chile por las Eliminatorias, el delantero de la Roma superó en la pulseada final a varios candidatos.
Daniel Passarella sostuvo desde un par de meses antes que tenía 20 jugadores seguros. A mediados de mayo, confirmó a Sergio Berti como el jugador 21, quedando la intriga del último lugar hasta el 29 de ese mes. Christian Bassedas parecía ser el “número puesto”, por su identificación con el entrenador y por haber estado desde el inicio del ciclo. La gente, en diversas encuestas, se inclinaba por Claudio Caniggia, de muy buenos partidos en un Boca a la deriva. Pero nada de ello sucedió y Abel Balbo se sumó a la selecta lista de quienes disputaron tres Mundiales sucesivos con la celeste y blanca.

Imagen CANIGGIA, el batacazo de Bielsa.
CANIGGIA, el batacazo de Bielsa.
A VUELO DE PAJARO
Marcelo Bielsa realizó una excelente tarea en la previa del Mundial 02, con una muy buena eliminatoria y el equipo en gran nivel. Al momento de darse a conocer la lista, no había muchas incógnitas, estaba todo demasiado claro, nadie imaginaba un batacazo. Pero sí fue ciertamente inesperada la convocatoria a Claudio Caniggia para un amistoso con Gales en febrero de ese año.
Luego de observarlo allí y ante Camerún, el entrenador decidió llevarlo al Mundial, postergando a Javier Saviola, de interesantes rendimientos en su primera temporada en Barcelona. También se especuló hasta último momento con la posibilidad de que Juan Román Riquelme formara parte del plantel, pero el mediocampista de Boca todavía debería esperar cuatro años más para debutar en una Copa del Mundo.
El Pájaro estuvo en duda hasta último momento por una lesión en la rodilla izquierda, que había sufrido en su último partido en Escocia, pero logró recuperarse. Lamentablemente para él y su gran historia con la Selección, el final fue triste, al ser expulsado ante Suecia por protestar mientras ocupaba un lugar en el banco de los suplentes.

Imagen USTARI desbancó a Lux en la previa de Alemania 06.
USTARI desbancó a Lux en la previa de Alemania 06.
EL EQUIPO DE JOSE
Una gran expectativa había rodeado la lista de los 23 futbolistas que designaría José Pekerman para Alemania 06. El lunes 15 de mayo, en el predio de la AFA, se develó el gran misterio y, como ha ocurrido casi siempre, las sorpresas dijeron presente.
Julio Cruz, tantas veces postergado en etapas anteriores, se ganó un lugar en la nómina definitiva a fuerza de goles, mientras que dos históricos como Javier Zanetti y Walter Samuel, que para muchos eran número puesto, quedaron afuera.
Pero el más dolido de todos los excluidos, por lejos, fue el arquero Germán Lux, quien había debutado en la Selección bajo la conducción de Pekerman y había sido el titular en la Copa Confederaciones del año anterior. Lux venía de padecer un duro golpe personal (el suicidio de un hermano) y ese cachetazo lo hundió más anímicamente. Nunca le encontró la explicación, por más que el cuerpo técnico se la dio en forma privada. Tampoco tuvo consuelo... El puesto de tercer arquero, detrás de Abbondanzieri y Leo Franco, fue para Oscar Ustari.

En poco tiempo más, Diego Maradona dará a conocer la lista. Su lista. Los 23 nombres y apellidos que intentarán quedar para siempre en la gloria. Seguramente habrá polémicas, sorpresas, enojos y alegrías. Acorde con nuestra historia.

Por Eduardo Bolaños / fotos: El Gráfico