La Selección
La Selección de Sampaoli: equipo en formación (que no es poco)
Apuntes del primer partido oficial de la era Sampaoli. Victoria 1-0 contra Brasil con luces y sombras propias de una plataforma de ensayo. Por Martín Mazur.
Pasó el primer partido de Jorge Sampaoli como DT de la Selección Argentina. Y dejó dos tiempos de 45 minutos en los que se pudieron hacer (y escuchar, especialmente escuchar) análisis de los más variados y de todo tipo: desde la defensa a ultranza y casi ciega hasta el tremendismo absoluto. La Selección venció 1-0 a Brasil en Melbourne (primera derrota de Tite en 9 partidos, 9 victorias y una revolución futbolística) gracias al gol de Mercado y con gran aporte de los postes: pudo haber sido gol de Di María en el primer tiempo, debió haber sido gol de Gabriel Jesús o de Willian en el segundo.
Pero el ensayo sí permite establecer un primer patrón respecto de lo que pasó y proyectar lo que puede pasar. Veamos:
-Se confirmó la sensación de renovación. Ver a José Luis Gómez entre los titulares y haber terminado el partido con Mammana, Joaquín Correa, Guido Rodríguez, Tagliafico y Acuña en la cancha es una muestra clara de proyección y también un mensaje interno contra la sensación de grupo cerrado. Positivo.
-Con sólo cuatro prácticas de fútbol, hubo aristas positivas en el primer tiempo en cuanto a dinámica y pressing. El equipo intentó plantarse con autoridad y jugar a otra cosa. Ni mejor ni peor, distinta, producto de una idea inculcada por el entrenador. Por momentos salió bien, por otros momentos, no salió. No hay que ser drásticos en el análisis, sí tomar nota de lo que puede venir.
-La cantidad de esquemas que maneja el entrenador y que admite que pueden variar durante un partido, es inversamente proporcional al tiempo de trabajo con el que prefirió ponerlos en práctica. El segundo tiempo fue pura confusión, y la confusión es lógica ante una etapa que no apuesta a la continuidad de la medianía, sino a romperla y empezar algo nuevo. Revolución es una palabra que se usa muy fácil pero que sólo será contrastada con el tiempo. Hay tanto apuro por hablar de la revolución Sampaoli como por hablar de la etiqueta del desastre. Es natural que los jugadores, especialmente después de la gran cantidad de cambios en el segundo tiempo, hayan estado pensando más en recorridos, marcas y posibles cortinas que en tomar el control del partido a partir de la pelota. Queda claro que cambiar tanto sin tener la lección aprendida no favorece la estabilidad y es un hecho del que Sampaoli seguramente tomará nota pensando en las Eliminatorias.
Con gol de Mercado, la Selección le sacó el invicto al Brasil de Tite (AP y Reuters)
-El experimento de jugar sin Higuain en el segundo tiempo y de reunir jugadores con características similares no dio sus frutos. Si la idea de Sampaoli fue dejar sin referencia de área a los centrales brasileños, también logró que la Argentina quedara desordenada y Messi, más arriba y aislado, con recuerdos no agradables. En ataque no aprobó con un centrodelantero clásico pero tampoco aprobó sin él. Es un tema a revisar y a trabajar en profundidad.
-La dupla Banega-Biglia debe definirse a qué velocidad juega. Si se apuesta por la gestación más pausada, entonces buena parte del equipo deberá bajar un cambio. Daría la impresión de que, en cambio, lo que correspondería sería que los dos volantes por adentro descarguen lo más rápido posible y se muevan más sin la pelota que con ella, como pasó hoy.
Algunos apuntes, sin ser catastróficos ni excesivamente positivos. Apuntes que quedarán de lado si se repite trámite y resultado contra Uruguay. La primera asignatura será salir de la emergencia; para la revolución habrá un poco más de tiempo.