Reportajes

Una zurda mágica

Zanabria fue el artífice del gol que le dio el primer título a Newell's, en 1974. Pasó a Boca, donde ganó todo bajo el mando del Toto Lorenzo. Colgó los botines y comenzó a dirigir en la Argentina. Hoy entrena al Real España de Honduras.

Por Redacción EG ·

12 de febrero de 2008
Dueño de una zurda envidiable, una habilidad notable y un talento magistral, Mario Nicasio Zanabria siempre fue un hombre simple, un “buen tipo”, como dicen los que lo conocen.
Marito nació el 1 de octubre de 1948 en Barranquitas, Santa Fe. A los 19 debutó en Unión, en donde jugó por dos años. Pasó a Newell's para firmar el libro dorado de la Lepra por primera vez. Un zurdazo de volea suyo al ángulo superior izquierdo ante Central, su eterno rival, sirvió para darle la primera estrella a los rosarinos: el Metropolitano de 1974.

De ahí fue a Boca, en donde ganó todo: Nacional, dos Copas Libertadores y la Intercontinental, con aquel gran equipo que formó Juan Carlos Lorenzo. Tuvo un paso fugaz por Argentinos y se retiró como jugador en Huracán, en 1983. Fue ayudante y luego director técnico: entrenó a Boca, Vélez, Unión, Newell's, Lanús, Talleres, Instituto, entre otros. Hace un tiempo armó las valijas y se decidió por Centroamérica como destino, donde dirige el Real España, de Honduras.
-¿Cómo surgió esta oportunidad de dirigir en el fútbol de Honduras?
-Fue una posibilidad que llegó el año pasado pero no estaba listo para irme y después lo pensé mejor. Analicé que este (Real España) es el cuarto equipo grande de acá y otras cuestiones que me decidieron a armar las valijas para venirme.

-¿Cómo es el fútbol allá?
-El fútbol de Honduras a nivel internacional todavía está en progreso. Si bien hay muchos jugadores importantes que intervienen en ligas europeas o asiáticas, y también a nivel de otros países, a mi entender tendría que ser más poderoso con un mejor nivel de selección. En este momento están muy enfocados y con las pilas puestas para la clasificar al Mundial de Sudáfrica 2010.

-¿Qué le pide a sus jugadores?
-Cuando me ofrecieron tomar el cargo del club me dijeron que querían que aplique lo mismo que hacemos allá en Argentina, por eso nosotros venimos con nuestras ideas y aportar todos nuestros conocimientos al club.
Imagen LOOK RETRO. Zanabria, con melena y cinta de capitán.
LOOK RETRO. Zanabria, con melena y cinta de capitán.

-¿Mantiene el nivel de exigencia que tenía cuando entrenaba en Argentina?
-Sí, porque los jugadores hondureños son muy profesionales y tratan de dar siempre lo mejor. Se les puede exigir lo mismo, y eso es lo que hacemos con Pablo Do Santo (el preparador físico). Tengo como ayudante a una figura emblemática del fútbol hondureño, como lo es Gilberto Yearwood, considerado el mejor futbolista de este país de todos los tiempos, que integró el plantel de Honduras en el Mundial'82. Tiene mucha experiencia en esto. El es un referente para los jugadores.

-¿Volvería a dirigir en nuestro país?
-Por supuesto, si se me da una oportunidad y las condiciones son favorables, no lo dudaría.

-¿Cómo fue la transición de jugador a técnico?
-Fue una transición muy corta, yo era parte de Boca en el '75, y prácticamente no tuve tiempo para el cambio. No fue difícil, ya que hacía 17 años que estaba en el fútbol, en Boca habia ganado todo: el Nacional, dos Copas Libertadores y la Intercontinental; el cambio no fue drástico porque mis expectativas como jugadores estaban ampliamente cumplidas y terminadas.

-¿A qué técnicos trató de imitar?
-César Menotti y Juan Carlos Lorenzo me dejaron más experiencia, y me enseñaron mucho Marcelo Bielsa y Alfredo Di Stéfano. Lo que se lleva uno son las ideas futbolísticas acorde a los clubes por donde ha estado. Yo estuve en clubes exigentes, con aspiraciones, que no daban lugar a las especulaciones y tanto Newell's como Boca proponían. Los técnicos lo sabían y uno se nutre de eso, con la sabiduría que te aportan.

-¿Cómo fue su experiencia con Di Stéfano?
-Alfredo fue una fuente de inspiración, con todo lo que representa su figura mundial y su enorme conocimiento. Un año a su lado fue lo más excepcional. El me enseñó muchas de las cosas que aplico ahora con mis jugadores, como la disciplina y los horarios. Para él las 6 eran las 6, las 7 las 7, nada de demoras. A los entrenamientos llego una hora antes y se asombran, pero yo aprendí de esa escuela.

-¿Qué le parece que Marcelo Bielsa entrene la selección de Chile?
-El trata de tomar decisiones justas, y para eso lo piensa mucho. Supongo que él debe pensar o debe haber hecho una lectura positiva de irse a Chile a entrenar a la Selección y yo creo en su decisión.

-¿Dirigiría a Boca como aquella vez en la que el riesgo era altísimo?
-Sin dudas. Si lo hice a los 36 años, casi sin experiencia, ahora que he dirigido 18 o 20 clubes ni lo dudo. Me siento mucho más capaz para hacerlo que en ese momento. Lo haría sin problemas.

-¿Siente que quedó algún resentimiento en la gente de Instituto después que fue a Vélez?
-En realidad el equivocado fui yo en la toma de decisiones. Hacía un año que dirigía y apareció ese ofrecimiento, la inexperiencia y la juventud me hicieron equivocar, eso que hice es algo que no repetiría. El único culpable de lo que pasó fui yo.

-¿Con quién se entendió mejor en la cancha?
-Con muchos, pero principalemente tuve buena química con muchos compañeros como Obberti, Santamaría, Mastrángelo, el Ruso Ribolzi, Benítez, Felman y con muchos más.
Imagen A PUNTO DE PATEAR la pelota con su zurda virtuosa.
A PUNTO DE PATEAR la pelota con su zurda virtuosa.

-¿Qué club le dio más satisfacciones?
-No puedo elegir a uno, cada uno me dio lo suyo. El primer campeonato en la historia con Newell's es un hecho muy recordado y muy importante. En cuanto a Boca, allí conseguí los primeros títulos internacionales, la Libertadores, la Intercontinental. Es muy difícil elegir a uno porque cada uno me dio muchas cosas.

-¿Siente que la Selección Nacional fue una materia pendiente?
-Sin dudas, para mí fue una asignatura pendiente de mi época como jugador. Lamento mucho no haber podido gozar del fútbol a nivel de Selección.

-¿Cuáles son los amigos que le dejó el fútbol?
-Muchos amigos. De la camada de Mastrángelo, Veglio, el Cucurucho Santamaría. Además, todos los muchachos del '74, compañeros de Newell's.

-¿Volvió a hablar con Faraone luego de que lo desafectó de Boca?
-Sí, porque después recompusimos la relación, fue un problema que quedó en el pasado. Es más, él tenía un equipo de veteranos de Boca y de River y jugaba partidos en el interior del país y yo he viajado con él para participar. Nos pudimos entender y nos olvidamos de eso rápidamente.

¿Fue doloroso para Ud. no haberse podido retirar en Newell's?
-Y sí, por ahí sí. Me hubiera gustado en aquel momento, pero creo que lo mejor es que la gente tenga el recuerdo en mi época de apogeo, capaz a los 35 años la idolatría que me tenían la hubiera perdido.

-¿Cómo recuerda aquel gol en el Metro 74 ante Central?
-Es un recuerdo inborrable, el campeonato en la cancha de Central, jugando con tu rival de cuidad, habíamos dejamos atrás a Boca y a Huracán. Es algo no se puede borrar jamás. Sin dudas de los momentos más lindos de mi carrera.


Alejandra Altamirano Halle