Historias

LA FRAGATA ESTA DE FIESTA

Almirante Brown, el club de Isidro Casanova, cumple 86 años. Lo recordamos desde sus inicios y con su paso con vaivenes por las divisionales de ascenso, donde sigue militando.

Por Redacción EG ·

16 de enero de 2008

Cuando todavía Hipólito Yrigoyen sostenía los últimos meses de su primera presidencia, se fundó el Centro Atlético y Recreativo Almirante Brown, según el historiador Jorge Barberini, “como una forma de reeditar a una entidad preexistente, el Almirante Brown Athletic Club”. Era el 17 de enero de 1922 y un grupo de entusiastas se habían reunido para tal fin en casa de Segundo Boragno, quien se convertiría en el primer presidente de la institución. Como reconocimiento al apoyo del viejo y casi desactivado club, fundado diez años antes, adoptaron parte del nombre y los colores negro y amarillo en la camiseta. Recién en julio de 1967 adopta el nombre actual.
 
Luego de disputar algunos torneos en el amateurismo y varios campeonatos en la Liga Oeste, en 1956 se afilia a la AFA. Disputa el torneo de Primera D asociado, al menos en la parte legal, con el Deportivo San Justo, que se había desafiliado ese año. Y gana el torneo de punta a punta, con cinco tantos de ventaja sobre el segundo (un partido ganado valía solo dos puntos), Juventud de Bernal. Fue el primer equipo invicto en la Primera D y nunca más volvió a esa categoría. Además, en un gran esfuerzo, digno de épocas donde el amor por la camiseta significaba privaciones personales, el 20 de junio inauguró su estadio. Recién en 1969 se jugó el primer partido en el Fragata Presidente Sarmiento, en Isidro Casanova, donde aún vibra la pasión aurinegra.
 
En 1965 asciende a la segunda categoría al ganarle a Porteño por 2 a 0. En esta Primera B se convertirá en uno de los equipos clásicos de todos los sábados, con estadios llenos y choques famosos ante Nueva Chicago, Morón y Laferrere.
 
En el campeonato 1986/87, un año después de creado el Nacional B, alcanza ese escalón, donde estuvo muy cerca de ascender al techo futbolístico cuando perdió en los cruces con San Martín de Tucumán en 1991. Siete años más tarde protagoniza su único descenso y el año pasado, luego de una final suspendida en Racing por incidentes, logra volver a la mayor categoría del ascenso, desde donde busca su ansiada meta.
 
Entre los jugadores destacados que militaron en la entidad vale recordar a Marcos Busico (aquel de Boca y Chacarita), que fue jugador en la década del sesenta y luego técnico en la del setenta; Oscar Cadars, arquero del equipo que ascendió de la C; Héctor Pistone, que fue un gran número uno en Primera B, entre otros, en un buen equipo de 1983 junto a Fernando Donaires (excelente ejecutante de tiros libres) y “el Chulo” Héctor Rivoira.
 
Otros nombres resonantes en su historia, elegidos desde nuestra óptica, pues hay muchos más en el corazón de los hinchas: Juan Carlos Pilla (ascendió con Platense en 1976), Eduardo Calermo (jugó gran cantidad de partidos entre 1972 y 1980), Ricardo Johansen, Sergio Marchi, Héctor Candau, Alejandro Rubinich, Fabián Bustos, Osvaldo Biain (ascendió con San Lorenzo en 1981), Bruno Calabria, Marcelo Reggiardo, Aldo Osorio y Daniel Bazán Vera, su última figura, pues se inició en este club y luego tuvo interesantes temporadas goleadoras.
Felices 86 años, Almirante, y a seguir navegando por las aguas del fútbol argentino.
 
 
Néstor Saavedra