(sin categoría)

23 Sub 23: #2 Alan Ruiz

Una charla amena y distendida con el enganche de San Lorenzo.

Por Redacción EG ·

16 de marzo de 2013
  Nota publicada en la edición de marzo de 2013 de El Gráfico

Imagen Con 19 años, este enganche de San Lorenzo debería emigrar al fútbol italiano.
Con 19 años, este enganche de San Lorenzo debería emigrar al fútbol italiano.
AL REVES de los pibes de su edad, no lo urge clavar una rápida transferencia al exterior. La dirigencia de San Lorenzo había valuado el 80 por ciento de su pase en 8 millones de euros en enero de este año, pero a Alan Ruiz jamás se le movió un pelo. “No quiero irme todavía porque me siento como en mi casa”, reconoce. Sin embargo, existe otro motivo que lo empuja a continuar su carrera en la Argentina. “Las milanesas de mi mamá, Sandra, pesan bastante. No las cambio por nada, son especiales. Pueden ser fritas o al horno, simples o napolitanas, y salen con puré de papa o de zapallo, o con una ensalada”, explica.

-¿Sos muy pegado a tu familia?
-Sí, voy de acá para allá con mis viejos. Me considero un chico familiero.

-¿A Migliore ya lo incorporaste a los tuyos? Se tratan como si fuesen hermanos.
-¡Ja! Es un fenómeno. El Loco siempre te quiere dar un par de cachetazos, pero yo le hago frente. Nosotros concentramos juntos, miramos boxeo y practicamos un poco. Igual, cuando está la novela (Sos mi hombre, que se emite por Canal 13), la vemos a pesar de que no le guste y me puteé.

-¿De qué y a qué jugás?
-Soy enganche. Me gusta manejar la pelota, asistir a mis compañeros y pegarle desde afuera del área. Mi función es jugar y hacer jugar al equipo.

-¿Cuál fue tu espejo en el puesto?
-Riquelme, siempre lo miré más que al resto.

-¿El enganche es una especie en extinción en el fútbol argentino?
-Sí, muchos juegan sin enganche. El equipo que cuenta con un enlace va a desequilibrar.

-¿Qué consejos te dio Romagnoli, otro buen número 10 que es compañero tuyo?
-Pipi me pidió que agarrara más la pelota, que hiciera jugar al equipo, que metiera pelotas por afuera y por adentro, y que probara de media distancia. Es un gran futbolista y sería un sueño compartir la cancha con él.

-¿Qué conceptos incorporaste en San Lorenzo?
-Hubo un cambio importante respecto de lo que hacía en Gimnasia. Hago otros movimientos al presionar, manejo la pelota más al pie y no estoy tan apurado para dar el último pase.

-¿Te involucrás más que antes en la recuperación?
-Sí, y eso es lo que también Pizzi me inculcó. Yo sólo quería jugar con la pelota y no se puede, tengo que ayudar a la defensa.

-Entonces, aplicarás lo aprendido como marcador central, ¿no?
-Tenés razón (risas). Cuando retrocedo, me debería acordar de mi época en Prenovena. En ese momento, iba a entrenarme fastidioso. Al que le gusta jugar, le molesta marcar.

-¿Cuándo se produjo tu click?
-En la Sexta de Gimnasia, con Darío Ortiz. Me puso de enganche y terminé como goleador. Al torneo siguiente, volví a ser el goleador en mi categoría, me subieron a Reserva para luego debutar en Primera (7/5/2011 ante Quilmes).

-¿Ya te hicieron sentir crack?
-No, porque mi papá, Federico, que fue técnico mío a partir de mis dos años y medio en Alumni (club de Los Hornos, en La Plata), me dijo que nunca me la creyera. Yo sé el sacrificio que hice para llegar hasta acá.

-¿Qué debés mejorar aún?
-Elegir correctamente en el último pase, pulir los movimientos al presionar y al marcar, y pegarle bien con la derecha, mi pierna inhábil.

-¿Sos mejor pescador, cazador o jugador?
-¡Ja! Me encanta cazar y pescar, me despeja la cabeza. Ojalá que me vaya bien en las tres cosas.