Descubriendo a Luis Ojeda

Nota publicada en la edición Mayo de 2010 de la revista El Gráfico

Culminó de manera notable su año pasado. Luis Ojeda se enteró el 31 de diciembre, a las 19, de que debía incorporarse a Argentinos a préstamo por seis meses. Cambió de club, de categoría, pero no de colores. Abandonó Unión, donde se presentó el 17 de agosto de 2008 en la B Nacional, para ser la segunda alternativa en el arco de los dirigidos por Claudio Borghi. “Esto es una apuesta a futuro. Mi objetivo era debutar en la A antes de cumplir 20 años. Se dio cuando menos lo esperaba”, reconoce. El infortunio de Nicolás Peric transformó su sueño en realidad. El Negro, que nació el 21/3/1990 en Romang, provincia de Santa Fe, se destacó en la victoria ante Racing por 1-0 en el Cilindro y ratificó la chapa que traía del ascenso al demostrar que, además de ser seguro, ataja penales. “Si el arquero adivina la intención del pateador, será un gran atajador. Por suerte contuve el remate. Fue lindo, pero es difícil para un chico, en especial en este puesto”, admite. Después rindió en el empate frente a Tigre y en el triunfo ante River. “Me preparo para entrar y responder. Hay que entender que existe un titular y un suplente, por más que juegue el mejor partido de mi vida”, afirma. Ex volante central, comenzó a custodiar el arco a sus diez años en Matienzo, de Romang. “No me daba para correr”, dice. Llegó a Unión en enero de 2004 como un pibe más. Hoy ya no lo es. Los dirigentes de La Paternal deberán acordar su continuidad con los del Tatengue. El futuro está en sus manos.