¡Habla memoria!

Lucas Alario, en la galería de Funes y Crespo

El delantero, recién llegado a River, ingresó directamente al hall de la fama de los ídolos millonarios de la Libertadores. Como el Búfalo Funes en 1986 y Crespo en 1996, su aporte fue clave para abrir el camino del triunfo en la final.

Por Redacción EG ·

06 de agosto de 2015
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Que el fútbol es cambiante e imprevisible no es ninguna novedad, pero Lucas Alario habrá confirmado esa teoría en el último año y debe haber coronado al idea hoy, cuando con un cabezazo preciso le dio destino de gol a un muy buen centro de Leonel Vangioni. Es que el delantero, surgido de la cantera de Colón de Santa Fe, vio el año pasado como se derrumbaba su equipo y perdía la categoría luego de 18 años en Primera, y también vio como su aporte era clave para el rápido regreso a Primera División y para un aceptable primer semestre de 2015. Pero el llamado de la dirigencia para sumarse a River y el público y expreso pedido de Marcelo Gallardo lo deben haber hecho volver a creer en los milagros. 

Porque no es que Alario no tenga condiciones ni esté capacitado para enfrentarse a los desafíos de la Primera de River: de hecho lo está y la muestra quedó patente; pero lo curioso del caso es que Alario fue convocado para jugar en el Millonario en el mejor momento del club luego de la debacle del descenso. Clasificado a la semifinal y la espera de la definición de la Copa América de Chile, el delantero se sumó a River y prontamente se convirtió en otro de los jugadores de los goles importantes. 

En la Libertadores, principalmente, su aporte fue insuperable: marcó el empate 1-1 contra Guaraní en Paraguay cuando a River se le venía encima el cuco del equipo revelación de la Copa y también abrió el partido en la vuelta de la final contra Tigres, un tanto que sirvió para demoler la vetusta pero dura resistencia mexicana. 

Con ello, Alario dio un paso importantísimo en sus primeros recorridos en River para asentarse en la memoria de los hinchas. Con un puñado de partidos vistiendo la camiseta de la banda, ya se metió en la galería de ídolos como el Búfalo Juan Gilberto Funes (héroe de la primera Copa, la de 1986) y de Hernán Crespo, artífice del título de 1996. 

El tiempo dirá si Alario nació como una leyenda del club en una lluviosa noche de agosto en la que River conquistó su tercera Libertadores, pero el primer paso, al menos, ya está dado.