¡Habla memoria!

1995. Vélez tiene un patrón

Carlos Bianchi lo definió como el mejor zaguero de Argentina, se trata de Víctor Hugo Sotomayor, un cordobés que jugó en la época más gloriosa de Vélez y compartió dupla central con verdaderos referentes.

Por Redacción EG ·

30 de julio de 2019

En estos tiempos modernos donde los números mandan, Vélez no se mezcla en las discusiones y muestra la planilla de la eficacia. Así fue su triunfo ante Newell's en Rosario: cinco llegadas claras, tres goles. A otra cosa. A disfrutar de la punta con el puntaje ideal, después de dos riesgosos viajes al Interior del país (éste a Rosario y en la primera fecha a San Salvador de Jujuy).

"Es el mejor zaguero central de la Argentina". La sentencia pertenece a una persona que tiene mucho que ver en esta historia de triunfos por Liniers: Carlos Bianchi. El destinatario de la frase es un cordobés de nacimiento, pero que con el paso del tiempo fue perdiendo la tonada clásica de la sierra: Víctor Hugo Sotomayor.

Es el que maneja el área, el que conoce el puesto y eso lo convierte en el patrón de la defensa de Vélez Sarsfield. Juega al lado de su amigo Roberto Trotta y a partir de allí empiezan los secretos de este equipo que se cansó de ganar en 1994. Ahora arrancó con la misma onda del año pasado, sigue el camino de triunfos. Puntero del Torneo Clausura, tres jugados, tres ganados, con siete goles a favor y sin ninguno en contra.

Imagen Sotomayor jugó en Vélez desde 1992 hasta 1999. Formó parte de la década más gloriosa del club.
Sotomayor jugó en Vélez desde 1992 hasta 1999. Formó parte de la década más gloriosa del club.

"Las cosas marchan bien en cuanto a resultados, pero de todos modos no estamos jugando muy bien. Perdimos ritmo de partidos y no tenemos la misma presión de antes. Quizá sentimos la ausencia de Bassedas, con él recuperábamos la pelota más rápido y poníamos en práctica lo que pregona Bianchi: jugar siempre en el campo rival. Encima, cuando estaba probando con Husain, lo llevan a la Selección. Ahora Marcelo Herrera se está acostumbrando al puesto, pero él toda la vida jugó por la derecha y por la izquierda tiene la cancha cambiada. Aunque llega al gol, como este sábado ante Newell's..."

La historia de Víctor Hugo Sotomayor tiene puntos extraños que fueron cambiando su forma de vida. Pasó de la tranquilidad de Córdoba, de las salidas con Cecilia Andrea, su novia de siempre, de la primera del Racing cordobés a un mundo distinto. Junio de 1989 fue la bisagra.

Iba viajando en su Renault 12 rumbo a la casa de Cecilia, en Argüello, en tiempos en que se rumoreaba su pase a River Plate. Todos los días venía escuchando un programa de deportes de la Docta para saber si pasaba al club porteño. Cuando, de pronto, escuchó la noticia en boca de! periodista Arturo Miguel Heredia: "Todavía recuerdo perfectamente sus palabras. Fueron exactamente así: 'No se hizo el pase de Sotomayor a River, pero... parece que el destino del cordobés estaría más lejos. Muchos más lejos... más precisamente en Verona, Italia'. Ya en ese momento yo había detenido el auto a un costado, porque me temblaban las piernas. Llegué a la casa de mis suegros y no quise decir nada, por miedo a que hubiese escuchado mal. Pero no aguanté más y se lo dije aparte a mi novia. Después cayeron a la casa mi viejo Román, Mario Spirópulos y un vecino. Llegaban para comunicarme la noticia que yo había escuchado en la radio. El presidente de Racing me dijo que preparara un bolso, que me pasaba a buscar a las ocho del día siguiente para viajar a Buenos Aires y de allí a Roma. ¡Era la primera vez que salía de la Argentina!"

En ese momento, a pesar de sus 21 años, dejó de ser "Sotito". Su pasaporte estaba listo desde hacía dos años cuando Racing planeaba a realizar una gira que finalmente no pudo hacer. Jugó dos temporadas en el club del Norte italiano. "En los primeros seis meses me acompañaron Mario Spirópulos y su hijo, porque mi viejo laburaba en la Renault. Después dejó el trabajo y viajó con mi vieja Stella. La diferencia de lo que ganaba en el Verona era como ocho veces más de lo que cobraba en Racing".

Allí, en la ciudad de Romeo y Julieta, no podía faltar una historia de amor. "Estuve ocho meses sin ver a Cecilia y, cuando le mostré la ciudad de Verona, la maté. Se enamoró más todavía. Al final de 1990 nos casamos en Córdoba y ya se quedó definitivamente conmigo". Hoy además está Ezequiel, que ya tiene un año y siete meses.

Su paso por el fútbol italiano no dejó grandes cosas, en el primer año se fue al descenso. Aunque guarda en sus recuerdos aquel partido ante el Milan cuando tuvo que marcar a Marco Van Basten, y no sólo lo anuló sino que también hizo un gol. ¨Además, ese día ellos estaban definiendo el título que finalmente ganó el Napoli de Maradona. En un momento, el holandés se calentó con el árbitro, se sacó la camiseta y la tiró. Por supuesto, lo echaron. Recuerdo ese partido por la actitud de él y porque hice un gol. Y ahora soy el único jugador de Vélez que no convirtió en estos dos años...¨

Dejó Italia en 1991 y se fue a Suiza, fueron nueve meses antes de su regreso a Argentina. Vino para firmar con Racing de Avellaneda, se entrenó con el plantel pero, como no aparecía la plata, se inclinó por Vélez Sarsfield. "Al final me salió redondo, vine a un club que me trató bien y pude ganar todo. Pero sinceramente, cuando llegué acá, nunca esperaba esto..."

La familia Sotomayor acaba de mudarse a una quinta espectacular en Castelar, si hasta Víctor ahora colabora con la casa como recalca Cecilia. "Justo él que le gustan que lo sirvan", dice su mujer. Todos los días anteriores a cada concentración o viaje se reúnen en su casa el Pepe Basualdo, el Pacha Cardozo, Roberto Trotta y Marcelo Gómez para comer un asado. Cuestión de cábala, no hace falta decirlo. Lo hicieron antes del partido con Gimnasia de Jujuy y a partir de ahí las cosas arrancaron bien. Y además esperan para la segunda fase de la Copa: "En estos momentos el objetivo es el Torneo Clausura, porque sabemos que Independiente y River están metidos en la Libertadores. Los otros candidatos son Boca, Racing y San Lorenzo. Para la Copa ojalá que nos toquen los Rojos, ya que River nos tiene de hijos..."

 

Imagen Nació en enero de 1968 en Córdoba.
Nació en enero de 1968 en Córdoba.
 

Se declara hincha de Racing de Córdoba y en su álbum de recortes tiene una foto que EL GRAFICO publicó en 1980 cuando Central dio la vuelta olímpica en Córdoba y él era alcanzapelotas. Aparecía detrás del festejo de un gol de Atilio Oyola.

Tiene fresco el debut a los 18 años con la camiseta celeste y blanca frente a Vélez en Liniers. Las vueltas de la vida lo pusieron de local en el Amalfitani. Los que lo conocen dicen que es un gran tipo, sincero y humilde. Para el barrio de Liniers, es el patrón de Vélez. El que escribe afirma que es el mejor seis del país. No es poco para el "Sotito" que salió de Córdoba y el mundo se le transformó en una de las tantas no-velas donde el muchachito triunfa en la Capital. Esas historias donde el final, después de muchas vueltas, se da como la gente quiere, en este caso el hincha de Vélez.

El largo camino hacia el éxito arrancó en 1993 con la contratación de Carlos Bianchi y hoy la senda está marcada. "Él es un motivador -cuenta Sotomayor-, nos habla siempre. Si hasta cuando se lo mencionaba como candidato a dirigir la Selección, nos dijo: 'Yo sí .fuese el entrenador argentino, tendría muchos problemas para formar el equipo, porque me los llevaría a todos ustedes. Será ésa una de las causas por las que no nos caímos y estamos en la punta del Clausura, y queremos repetir en la Copa..." Vélez trituró a Newell's de contragolpe, lo dejó venir y con el Turu Flores liquidó el partido. Atrás estaba Sotomayor, para defender con sus cruces y definir con palabras este triunfo: "Fue un partido equilibrado, Chilavert tuvo una buena tarde y arriba fuimos contundentes".

Eficacia, una palabra de moda en el mundo actual y, más aún, allá en el barrio de Liniers.

 

 

Por LEO BURGUEÑO

Producción fotográfica: FABIAN MAURI

Escenas en Rosario: MARCELO BOERI.