Figurita difícil: Francisco Sohn, "Sas"
Escapando de la II Guerra Mundial en 1939 se incorpora a Boca el delantero húngaro subcampeón mundial en 1938 Ferenc Sohn ,”Sas”. Apenas llegado al país Frascara lo entrevista para El Gráfico.
El águila de Budapest
Buscar distracciones en la ausencia, cuando a uno lo atan fuertes vínculos con todo lo que ha dejado, es punto menos que imposible. No lo quiere la voluntad siquiera. Porque distraerse, en tales casos, equivale a olvidar. Y hay cosas que no pueden, que no deben olvidarse. En esta situación estaba Francisco Sohn cuando emprendió viaje a la Argentina. En Hungría, su patria, quedaba el pasado colmado de recuerdos, quedaba la madre... ¡y la novia! Le iba a resultar difícil sentirse feliz tan lejos de todo aquello. Venía hacia otro continente, hacia otro idioma, hacia otra raza. Aquí no sería nada más que un jugador de fútbol. Pero la providencia ayuda... Sohn no contaba con que en Buenos Aires encontraría compatriotas y, entre ellos, a los esposos Shon, matrimonio amigo y deportista por añadidura. Luego, los dirigentes de Boca Juniors le dispensaron un recibimiento cordialísimo y la hinchada del popular club lo alentó desde el primer instante, apenas el rubio húngaro ocupó su puesto para defender con todo empeño la casaca auriazul.
Sohn experimentó la sensación de que la distancia desaparecía, se sintió más cerca de todos los suyos y surgió en él la ansiedad de jugar bien, muy bien, para responder a tan cálida recepción.
—Todavía tengo que mejorar mucho. Necesitaré unas pocas semanas más para aclimatarme por completo y para armonizar mi juego con el de mis compañeros.
EL ÁGUILA
Quizás se extrañe el público de que hasta aquí haya aludido a Francisco Sohn y no a Sas, como se le llama al nuevo puntero derecho de los boquenses. Es que aquél es su verdadero nombre y este otro el apodo. Sas en húngaro significa águila — según me explica él mismo — y así lo bautizó la hinchada de Budapest.
Nació en un pueblo próximo a Budapest y allí comenzó a jugar fútbol, practicando además el tenis y la natación. Desde los 15 años es winger derecho. Cuando tenía 19 pasó a la capital de su patria e ingresó al Club Hungría, uno de los más populares y de mayor prestigio.
—Conseguí destacarme — dice Sas — por la velocidad y el centro efectuado a la carrera, reuniendo además, según decían los comentaristas, todas las otras condiciones indispensables para el puesto. Fue así como merecí 17 veces el honor de integrar la selección húngara. Intervine en el último Campeonato del Mundo realizado en París, en el que llegamos hasta la final, donde perdimos con los italianos 4 a 2. Fueron superiores y merecieron el triunfo, pero el team húngaro no era el más fuerte que se podía formar para ese partido. Otra de mis satisfacciones es la de haber ganado la Copa de Europa Central, que se disputa periódicamente y que varias veces fue obtenida por los húngaros. Nosotros hemos heredado el cetro de los austríacos, justamente considerados como los mejores futbolistas del continente hasta que las circunstancias conocidas modificaron las cosas.
Evoca Sas la figura de Sindelar, el notable centre forward austríaco que se suicidó. Dice que era un jugador extraordinario e integrante de un conjunto — el seleccionado de Austria — tan bueno que se le conocía como "el team milagroso de Europa", al que nadie le podía ganar. Y lo curioso es que recién cuando tenía 28 años se consagró Sindelar. Hasta ese momento se le consideraba un jugador mediocre.
Entre los futbolistas húngaros, Sas destaca a Sarosi, centre forward, Toldi, insider derecho, Cseh, que juega en cualquiera de los tres puestos centrales, y korangi, back y centre hall. Los considera los más grandes cracks del fútbol de su patria en la actualidad.
LE GUSTA NUESTRO FÚTBOL
La situación política europea fue lo que más poderosamente influyó en Francisco Sohn para decidir su viaje a Sud América. Por afortunada coincidencia, Boca Juniors había hecho pedir antecedentes a Budapest en procura de un puntero derecho y, sin oposición alguna, "el águila" fue recomendado como el mejor. Después supo él que quien había elogiado los valores del fútbol húngaro en el seno de la entidad boquense era su compatriota y amigo don Américo Sohn.
—Hasta ahora he visto muy poco — responde Sas a una pregunta mía, — pero ya puedo asegurar que el fútbol argentino me gusta más que el europeo. El de aquí es mucho más rápido, no sólo por parte de los hombres, todos bien dotados, sino en lo que se refiere al avance de la pelota. En Hungría se juega más lento y con abundancia de combinaciones. — Sas no puede por ahora adelantar más impresiones, naturalmente, y en la misma situación se encuentra para emitir su opinión sobre los valores individuales.
Boca Juniors tiene en el extremo derecho de su ataque a un futboler de buenas aptitudes técnicas. Hay que esperar, como él mismo dice, a que transcurra un poco más de tiempo. Y a que esa línea adopte su formación definitiva, porque en los cuatro primeros matches tuvo el húngaro tres compañeros distintos
— Varallo, Carniglia y Pícari— detalle importantísimo para medir el rendimiento de un hombre.
Por Félix D. Frascara.