Los rivales del Mundial
Un vistazo a México, el rival que a esta altura ya es demasiado conocido
Como en Alemania 2006, Argentina definirá mano a mano frente al Tri, que no tiene a La Volpe pero mantiene su espíritu: juego por abajo y por los costados. México nunca logró pasar a cuartos fuera de su país.
Por Redacción EG ·
23 de junio de 2010
Pese a perder con Uruguay por la última fecha del Grupo A, México se clasificó con 4 puntos -producto del empate en 1 con Sudáfrica y la victoria ante Francia- segundo en su zona, con igual cantidad de puntos que el local pero con mayor diferencia de gol (+1), y se cruzará con Argentina el domingo desde la 15.30 en el Soccer City de Johannesburgo. Se reedita el duelo del Mundial pasado.
Hace cinco Mundiales consecutivos que el Tri clasifica a octavos de final y, paradójicamente, no logra sortear esa fase desde 1986, año que fue local. ¿La otra vez que alcanzó los cuartos de final? En 1970, otra vez en su país.
En Estados Unidos 1994 cayó con Bulgaria; en Francia 1998, ante Alemania. Ya en Corea Japón -bajo la conducción de Javier Aguirre- perdió a manos de Estados Unidos. Cuatro años más tarde chocó con Argentina en Leipzig.
Con el estilo que le imprimió Ricardo La Volpe desde el banco, los aztecas hicieron pasar más de un sacudón al equipo comandado por José Pekerman en Alemania. Salidas desde el fondo por abajo, rotación de pelota, juego por las bandas y un esquema bien aceitado, movimientos que desarticularon por momentos las ambiciones nacionales.
Los mexicanos se pusieron en ventaja a través de una pelota parada que capitalizó Rafa Márquez. Argentina empató rápido, apenas cuatro minutos después, del pie de Hernán Crespo. Y en tiempo extra, historia conocida: Maxi Rodríguez mató una pelota con el pecho y sin dejarla picar la cruzó al palo más lejano de Oswaldo Sánchez, que voló para la foto. Un año antes, los nuestros también se impusieron ante los de camiseta verde y detalles rojos en la semifinal de la Copa de las Confederaciones. Se definió por penales en Hanóver.
La última vez que se enfrentaron oficialmente fue en el marco de la Copa América Venezuela 2007. Argentina ganó 3-0 con goles de Heinze, Messi -de emboquillada- y Riquelme, de penal.
¿COMO JUEGA? Acostumbrado a un esquema 3-4-3, el Vasco Javier Aguirre, su entrenador, movió las fichas y rearmó la línea de cuatro en el fondo en busca de mayor seguridad.
Sus virtudes residen en sus laterales -Salcido y Osorio- y la dinámica que ofrecen sus volantes. Sin embargo, presentan una defensa endeble y tienen poco poder de fuego en el área: su delantero centro es Guillermo Franco, un argentino que empezó su carrera como volante en San Lorenzo. La creación queda en los pies de Carlos Vela, del Arsenal de Inglaterra, Giovani Dos Santos, volante del Galatasaray de Turquía, y Cuauhtémoc Blanco.
VOCES SUELTAS
JAVIER AGUIRRE. “Argentina es un equipo muy complicado, con grandes individualidades. Esperemos pelear de tu a tu y cambiar el curso de la historia: ojalá que esta vez el golazo sea de un mexicano”
RAFA MARQUEZ. “Nos vamos dolidos por perder con Uruguay. Nos ha dejado un mal sabor de boca. Es cierto que clasificamos y es lo más importante, pero tenemos que revisar todos los errores. Será fundamental trabajar y mejorar para lo que viene, nada menos que Argentina”.
GIOVANI DOS SANTOS. “Perdimos y estamos tristes. Lo importante, sin embargo, es estar clasificado. Argentina es un gran equipo y será difícil, pero nada es imposible”.
LA CAPITANIA, UNA CURIOSIDAD. En el debut con Sudáfrica, Gerardo Torrado fue el encargo de lucir el brazalete. Ante Francia, la cinta quedó para Rafa Márquez y frente a Uruguay la voz cantante la llevó Cuauhtémoc Blanco. Es decir, en tres partidos hubo igual cantidad de capitanes.
Desde que Brasil detonara los tres palos custodiados por Goycochea, desde que lo único que le dijo Bilardo en el entretiempo a sus jugadores fue “Muchachos, si se la pasamos a los de amarillo nos va a ir mal”, desde que Cannigia tiró la diagonal para el pase de Maradona y posterior definición del Pájaro, con finta incluida al arquero, Argentina no supera los Octavos de Final en los 90 reglamentarios. Y la historia data de Italia 1990.
Las cartas ya están barajadas. Con el envión anímico de alcanzar, y con creces, la cima del Grupo, Maradona y sus “fieras” llegan con mejores rendimientos individuales y colectivos que los que mostró su oponente. “A partir de ahora son todas finales, es a matar o morir”, dijo Nicolás Burdisso. Entonces, que sea a matar.
Mauro Gurevich
Hace cinco Mundiales consecutivos que el Tri clasifica a octavos de final y, paradójicamente, no logra sortear esa fase desde 1986, año que fue local. ¿La otra vez que alcanzó los cuartos de final? En 1970, otra vez en su país.
En Estados Unidos 1994 cayó con Bulgaria; en Francia 1998, ante Alemania. Ya en Corea Japón -bajo la conducción de Javier Aguirre- perdió a manos de Estados Unidos. Cuatro años más tarde chocó con Argentina en Leipzig.
YA PARTIO el zurdazo de Maxi Rodriguez para el 2-1 y la clasificación en el ´06. Que se repita.
Los mexicanos se pusieron en ventaja a través de una pelota parada que capitalizó Rafa Márquez. Argentina empató rápido, apenas cuatro minutos después, del pie de Hernán Crespo. Y en tiempo extra, historia conocida: Maxi Rodríguez mató una pelota con el pecho y sin dejarla picar la cruzó al palo más lejano de Oswaldo Sánchez, que voló para la foto. Un año antes, los nuestros también se impusieron ante los de camiseta verde y detalles rojos en la semifinal de la Copa de las Confederaciones. Se definió por penales en Hanóver.
La última vez que se enfrentaron oficialmente fue en el marco de la Copa América Venezuela 2007. Argentina ganó 3-0 con goles de Heinze, Messi -de emboquillada- y Riquelme, de penal.
¿COMO JUEGA? Acostumbrado a un esquema 3-4-3, el Vasco Javier Aguirre, su entrenador, movió las fichas y rearmó la línea de cuatro en el fondo en busca de mayor seguridad.
Sus virtudes residen en sus laterales -Salcido y Osorio- y la dinámica que ofrecen sus volantes. Sin embargo, presentan una defensa endeble y tienen poco poder de fuego en el área: su delantero centro es Guillermo Franco, un argentino que empezó su carrera como volante en San Lorenzo. La creación queda en los pies de Carlos Vela, del Arsenal de Inglaterra, Giovani Dos Santos, volante del Galatasaray de Turquía, y Cuauhtémoc Blanco.
VOCES SUELTAS
JAVIER AGUIRRE, de paso por Osasuna y Atlético Madrid de España, ya clasificó a México a los octavos de Final el el 2002.
JAVIER AGUIRRE. “Argentina es un equipo muy complicado, con grandes individualidades. Esperemos pelear de tu a tu y cambiar el curso de la historia: ojalá que esta vez el golazo sea de un mexicano”
RAFA MARQUEZ. “Nos vamos dolidos por perder con Uruguay. Nos ha dejado un mal sabor de boca. Es cierto que clasificamos y es lo más importante, pero tenemos que revisar todos los errores. Será fundamental trabajar y mejorar para lo que viene, nada menos que Argentina”.
GIOVANI DOS SANTOS. “Perdimos y estamos tristes. Lo importante, sin embargo, es estar clasificado. Argentina es un gran equipo y será difícil, pero nada es imposible”.
LA CAPITANIA, UNA CURIOSIDAD. En el debut con Sudáfrica, Gerardo Torrado fue el encargo de lucir el brazalete. Ante Francia, la cinta quedó para Rafa Márquez y frente a Uruguay la voz cantante la llevó Cuauhtémoc Blanco. Es decir, en tres partidos hubo igual cantidad de capitanes.
Desde que Brasil detonara los tres palos custodiados por Goycochea, desde que lo único que le dijo Bilardo en el entretiempo a sus jugadores fue “Muchachos, si se la pasamos a los de amarillo nos va a ir mal”, desde que Cannigia tiró la diagonal para el pase de Maradona y posterior definición del Pájaro, con finta incluida al arquero, Argentina no supera los Octavos de Final en los 90 reglamentarios. Y la historia data de Italia 1990.
Las cartas ya están barajadas. Con el envión anímico de alcanzar, y con creces, la cima del Grupo, Maradona y sus “fieras” llegan con mejores rendimientos individuales y colectivos que los que mostró su oponente. “A partir de ahora son todas finales, es a matar o morir”, dijo Nicolás Burdisso. Entonces, que sea a matar.
Mauro Gurevich
