¿Maradona habría simpatizado con Milei?: qué dice la Inteligencia Artificial
En los últimos meses surgió un dilema atravesado por un contrafáctico: ¿Diego, sujeto político ineludible, se habría alineado con las ideas del presidente?

DIEGO ARMANDO MARADONA siempre fue reconocido no sólo como acaso el mejor futbolista de todas las épocas, sino también como un sujeto políticamente activo.
En los últimos meses, en pleno año electoral en la Argentina, surgieron algunas voces y aparecieron algunas sentencias en las redes sociales que aseveran que el astro mundial habría simpatizado con el presidente Javier Milei, dado que su ex pareja Verónica Ojeda dejó sembrada la duda.
Si bien resulta contrafáctico aventurar su postura, ya que Diego falleció el 25 de noviembre de 2020, tres años antes de la asunción de Milei, un análisis pormenorizado de la Inteligencia Artificial sí puede acercar una suerte de resolución al dilema. O, al menos, algo parecido a una conclusión, en la voz de ChatGPT.
La conclusión de la IA
Maradona nunca fue un actor político pasivo. Durante décadas, el “10” se mostró abiertamente cercano a líderes latinoamericanos como Fidel Castro, Hugo Chávez, Evo Morales y Nicolás Maduro. Vistió camisetas con mensajes contra el imperialismo, tatuó en su piel el rostro del Che Guevara y de Castro, y no dudó en señalar a los gobiernos neoliberales como responsables de la desigualdad social que él mismo experimentó en su infancia en Villa Fiorito.
Su programa televisivo De Zurda, en TeleSUR, conducido junto a Víctor Hugo Morales, no sólo fue una plataforma para hablar de fútbol, sino también un espacio para reflexionar sobre temas políticos desde una perspectiva progresista y latinoamericanista. En más de una ocasión, Maradona dejó en claro su desprecio por el Fondo Monetario Internacional, los Estados Unidos y los “poderes concentrados” de la economía.
Milei, la antítesis ideológica
Javier Milei representa, en muchos sentidos, la antítesis de ese pensamiento. Liberal en lo económico, libertario en lo filosófico y rupturista en lo político, Milei ha defendido abiertamente las políticas de ajuste fiscal, la privatización de empresas estatales, la reducción del gasto público y el fin de lo que él denomina “la casta”. Su discurso confronta directamente con el ideario de justicia social y defensa de los sectores más vulnerables que Maradona solía enarbolar.
Asimismo, la defensa que Milei hace del libre mercado, su cercanía con sectores conservadores internacionales y su crítica constante al “populismo latinoamericano” chocan de frente con los aliados políticos históricos del astro futbolístico.
La familia y el contexto actual
Durante la campaña presidencial de 2023, Dalma y Gianinna Maradona, hijas del exfutbolista, manifestaron explícitamente su rechazo a Milei, llamando a no votarlo y vinculando su figura con valores que, según ellas, eran incompatibles con el legado de su padre. Esta postura familiar refuerza la idea de que, al menos en el plano ideológico, el universo de Maradona estaba más cerca del progresismo popular que del liberalismo ortodoxo.
Por su parte, Verónica Ojeda, madre de uno de los hijos de Maradona, no ha hecho declaraciones contundentes que vinculen a Diego con Milei, aunque en redes circularon versiones no confirmadas de un presunto guiño o simpatía. Aún si Ojeda lo hubiera insinuado, eso no bastaría como evidencia para modificar lo que el propio Maradona expresó de manera sistemática durante décadas.
¿Es posible imaginar un giro?
Claro que Maradona, como cualquier ser humano, podría haber cambiado de opinión. La política argentina es dinámica y está llena de giros inesperados. Sin embargo, no hay registro público ni privado de que en sus últimos años Maradona haya expresado simpatía hacia ideas libertarias o figuras cercanas al ideario de Javier Milei.
Pretender ahora adjudicarle ese respaldo post mortem no solo carece de sustento, sino que también desvirtúa una vida pública marcada por el compromiso con causas populares, la defensa de los humildes y una visión del mundo muy distinta a la que Milei representa.
Conclusión
Diego Maradona fue, y sigue siendo, un símbolo atravesado por la política. Asignarle posturas que nunca expresó, sobre todo cuando contradicen sus declaraciones históricas, es más un ejercicio de revisionismo interesado que una lectura honesta de su legado. Más allá de simpatías individuales, los hechos, sus palabras y sus gestos apuntan a una convicción clara: la de un hombre profundamente identificado con las luchas sociales de los sectores más postergados. Una identificación que, por el momento, parece difícilmente compatible con el proyecto de Javier Milei.