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Resciliencia y valentía: la argentina que venció los pensamientos oscuros y ganó una medalla en el Mundial de tiro

Fernanda Russo, que en los Juegos Olímpicos de París confesó haber pensado alguna vez en el suicidio, tuvo su premio deportivo tras sortear la adversidad.

Por Redacción EG ·

09 de abril de 2025

FERNANDA RUSSO es una figura notable del tiro argentino, situación que acaba de ratificar con su éxito en el Mundial que se realiza en Buenos Aires: junto con Julián Gutiérrez logró la medalla de bronce en la prueba mixta de 10m de rifle de aire.

El éxito deportivo, en este caso, sirve no solo para premiar su enorme capacidad deportiva sino también para algo que en definitiva es mucho más importante y no se mide en ningún metal precioso: el reconocimiento a la resiliencia y la valentía.

Para entenderlo hay que hacer memoria y remontarse a los últimos Juegos Olímpicos de París, cuando en la misma prueba pero en el plano individual se colocó en el puesto 30. Ese 28 de julio de 2024, apenas concluyó su faena, dijo que estaba "agradecida de estar viva" porque "muy lejos y atrás quedó la Fernanda con pensamientos suicidas después de Tokio".

 

 

Con apenas 24 años por entonces y a corazón abierto, declaró en aquella ocasión en TyC Sports que tras la competencia en 2020 "no podía pensar que mi vida podía seguir". Por eso, el solo hecho de presentarse en Francia era algo para celebrar: "Era muy importante para mí estar acá parada. Hay medallas mucho más importantes que una de oro. Hoy estoy agradecida de poder estar parada acá en la línea, estoy agradecida de poder estar viva, de poder disfrutar de una competencia como la disfruté hoy. Si bien los últimos 20 tiros no fueron los mejores, los primeros 40 sí. Siento que pude dar lo mejor que tenía y la mejor versión de Fernanda. Muy lejos y atrás quedó la Fernanda con pensamientos suicidas. Eso es lo más importante".

 

Fernanda Russo y su descarnada confesión tras París 2024.
 

"Terminé de tirar y me sentía viva. Busquen eso, busquen vivir. El alto rendimiento es un regalo. Estar acá para mí es un regalo. Si no hubiese sido por mi equipo de contención, yo hoy no estaría acá parada y seguramente no estaría respirando", concluyó.

Y es evidente que ese pensamiento se hizo carne y lema de vida para la cordobesa que nueve meses después luce dichosa por partida doble: por haber obtenido una presea por la que hizo mucho sacrificio y por haber puesto en orden su pensamiento y su corazón para encarar sin dramatismo lo que para ella es una pasión, con o sin buenos resultados.