El torneo que ratificó el gran momento del semillero del surf argentino
Otra brillante edición del Young Guns, la competencia que todos los juniors quieren ganar. Hubo 105 inscriptos que desafiaron poderosas olas de dos metros. El caso de Thiago Passeri (13 años) como reflejo de una camada que se las trae.
Hace casi tres décadas, cuando el surf argentino comenzó a transitar el largo camino del despegue, era todo a pulmón.
Martín Passeri lo recuerda bien.El más ganador de torneos argentinos en la historia (seis) viajaba periódicamente en colectivo desde su casa en Buenos Aires hasta Mar del Plata, donde vivía su padre, para seguir la pasión que le había despertado el surf. Se quedaba algunos días con él, se metía al agua todo lo que podía y se volvía. Lo hizo entre los 13 y los 18 años, cuando terminó el secundario y decidió mudarse a la Feliz para surfear, con esfuerzo y determinación, el día a día de un incipiente profesionalismo. En ese sentido, fue el líder de una nueva generación, que abrió una puerta que disfrutan hoy.
Aquella es recordada como un época romántica de este deporte. Era meterse al agua, disfrutar y luego, volver a la actividad de cada uno. Pero el Guerrero tenía un plan: vivir de su pasión. Y para eso tenía que trabajar. Y Passeri lo hizo. Un precursor. Hubo algunos a la par, otros lo siguieron y el surf nacional fue mostrando resultados importantes. Es verdad que los dos mayores a nivel internacional los consiguieron dos compatriotas (Santiago Muñiz y Lele Usuna) que, no casualmente, habían vivido en el exterior, progresando en otras culturas y olas.
Pero, de a poco, eso luce distinto. Hoy en día, tras el sostenido crecimiento y un sendero cada día más profesional, hay una nueva camada de surfistas que “están mejor que nosotros a esta altura”, como cree Maxi Siri -ladero de Passeri en aquel camino-, que puede crecer en nuestro país y tiene una interesante proyección.
En este caso, con 105 inscriptos en ocho categorías (M12, M14, M16 y M18), se disputó durante dos días esta segunda fecha del circuito nacional fiscalizado por la Asociación de Surf Argentino. Y el segundo tuvo el mejor oleaje del verano, muy desafiante para la nueva generación. Hablamos de un día épico con olas poderosas de al menos dos metros...
“Tuvimos es algo atípico para Mardel en esta época. Era difícil entrar y había mucha corriente hacia un costado. Ya estar en posición, sobre todo para los más chicos, era un gran desafío. Por eso fue un placer verlos desenvolverse en esa condición y surfear olas tan difíciles. Las categorías más chicas lo sobrellevaron bien y las más grandes, M16 y M18, la rompieron. Hubo chicos que surfearon como profesionales realmente, lo que nos ratifica la constante evolución de nuestro surf”, analizó Siri que, en su caso, puede hablar con una múltiple mirada: por ser surfista experimentado y, a la vez, por ser el padre de un competidor, en este caso el más pequeño del evento, su hijo Simón, que con 11 años se metió en el podio de la categoría M12.
Martín, su padre, es además su entrenador y da su análisis sobre la nueva joya del semillero. “Ha hecho un click marcado. Lo veo muy maduro y esta vez lo ratificó en un mar muy pesado. No recuerdo que se haya metido en unas condiciones así y realmente respondió muy bien, haciendo maniobras de adultos. Demostró que no se achica en condiciones así y que no le pesa competir por objetivos, como es buscar ganar en cada una de las categorías. En el último día le tocó intervenir en ocho series, con un mar grande, y respondió. Lo que refleja el entrenamiento que venimos realizando, incluso en el aspecto mental. Fijate que en el primer día, por las malas condiciones, quedó afuera en U14 y eso no le afectó nada”, explica.
“Mucho tiene que ver el trabajo que hacen distintas escuelas y grupos de entrenamientos. Hay muchos ex surfistas profesionales que le están dando una estructura a esta camada y hay muchos padres que están optando por esta opción que está dando sus frutos. En este torneo se notó el trabajo que están haciendo muchos de estos chic@s. Un trabajo que incluye lo técnico, lo táctico, lo físico y lo psicológico”, analiza quien es el director del centro principal de MdP, el CEEIS que se ubica en Honu Beach.
GENTILEZA JULIÁN MOZO