Primera División

El desgarrador testimonio de Marcelo Bravo sobre la muerte de Hernán Manrique

El entrenador de la reserva de Vélez contó cómo fueron los sucesos que desencadenaron en el fallecimiento de su ayudante de campo.

Por Redacción EG ·

24 de mayo de 2023

Marcelo Bravo, director técnico de la tercera división de Vélez, mostró su dolor por el deceso de su ayudante de campo, Hernán Manrique, ocurrido en pleno partido frente a Racing, la semana pasada.

“Fue un shock, no caemos todavía. Ya llevamos tres entrenamientos desde su pérdida y entrar al vestuario y no ver a Palito duele mucho, es muy triste. Teníamos una afinidad tremenda. Nos mirábamos y ya nos entendíamos. Éramos familia”, señaló.

 

Imagen Bravo y Manrique dirigieron de forma interina a Vélez en la victoria ante Talleres en Córdoba, por la actual Liga Profesional.
Bravo y Manrique dirigieron de forma interina a Vélez en la victoria ante Talleres en Córdoba, por la actual Liga Profesional.
 

El exjugador velezano, que debió dejar el fútbol por una dolencia cardíaca que interrumpió una carrera muy prometedora en primera división, hizo un semblante de Manrique: “Nos llevábamos muy bien. Era una persona alegre, a la que le encantaba lo que hacía. Yo soy más serio y él le llegaba bastante al jugador. El plantel lo quería muchísimo. Hacíamos una dupla bárbara. Era una persona saludable, apasionada por el fútbol. Nos habíamos puesto un objetivo y lo vamos a cumplir”.

Bravo, cuyo equipo marcha primero en la tabla de reserva con 37 puntos, también contó, en diálogo con ESPN F90: “Nos dimos un abrazo infinito con su mujer, sus hijos y toda su familia. Saben que donde me necesiten, ahí voy a estar. Él dejó algo muy marcado en mí y le voy a estar eternamente agradecido”.

El relato completo de Marcelo Bravo

Era día de partido y teníamos el desayuno a las 9 con los chicos que iban a jugar. Hasta ahí, Palito estaba como siempre, normal. A las 10 era la charla técnica. Yo siempre la iniciaba y él la finalizaba, con algunos detalles y alguna arenga. Después de la charla, los chicos salieron a la entrada en calor y ahí es cuando se sentó al lado de la pizarra. A mí me pareció raro.

Se levantó al ratito y le pregunté si estaba bien, porque lo notaba raro. Estaba un poco pálido. Se tocó la frente y el pecho, como diciendo que algo le molestaba. Le dije al doctor Gabriel Del Río que estuviera atento porque no lo veía bien a Palito.

Salí a la entrada en calor y le comenté al preparador físico, Mariano Fanesi, lo que estaba pasando. A los 5 minutos entré otra vez al vestuario y lo vi mojándose. Lo encaré de nuevo y le dije que no estaba bien. Me contestó que se sentía un poco mejor, pero yo le recalqué que no lo veía bien.

Salí y les repetí a los médicos mi parecer. Ya era la hora del partido y comenzaron a tratarlo. A partir de ahí llegó lo peor. 

Jugamos el primer tiempo; ganábamos 2 a 0, jugando muy bien. Cuando estábamos por salir al segundo, la Villa Olímpica era un silencio. Un compañero me dice: “no aguantó”. Yo no entendía. “¿Qué?”,  le pregunté? “Pali, no aguantó. Falleció”. 

Yo me fui a la cancha número 1, llorando. No podia creerlo. Los jugadores se metieron al vestuario con el resto del cuerpo técnico y no lo podíamos entender.