Primera División

BOCA PREDIO: LA MASIA XENEIZE

La llegada de Juan Román Riquelme a la dirigencia del club de sus amores lejos está de las notas y las reuniones de traje y corbata. Como siempre, en equipo deportivo termo y mate, está donde fue importante toda su vida: en una cancha de fútbol.

Por Pablo Bomarito ·

30 de abril de 2021

Una mañana cualquiera

El portón se va abriendo mientras desde adentro de la camioneta se adivina una mano en alto. Es temprano como siempre. Tras estacionar, la puerta se abre, baja en zapatillas con los colores y el escudo de toda la vida, con el termo y su mate. Juan Román Riquelme encontró su fortaleza, su reino propio en Ezeiza. Cómo cuando jugaba "a la pelota" su cabeza es indescifrable, recién cuando actúa uno se da cuenta de lo que estaba "craneando". Desde que dejó la actividad, siempre supo que quería ser y hacer, pero nadie lo adivinó hasta que sucedió como aquel pase en cortada o el caño al rival de turno o el centro milimétrico que caía en el corazón del área. Uno ahí entendía todo lo que había pasado antes. 

20 de octubre de 1979

Con la llegada de Josep Lluís Nuñez a la presidencia de Barcelona se fundó La Masía, tal y como se la conoce ahora. La idea fue crear un predio que sirviera de "pensión" (como decimos los argentinos) para aquellos chicos que vivieran lejos del club y no tuvieran dónde parar.
Ese lugar -que fue una solución en su momento- se convirtió en un recinto de pertenencia y ADN "culé": para jugar en el Barcelona no alcanza con hacerlo bien, hay que conocer su idiosincrasia, sus maneras o formas.
La idea de alimentar el equipo principal no solo con grandes figuras, sino crear un perfecto mecanismo que amalgame la manera de sentir el fútbol, de unir "la pelota" con una manera dentro y fuera de la cancha. Cómo siempre en la historia moderna del club catalán hay un nombre que vio todo: Johan Cruyff.

Imagen La Masia en el actualidad.
La Masia en el actualidad.
 

Olor a pasto recién cortado

El partido de Ezeiza se va convirtiendo lentamente en el lugar de entrenamiento de muchos de los clubes de la Argentina. Los pioneros son los dos más grandes del fútbol argentino: el "River Camp" y el "Boca Predio". Son los primeros colonos de la zona, más allá que Independiente y Racing Club tienen tierras donde podrían desarrollar complejos similares. En el caso del "Rojo" afincado en Villa Domínico y la "Academia" en el "Tita" en Avellaneda.
Riquelme camina con el termo abajo del brazo y el mate en la mano, parece distraído pero nada se le escapa. El paso es lento, pero la cabeza va rápido, mientras frunce la boca ante un mate medio tapado. Como cuando jugaba él no está solo: tiene su equipo. Blas Giunta, Jorge "Patrón" Bermúdez, Maurico "Chicho" Serna, Sebastián Battaglia, Antonio "Chipi" Barhijo, Matías Donnet, Roberto Pompei, Walter Pico, Carlos Fernando Navarro Montoya y Hugo Ibarra son algunos de los elegidos por él para enseñar y cincelar el "ADN Xeneize" en las generaciones venideras.

La casa de los talentos

Hablar de Barcelona y no citar a Cruyff es casi una blasfemia. Él fue quien convirtió La Masia en lo que es hoy. El fútbol total, el "tiqui-taca" (tiqui-tiqui en nuestra tierra) fue implantado por él para que todas las categorías jugaran de la misma manera que la primera división, para fortalecer a los “canteranos” y que la inserción de ellos en el primer equipo fuera natural. La idea se cristalizó cuando llegó al banco de la primera en 1988 y se convirtió en el entrenador que más jugadores hizo debutar con un total de 32, entre ellos Guillermo Amor, Albert Ferrer o Josep Guardiola. El germen de la revolución, la idea, ya estaba sembrada. 
Si hacemos un repaso de nombres, los resultados están a la vista: Lionel Messi, Andrés Iniesta, Carles Puyol (quizás el más representativo en valores y sentir), y hasta un tal Mauro Icardi pasaron por sus instalaciones.
Fue Tito Vilanova quien cumplió el sueño de Cruyff cuando por primera vez formó un once con puros canteranos, el 25 de noviembre de 2012 contra el Levante en Valencia. Durante 60 minutos, Barcelona formó de la siguiente manera:
Víctor Valdés, Martín Montoya, Carles Puyol, Gerard Piqué, Jordi Alba, Sergio Busquets, Xavi Hernández, Andrés Iniesta, Pedro Rodríguez, Leo Messi y Cesc Fàbregas. 

Messi charlando con los chicos de La Masia. Más que fútbol, un legado.

Los pibes vienen marchando

La idea de Riquelme y su equipo va tomando forma y empieza a tener sus réditos en el corto plazo, pero siempre pensando en el futuro.Más allá que las recientes apariciones no fueron formadas en su etapa, hoy reciben sus charlas, sus formas y su historia en el día a día. Luis Vázquez, Exequiel Zeballos, Alan Varela, Cristian Medina y el recuperado Agustín Almendra son los primeros retoños del proyecto.

Román camina entre las canchas, mira a los profesionales de la primera, a los que están cerca de llegar, a los más chicos que lo observan con admiración, alguno con el premio de una caricia en el pelo a la pasada, con el termo abajo del brazo yendo a buscar agua caliente. 
En definitiva todos lo miran, cómo cuando jugaba y los defensores intentaban ver el truco por venir, aunque esta vez todo está más claro: La "Masia Xeneize" está en marcha.