De la asunción al pedido de licencia: el camino plagado de escándalos del presidente de San Lorenzo
Marcelo Moretti, que se corrió de su cargo tras las acusaciones de cobro de coimas y la difusión de una cámara oculta, tuvo un año y medio de tormentosa gestión.

MARCELO MORETTI ganó las elecciones y se convirtió en presidente de San Lorenzo el 17 de diciembre de 2023. Se lo vio eufórico en esa jornada histórica en la que acudieron 19.000 socios a las urnas, todo un récord para la institución, y en la que prometió un "gran equipo" para pelear "la segunda Libertadores" y realizar esfuerzos en pos de la ansiada "vuelta a Boedo".
Sin embargo, el camino de un año y medio recorrido hasta ahora tuvo muchos momentos de zozobra y cortocircuitos fuertes con protagonistas importantes hasta desembocar en el pedido de licencia tras la difusión de una cámara oculta en la que se lo ve recibiendo dinero de supuestas coimas para fichar futbolistas juveniles.
La primera piedra, apenas asumido, fue la inhibición de la FIFA por una deuda de un millón de dólares con el colombiano Yeison Gordillo que le impidió realizar incorporaciones de cara al inicio de la temporada 2024. No fue el único impedimento de este tipo ya que hasta llegó un reclamo por la irrisoria suma de 1.000 dólares proveniente de Independiente Santa Fe.
Pero también Monterrey exigió 600 mil dólares por Adam Bareiro, apareció un incumplimiento de pago a Diego Rodriguez cercano a los 500 mil dólares, otro reclamo por el mismo jugador de Xolos de Tijuana de 160 mil, una obligación de compra que exigía Ferencvaros de Hungría por Carlos Auzqui que jamás se abonó, la queja del defensor Cristian Zapata por 250.000 dólares impagos y los dardos de Rafa Pérez por otros 110.000 que no se saldaron.
Es cierto que los temas económicos fueron un constante dolor de cabeza, pero también azotaron problemas de otro tipo, como el extravío de la escritura original de los terrenos de Avenida La Plata y que frenó un poco el ansiado anhelo de construir un nuevo estadio donde se emplazaba el Viejo Gasómetro. De este hecho, la administración de Moretti culpó a la anterior gestión.
También se hizo muy fuerte el enfrentamiento con el ex entrenador Rubén Darío Insua, cuya renovación de contrato fue uno de los primeros actos de la presidencia pero que después decantó en una relación tormentosa que concluyó de la peor manera y con acusaciones de uno y otro lado. "Insua dijo muchas mentiras. Nunca le dije que habían 15 millones de dólares para refuerzos", disparó Moretti. "Que diga que miento para mí es un halago", retrucó el DT.
Otra pelea muy fuerte se dio con Néstor Ortigoza, con quien se alió para llegar a ser primer mandatario y de a poco la relación comenzó a desgastarse hasta terminar muy mal, con el capitán que levantó la Copa Libertadores de 2014 corrido de su función de encargado del fútbol profesional.

"Me eligieron para estar acá en San Lorenzo y manejar el fútbol, pero no podemos ser tan desprolijos. Tenemos que generar una reunión y hacer las cosas bien. Este es un momento de quiebre", confesó el mánager del Ciclón.
Sin embargo, su pedido no prosperó y Moretti le puso fin a su tarea: "No es un mal muchacho pero le falta formación para el cargo. Le agradezco a Néstor por siempre haberme acompañado, pero a partir de ahora va a seguir desde otro lugar". Y los tironeos siguieron cuando el ex volante no quiso renunciar a su cargo de vocal tras la difusión de unos videos en los que se registraba el maltrato a su ex pareja.
En diciembre de 2024 se estableció la conformación de un nuevo departamento de fútbol encabezado por el vicepresidente primero, Néstor Navarro, tras el pedido de licencia que sus pares de comisión directiva le hicieron a Moretti en medio de una fuerte crisis institucional.
De hecho, las agrupaciones opositores habían difundido un fortísimo mensaje en el que resaltaban que "San Lorenzo enfrenta una grave crisis marcada por la falta de conducción, liderazgo, transparencia y respeto tanto al socio como al estatuto. Esta situación nos ha arrastrado a un presente desastroso y peligroso en los aspectos económico, financiero, institucional y deportivo. Nuestro club está al borde de la quiebra, la desaparición o incluso la privatización".
El presidente, en tanto, reconoció que "San Lorenzo está en una situación casi terminal, hemos puesto dinero muchos dirigentes. Vamos a hacer un presupuesto más austero. Le pido perdón al hincha por este presente deportivo. Vinimos a sanear el club y hacer el estadio en Boedo".
También se recuerda como un hecho que causó estupor el comprobante apócrifo por el pago de Matías Reali, adquirido a Independiente Rivadavia, cuyo presidente, Daniel Vila, fue durísimo: "Se manejaron muy mal. San Lorenzo nos estafó; nunca se acreditó el dinero que dijeron haber enviado y mandaron un certificado trucho".
Después de argumentar que "la cuenta indicada por el club vendedor para recibir el dinero no se encontraba operativa", pasaron cuatro días hasta que finalmente ingresó la plata a las arcas de La Lepra y el pase se concretó.
