Brian Fernández quiere dejar atrás el infierno y vive con su entrenador
El delantero de Almirante Brown afronta una permanente lucha contra las adicciones y el DT Daniel Bazán Vera le brinda la contención que necesita.
BRIAN FERNÁNDEZ es un guerrero del fútbol, pero más que nada por la lucha que afronta fuera de la cancha, donde las adicciones se convirtieron en el peor de los rivales y muchas veces lo sometieron y le impidieron brillar con las grandes condiciones que supo demostrar por su habilidad y su capacidad goleadora.
Con las camisetas de Defensa, Racing, Necaxa y Portland Timbers, entre otras, convirtió 88 tantos en 234 partidos. Hoy, a los 29 años de edad, defiende los colores de Almirante Brown, pero siempre con la mira puesta en superar todo aquello que le jugó en contra y que le provocó innumerables recaídas.
En el conjunto de Isidro Casanova encontró un refugio, un solaz que también incluyó algún que otro resbalón. Venía de sucesos tales como la internación por un brote psicótico en 2022 o la desaparición por varios días mientras jugaba a Colón, el club de sus amores.
Hasta que recaló en la Fragata y, más allá de los percances, hasta convirtió el golazo del triunfo en el clásico contra Deportivo Morón, hace un par de semanas. Una de las claves de la paz que transita en pleno septiembre de 2024 es la contención que le brindó el DT de Almirante y también ídolo de la institución, Daniel Bazán Vera, quien le abrió las puertas de su casa para que directamente conviva con él.
Hace dos meses que comparten el hogar, una experiencia que el propio Brian contó en el canal de Youtube del periodista Agustín Fantasía: "Tuve muchos altibajos pero estoy conviviendo hace más de 60 días con el profe y estoy feliz por estar lejos de muchas cosas y de disfrutar del fútbol. Es un momento muy lindo de mi vida el que estoy transitando: me brindó su familia, su amistad y su corazón. Lo único que tengo que hacer es cuidarme".
Antes del arribo del Indio a la dirección técnica, Fernández ya estaba en Almirante, pero alternó buenas y malas. "Siempre que me mandé una cagada les pedí disculpas. Si daba un paso en falso, levantaba la mano. Eso sí: nunca desaparecía", recalcó.
Pero con Bazán Vera todo dio un giro radical, cuando se conocieron en abril pasado: "Arrancamos con un día y después fue otro, otro, otro y otro hasta que se concretó. Me preguntó si no quería quedarme, para probar si me hacía bien. La verdad es que me sentí bien y mi responsabilidad es devolvérselo en el campo de juego".
Lo curioso es que hasta duermen en la misma habitación y eso da lugar a algunos momentos graciosos: "Me pone la música en la oreja y yo le tiro un zapatillazo", dice entre risas el delantero. Además de ver "todo el tiempo partidos de fútbol", reconoce que "hay cargadas y cosas así, se generan bromas y un lindo ambiente. Pero hay mucho respeto".
El propio Bazán Vera dio su visión: "Nosotros también aprendemos con él porque nos enseña a no bajar nunca los brazos y luchar continuamente. Mis hijas le hacen el flan en la casa y se lo traen a él, no a mí. Lo que se hace amar es algo extraordinario. Hemos encontrado una excelente persona y es todo mérito de él. Nosotros sólo lo contenemos y le damos cariño, que disfrute de nuestra familia porque ya es parte de ella. El entrenar, dormir siesta, alimentarse bien, acostarse temprano a la noche... Me hizo volver a un momento maravilloso y lo amo por eso".
Aunque Brian Fernández quiere hacer más y más goles que sirvan para quedarse con los tres puntos en cada fecha, la verdadera victoria está antes y después de cada partido. "Yo batallo y batallo; esta pelea la voy a ganar", aseguró.