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La resurrección: Brian Fernández gritó un gol y quiere volver a ser

Dos años después, marcó en Argentina. Fue con la camiseta de Almirante Brown, el club que le dio una nueva oportunidar para dejar atrás sus problemas personales.

Por Redacción EG ·

06 de abril de 2024

BRIAN FERNÁNDEZ es un futbolista con un gran potencial cuyo mayor adversario no vistió la casaca de ningún equipo pero le ganó varios partidos: las adicciones. Surgido de Defensa y Justicia, en sus comienzos mostró notables condiciones que se vieron tronchadas por sus problemas personales.

Más allá de su habilidad y capacidad goleadora que ilusionaban a todos (marcó casi 80 conquistas), nunca pudo hacer pie y deambuló por una larga lista de clubes: Racing, Sarmiento, Metz, Unión La Calera, Necaxa, Portland Timbers, Colón, Ferro, Deportivo Madryn y Morelia. Siempre con la intención de volver a empezar, pero con una caída tras otra.

A principios de año su representante Christian Bragarnik había expresado: "Hace un mes que no hablo con él, esa es la verdad. Lo quieren los clubes y es un tema que discutimos mucho. Todos lo piden y dicen ‘acá lo vamos a cuidar’, pero después se encuentran con el problema y los supera. No es fácil. Es muy difícil".

 

Imagen Desde enero, Brian Fernández tiene una nueva oportunidad en Almirante Brown.
Desde enero, Brian Fernández tiene una nueva oportunidad en Almirante Brown.
 

A los 29 años, su nueva oportunidad está en Almirante Brown, a donde llegó en enero pasado. Y este sábado, tres meses después, tuvo su momento de redención: convirtió el tanto del empate de su equipo en el clásico del Oeste contra Deportivo Morón, en Isidro Casanova, partido que finalizó 1-1.

De ese modo, volvió a festejar un tanto en la Argentina dos años después, ya que el último lo había hecho en marzo de 2022 en Defensores de Belgrano-Deportivo Madryn. Además fue la primera vez que juega como titular con los colores de la Fragata.

Su festejo fue conmovedor. Corrió hacia el banco de suplentes, se abrazó con todos y se puso una camiseta blanca con la inscripción: Rey, te quiero mucho. Fue amonestado y jugó todo el partido, pero lo más importante es que volvió a ser feliz en un campo de juego y, al menos por hoy, se declaró ganador de una importante batalla que no deja de librar.