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DE ROLAND GARROS A NADAL, DOS ESCULTURAS CON HISTORIA

Al igual que el mítico aviador que le dio el nombre al torneo, el máximo campeón tendrá su propia estatua desde este jueves en el Stade Roland Garros.

Por Pablo Amalfitano ·

26 de mayo de 2021

ROLAND GARROS, el torneo más prestigioso del mundo sobre polvo de ladrillo, no lleva su nombre por capricho o por obra del azar. El Stade Roland Garros, el recinto en el que se juega el certamen desde 1928, fue construido en honor al mítico piloto de la Primera Guerra Mundial, caído en combate en 1918, recordado también por haber sido el primer hombre en cruzar el Mar Mediterráneo por aire, con conexión de las ciudades de Fréjus, Francia, y Bizerta, Túnez.

El maravilloso lugar en el que se desarrolla el certamen fue edificado a partir de un golpe deportivo histórico: René Lacoste, Henri Cochet, Jean Borotra, Jacques Brugnon ganaron la Copa Davis por primera vez en 1927 y derrocaron a los Estados Unidos en Philadelphia, de visitantes y contra todo pronóstico. En aquel momento el campeón se clasificaba directo a la final del año siguiente y, por ello, Francia requirió la construcción de un estadio que estuviera a la altura de las expectativas.

A partir de 1928 Los Cuatro Mosqueteros se transformaron en una leyenda y defendieron la ensaladera durante cinco años al hilo en el Stade Roland Garros, ese mismo lugar en el que, varias décadas más tarde, Rafael Nadal se convirtiera en el verdadero conquistador. Ellos cuatro estuviern, desde hace años, inmortalizados con sus estatuas en la Place des Mousquetaires, aunque ya no figuran después de la última remodelación del complejo -entre las obras se encuentra el techo retractil de la Philippe Chatrier, inaugurado el año pasado-. Desde abril de este año, además, hay una escultura en el complejo del propio Roland Garros, el aviador que quedó en la historia por sus epopeyas y que le dio el nombre al torneo.

Desde este jueves, para dimensionar lo que significa su figura, Nadal también tendrá su estatua. No es para menos: el hombre de Mallorca, que el próximo 3 de junio cumplirá 35 años, acumula la asombrosa cantidad de 13 títulos en Roland Garros. Sí, levantó la Copa de los Mosqueteros en trece ocasiones.

Los hechos resultan todavía más hegemónicos si se desmenuzan los números: Nadal ganó cien partidos y apenas perdió dos. Dos. Sólo Robin Soderling en 2009 y Novak Djokovic en 2015 fueron capaces de ganarle tres sets en un mismo partido al rey del polvo de ladrillo, el mejor jugador de la historia sobre canchas lentas.

Gilles Moretton, nuevo presidente de la Federación Francesa de Tenis, y Caroline Brisset, la artista y escultora de la obra, anunciaron que la estatua será descubierta este jueves,  en consonancia con la presencia del propio Nadal, que llegó este miércoles a París para buscar su 14ª corona en el Bois de Boulogne.

La organización de Roland Garros había votado por unanimidad, en la edición de 2017, que una leyenda como Nadal tendría que perdudar en los tiempos y quedar inmortalizada en las instalaciones del torneo. El español, ya convertido en mito más allá de que ser aún un jugador activo, es tan grande en París que hasta la figura de Björn Borg, el sueco que ganara el certamen nada menos que seis veces, quedara totalmente minimizada. Y todavía se avizoran varias páginas históricas por escribir. Rafa, una vez más, está de regreso en París.