Juegos Olímpicos

La historia de Noah Lyles: de superar una enfermedad a seguir los pasos de Usain Bolt

El norteamericano se consagró como campeón olímpico en los 100 metros y confirmó que es el más rápido del mundo en París 2024.

Por Constanza Vanzini ·

04 de agosto de 2024

NOAH LYLES es el hombre más rápido del mundo. "Siempre lo supe", se había animado a decir sin vueltas tras conquistar el Mundial de Budapest en 2023, en el que ganó todo lo que tenía a su alcance con el oro en los 100 metros, 200m y el relevo de 4x100m.

El elegido como el sucesor de un ícono como Usain Bolt, el último que había logrado ese histórico triplete de velocidad, se consagró como campeón de los 100m en los Juegos Olímpicos de París 2024, donde le ganó a Kishane Thompson, de Jamaica, por sólo 5 milésimas de segundo en una final infartante.

Nacido hace 27 años en Gainesville, Florida, Lyles tuvo que superar distintos obstáculos desde su niñez. Desde los cuatro años, sufrió de asma crónico grave que le impedía dormir, una condición al que no le encontraban solución. Le hicieron estudios de sueño para intentar descubrir una cura hasta que años después lo operaron en la zona de las amígdalas y empezó a mejorarse. Hasta ese momento, no podía hacer deportes ni una vida normal: "fueron muchas noches en el hospital, sin dormir, con el respirador, tomando medicamentos...Recuerdo el ladrido de mi perro por toda la casa, él sabía que estaba enfermo".

Ya como profesional, sufrió de ansiedad y depresión, que pudo tratar con diferentes terapias y así salir adelante. Fanático de la música, la moda y lo artístico, aprendió que no todo es atletismo para él. Carismático y excéntrico, le gusta distinguirse de sus competidores, suele usar perlas y las uñas pintadas especialmente para cada ocasión. Además es supersticioso y suele llevar una carta del cómic Yu-Gi-Oh! a las carreras para exhibirlas antes de la largada.

 

Imagen Lyles, un showman del atletismo
Lyles, un showman del atletismo
 

El atleta de Estados Unidos planea en París 2024 buscar cuatro medallas de oro, agregando el relevo 4x400 metros a su repertorio habitual.

“La línea entre la confianza y la arrogancia es difusa. Todo es una opinión. Siempre digo que si viste mi vida y lo que tuve que pasar, que me dijeron literalmente que no podía hacerlo, nadie hablaría así. Y acá estoy otra vez, logrando casi todo lo que me propongo", explicó sobre su confianza en sí mismo, que suele confundirse con falta de humildad, algo que al atleta norteamericano a veces le afecta.

Con un impresionante palmarés, que además incluye un bronce olímpico en Tokio 2020, seis títulos mundiales y cuatro trofeos de la Liga de Diamante, Lyles ya no sólo se mira a sí mismo y quiere transcender el deporte: "cuando me retire quiero poder ir a las competiciones para ver a los nuevos corredores y que alguno me diga: “Hiciste posible esto para mí. Quiero ayudar a los que les dijeron que no podían lograrlo”.

 

Imagen El atleta norteamericano tiene una fuerte historia de superación
El atleta norteamericano tiene una fuerte historia de superación
 

Es uno de los deportistas más populares en la Villa Olímpica y eso le generó problemas en su rutina, con horarios extraños para almorzar para evitar multitudes en su intento de disfrutar de su estadía junto a los deportistas de otros países en una experiencia más que especial para él.

"La última vez que estuve en los Juegos Olímpicos no sentí mucha alegría. Esta vez, sí, tengo mucha emoción", había dicho Lyles luego en su debut en el Stade de France, donde fue ovacionado por el público local. Una sensación que anticipaba su éxito en la impresionante final que corrió y ganó tras un comienzo adverso. Fiel a su historia, Lyles lo hizo y es el nuevo campeón olímpico. 

 

Fotos: AFP