Una argentina fue parte de la histórica prueba en las castigadas aguas del Sena

EL RÍO SENA, la vedete de los Juegos Olímpicos de París desde que se anunció el plan de saneamiento como bandera de la postulación de la capital parisina, finalmente vio acción deportiva en sus semi depuradas aguas.

En la inauguración fue el escenario de una espectacular fiesta con un desfile náutico a lo largo de 6 kilómetros y que transportó a los atletas participantes mediante cien catamaranes hasta el Trocadero.

Pero a pesar de que una semana antes de la apertura de la competencia la alcaldesa de París, Anne Hidalgo, se zambulló simbólicamente tras más de cien años de prohibición de nadar en su cauce, los 1.400 millones de euros invertidos en la limpieza no alcanzaron para dejarlo totalmente apto para la práctica deportiva. Un rival impensado fueron las intensas lluvias que provocaron el aumento en el nivel de bacterias.

De hecho, después de varios días de dudas el triatlón masculino no pudo disputarse durante la jornada del martes y pasó para este miércoles, cuando sí se llevó a cabo junto con la prueba femenina. Así se produjo, al fin, la postal tan soñada: ver a los nadadores lanzarse al mítico río parisino.

Una de las privilegiadas fue la argentina Romina Biagioli, que participó de la prueba y concluyó en el puesto 47, además de convertirse en la primera compatriota en la disciplina en disputar dos Juegos Olímpicos consecutivos. Ya había formado parte de Tokio 2020.

 

 

La nacida en Córdoba completó un tiempo de 2h05m15s y sufrió la complicación de una caída en la prueba ciclística y un desempeño discreto al momento de correr. En cuanto a la experiencia en el Sena sostuvo que "fue la mejor natación de mis Juegos Olímpicos. Me fui a dormir con la mentalidad de que se nadaba. Fue inexplicable lo que pasó estos días. Un poco fue injusto porque yo no pude hacer el evento el año pasado. Quería probar un poco cómo era la corriente". 

 

 

"Cuando me tiré a probar el agua era muchísima la corriente. El plan tenía que ser tirarme para el medio. Cuando vas para allá no te das cuenta de la corriente, pero cuando volvés es fuertísima. Fue durísimo. Pero fue cualquier cosa esto. No poder probar el circuito no debería haber pasado", concluyó.

IMAGEN DE PORTADA: AFP