Pequeña gigante: la hazaña de Gabriela Sabatini en Roland Garros 1984
Con sólo 14 años, la leyenda argentina fue campeona del torneo junior y deslumbró al mundo, con Diego Maradona como hincha número uno.
ANTES DE QUE GABRIELA SABATINI se convirtiera en una de las grandes deportistas de la historia argentina, había una pequeña tenista que se movía por la cancha con más soltura e inteligencia que ninguna de las de su edad.
"Hace mucho no se ve alguien con tanta facilidad para jugar", señalaba la crónica de El Gráfico del 10 de junio de 1984, desde París.
La primera vez que Gaby deslumbró al mundo fue suficiente y para siempre. A la final de Roland Garros Junior había llegado una niña de tan solo 14 años, tímida e introvertida, con un pañuelo como vincha y pelo largo, que había dejado en el camino en el certamen a rivales sub 18.
En la definición, en la cancha 2, derrotó a la búlgara Katerina Maleeva por 6-3 - 5-7 y 6-3 para consagrarse como la primera campeona argentina juvenil en el torneo parisino.
"La piba de oro", como se títuló la nota, consiguió una hazaña que marcó un antes y un después no sólo para su carrera sino para todo el tenis nacional. Antes de Gaby, sólo Claudia Casabianca había logrado conquistar un Grand Slam junior en la rama femenina, cuando ganó el Abierto de Estados Unidos, en Forest Hills, en 1977.
"Le hice un drop a la izquierda, ella me la tiró al medio y ahí le metí un passing. Salté de alegría y fui a abrazar a mi papá", contaba Sabatini sobre el punto del campeonato con la inocencia y frescura de cualquier adolescente como si se tratara de un partido más.
Gaby nunca fue como las demás e hizo de lo extraordinario su rutina. Apenas un año después, a sus 15 años, regresaría a Roland Garros como profesional y se transformaría en la semifinalista más joven de la historia, un recórd que mantiene hasta el día de hoy.
El día que se conocieron Sabatini y Maradona
Ese domingo 10 de junio de 1984 no sólo Sabatini ganó el título sino que también fue el día que conoció a Diego Maradona, quien había viajado especialmente a ver a la niña prodigio y a alentarla desde la tribuna de la cancha 2, al igual que después hizo con tantos atletas argentinos durante toda su vida.
"Diego me vino a ver en esa final. Estaba en la cancha y lo vi. Creo que no tenía mucha conciencia de que él estaba en la tribuna", recordó Gaby en otra nota con El Gráfico sobre su primer encuentro con el 10.
"Después almorzamos y se quedó charlando conmigo. Siempre fue de apoyar a los deportistas argentinos y que haya venido hasta París a verme fue muy especial para mí", agregó.
Ambos se volvieron a ver en 1990 en una producción especial de fotos de la revista, en el Foro Itálico de Roma, donde Sabatini siempre fue la favorita de los italianos. Maradona, ídolo de Nápoli y fan de Gaby desde el principio, eso lo entendía más que nadie: “Gabriela no se discute, Gabriela se ama”.
Fotos: Archivo El Gráfico