Táctica, metáforas, charcos y humedad: el intercambio discursivo entre Scaloni y Alfaro
La previa del duelo entre Argentina y Paraguay trajo un armonioso cruce dialéctico entre ambos entrenadores.
"SOY UN PROFESIONAL DE LA PALABRA",repite una y otra vez, incluso con el paso del tiempo, uno de los más grandes novelistas argentinos de los últimos cincuenta años.
No se sabe a ciencia cierta qué pasa por la cabeza de Gustavo Alfaro cada vez que arroja una ocurrente frase que consigue dar vueltas por los medios de comunicación, pero bien se lo puede ubicar en alguna descripción similar, con el apartado obvio de salvar las distancias.
El entrenador de Paraguay tendrá un muy fuerte desafío este jueves: recibirá en Asunción a la Selección Argentina, en términos de resultados la mejor Selección del planeta.
Para graficar los atributos de la Albiceleste el técnico de gran recorrido en clubes y Selecciones decidió utilizar, como acostumbra cada vez que habla de manera pública, un puñado de analogías que quedarán en la historia de los sintagmas del fútbol.
"Si no tenés sociedades, Argentina te encuentra. Argentina es la humedad: por algún lugar se filtra; si tenés una pared rajada, la humedad te aflora. Argentina te descubre las rajaduras y si no las tenés bien cubiertas, Argentina se te filtra. Hay que tener un impermeabilizante para que no se note tanto", lanzó el profesional de la palabra que tiene el ecosistema del fútbol.
La frase tuvo semejante pregnancia que Lionel Scaloni, el técnico de la Selección Argentina, fue consultado en su propia rueda de prensa por lo que dijo Alfaro: "Más allá de la metáfora quiso decir que Argentina puede hacerte daño en cualquier momento. De Paraguay pienso que, además de ser una Selección históricamente difícil para nosotros como local, tiene buenos jugadores que están en equipos importantes del exterior y eso es lo principal. Después... los equipos de Gustavo ya sabemos cómo son".
El armonioso cruce dialéctico llegó para que hubiese flores en ambas direcciones. Aunque ambos tienen aspiraciones macro de otro calibre, comparten una en particular: llegar al Mundial.
Para Alfaro las eliminatorias son una carrera de resistencia y no de velocidad. Paraguay sumó 8 de los últimos 12 puntos en juego y acumula dos triunfos y dos empates con Lechuga al mando. Sacó un empate de valor superlativo en Montevideo ante Uruguay, de Marcelo Bielsa, y le ganó a Brasil en el Defensores del Chaco, el recinto en el que este jueves pretende desacticular a la Argentina.
"Si el cuerpo humano fuese un automóvil, la pasión sería el motor y quien conduce es la razón. Hay que tener las dos cosas porque con una no alcanza. Es una combinación de las dos cosas. Soy un obsesivo del fútbol", dijo el técnico del equipo guaraní.
Messi, el observador
Siempre se habló, en la biósfera futbolera de los especialistas, que Lionel Messi "camina la cancha" en determinados pasajes de los partidos. ¿Messi camina? Como profesional de la palabra, Alfaro tiene una respuesta para todo.
“Siempre fue un dilema eso de que ‘Messi camina’. Y no, Messi no camina. Messi observa. Mientras recorre el campo, va mirando dónde está el charco de agua y se te instala", soltó Lechuga.
Y profundizó: “Tiene el valor agregado de que no solo le dan sus capacidades sino de ser un estratega. Y al estratega no lo podés neutralizar desde una marca individual, lo mismo que era muy difícil neutralizar a Maradona. Son muy raros esos casos".
Para finalizar lanzó cómo piensa que hay que neutralizar a Messi: “Yo te mando una marca personal sobre Messi y Messi se va a tomar tres minutos, va a mirar el panorama y va a decir ‘allá’. Le va a decir a De Paul, a Mac Allister o a los compañeros que pueda tener en el medio, que se va a tirar allá, va a juntar a dos y va a dejar un espacio vacío para que caigan ellos y resuelvan ahí. Después aparecerá por sorpresa y va a pedir que se la den porque ahí no lo pueden controlar”.