Alex Barrena, el joven al que el destino le encordó una raqueta
El tenista argentino jugará su primera qualy de ATP en el Córdoba Open y, en diálogo con El Gráfico, recordó sus inicios y se aventuró ante un futuro prometedor.
La carrera de los tenistas no suele ser lineal. Puede ser un laberinto, con obstáculos, atajos, retrocesos y avances hasta encontrar el camino. La estrategia para recorrer ese sendero a veces se planea al detalle y otras no. No hay un método mejor y siempre requiere de fortaleza, pero a algunos el destino simplemente los sorprende.
Alex Barrena tiene 21 años y es una de las caras de la nueva generación del tenis argentino. Estuvo entre los 20 mejores del mundo en juveniles y este fin de semana disputará su primera Qualy de un torneo ATP: el Córdoba Open, certamen que se desarrollará en el Polo Deportivo Kempes entre el 3 y el 11 de febrero.
"Cuando era chico no iba a jugar como profesional. Surgió sin darme cuenta, no lo decidí. Me iba bien y se dio. Lo mío fue todo al voleo. Nada fue planeado", reconoció en diálogo con El Gráfico sobre sus inicios.
El joven de Buenos Aires, que tiene como coach principal a su padre Maximiliano, explicó que recién a los 16 años su vida dio un giro. "Antes entrenaba poco y, a la vez, jugaba al fútbol. Hasta que me fui a competir en Interclubes a Europa para lograr ranking y estudiar en una universidad de Estados Unidos. Allá jugué un año de junior y me fue bien", agregó.
Barrena hizo un click ya de adolescente. Sus buenos resultados como juvenil lo empujaron a convertirse en tenista profesional. En 2020, en medio de la pandemia, disputó Roland Garros, su primer Grand Slam, en donde llegó a cuartos de final. "No había nadie en el club, sólo los que trabajaban en el torneo. Fui a ver un Djokovic-Tsitsipas y estar en el estadio central casi vacío fue rarísimo. Estábamos aislados y sólo ibamos del club al hotel", recordó de aquel certamen parisino que se realizó en burbuja por el Covid.
"Del Big 3, me quedo con Djokovic. Nole es el mejor, pero creo que Roger es el más grande. Igual que Messi y Maradona. Diego es distinto", admitió sobre los más ganadores de la historia, aunque si tiene que elegir entre sus referentes tenísticos, su preferencia está teñida de celeste y blanco: "Los que más me gustaron siempre fueron Nalbandian y Coria. El rey era extraordinario. Y el Mago...increíble lo que jugaba".
A Barrena el destino le puso la raqueta en la mano y desde allí nunca frenó, salvo cuando tuvo ese problema de salud. "Siempre es bueno jugar en Argentina. Uno ya conoce el clima, la superficie y cuenta con el apoyo del público, eso está buenísimo. Los torneos en el país nos ayudan mucho a los deportistas locales" , contó previo a jugar el primer ATP de su carrera.