Atletismo
Corre con la bendición del Papa
Sebastián Armenault, un ultramaranotista solidario, tuvo un gran 2016, que incluyó un encuentro con el Papa Francisco.
Sebastián Armenault
Sus inicios
Fue un encuentro tan impactante como la historia de este ex rugbier que trabajaba como director comercial hasta que, hace 7 años (a los 40), descubrió el running y cambió radicalmente su vida. Al año de comenzar ya corría 42 kilómetros, pero no sin antes atravesar sus miedos. “Cuando iba para mi primer maratón me asusté mucho, volví a casa y agarré 50 pesos… Mis compañeros creyeron que era para las bebidas, pero en realidad los agarré porque pensé que iba tener que tomarme un taxi…”, revela hoy. Darse cuenta de que podía superarse lo motivó a ir por distancias inimaginables. Entre sus hitos figuran los 190 kilómetros de la Himalaya-India y Nepal, los 330 de la Transalpina que atraviesan 4 países, los 50 del Polo Sur con hasta 32 grados bajo cero, los 250 del Desierto del Sahara con 55° de calor, los 250 en el Amazonas para los que tuvo que darse 12 vacunas y los 42 en una mina de Alemania ubicada a 850 metros bajo tierra…
La carrera del cambio
Objetivos claros
Lo mágico de su caso es que no le importan los tiempos ni los triunfos. “De hecho en la mayoría de la carreras salgo último”, cuenta asegura ganar de otra manera. “El que triunfó en el Sahara se llevó 5.000 dólares en premios y yo, que salí 793°, junté 50.000 para donaciones. ¿Quién ganó entonces?”, te deja pensando con su reflexión. Su “victoria” es sumar kilómetros porque con cada uno que alcanza, las empresas que lo auspician hacen donaciones a los lugares que Sebastián elige. Hoy su proyecto solidario lleva más de 24.000 kilómetros recorridos y 4.500.000 de pesos en regalos. Su objetivo, además, es dejar un mensaje inspirador. Superarse es Ganar es su lema. Así se llama su libro y la charla que ya dio en 15 países.
Ayuda social
Con la empresa de construcción Weber Saint Gobain, por caso, lleva una alianza de seis años que incluye, entre otras cosas, levantar el comedor Jardín de Dios (para 60 personas) en José C Paz. "Que me ayuden en este sueño es algo mágico. Ojalá hubiera más empresas así, sobre todo cuando no sos un deportista consagrado que gana medallas... Weber entendió que mi idea es trascender por el mensaje, no por los triunfos", cuenta otro de los miembros que tiene el programa Huella Weber que incluye a varios embajadores top. Armenault completó un 2016 de ensueño que incluyó la creación de una carrera familiar llamada "1 Kilómetro, 1 Sonrisa" que ya organizó en diversas ciudades con el mismo fin solidario y el 22 de enero repetirá en Miramar con el objetivo de comprar un desfibrilador para el balneario. Además, para este 2017, tiene planes ambiciosos como subir los 6.962 metros del Cerro Aconcagua en febrero y, ya en julio, correr los 180 kilómetros de Madagascar.