Las Entrevistas de El Gráfico

"Nunca invitaría a Bilardo a mi programa"

El gran amigo de la Caprichosa y cien respuestas a fondo. Sus años de jugador, sus mejores momentos y sus enemigos, porque como todo buen periodista que se precie de serlo, él también los tiene.

Por Diego Borinsky ·

23 de octubre de 2007
Reportaje publicado en El Gráfico en la edición de noviembre de 2005

 

1 ¿Qué ponés en la tarjeta de embarque: ex futbolista o periodista? Futbolista, nada de ex. Así como no hay ex médicos ni ex abogados, no tiene por qué haber ex futbolistas. Somos futbolistas que no ejercemos, a los que no nos ponen más.

2 ¿Cuál es tu máximo orgullo como periodista? Haber sido un futbolista que tomó esta profesión en serio. Hice las inferiores, igual que en el fútbol: estudié en el Círculo, empecé de a poco, al principio llevaba casetes, editaba, compaginaba, y de a poco fui aprendiendo. Y no lo tomé como algo ocasional para conseguir otro trabajo, como plataforma de lanzamiento. Lo que nunca soñé es que me iban a dar un Martín Fierro como conductor de televisión, como pasó en 1993, y que con Simplemente Fútbol le íbamos a ganar a Fútbol de Primera.

3 ¿A qué personaje del fútbol no invitarías nunca a tu programa? A Bilardo. Y no por su filosofía futbolística, porque de hecho yo jugué de todo, con lo que sería un jugador de Bilardo fantástico. El tema es que lo enfrenté como jugador y para ganar hacía cosas que no se las perdono. Y tampoco le perdono que no haya hecho nada por Maradona, siendo él médico.

4 ¿Hay mucha envidia en el ambiente del periodismo? Cuando jugaba, pensaba que en el fútbol había mucha envidia, pero el primer día que me senté frente a una cámara me di cuenta de que este ambiente era mucho peor. Por unos segundos de aire te pueden matar.

5 ¿Cuándo lo conociste a Maradona? En Argentinos. Yo venía de jugar en el Madrid y él me decía maestro, me trataba con mucho respeto, y yo me permitía decirle cosas que otros no: por qué no venía a algunos entrenamientos, por ejemplo. Hicimos una muy buena relación y después estuvimos ocho años sin hablarnos.

6 ¿Por qué? Cuando salió el primer doping, dije que los amigos que tenía cerca contemplaran la posibilidad de ayudarlo. De esa manera, confirmaba que Diego estaba con la droga, algo que todos sabían pero no decían. Y algunos que siempre andan dando vueltas por ahí fueron a contarle: “Este botoneó”. Lo declaré en un programa de Mariano Grondona, donde estaban Bilardo, Víctor Hugo, Paenza. A partir de ahí nos cruzábamos y no nos saludábamos, hasta que un día me llamó Eurnekian y me dijo que teníamos que comer con Diego, y cuando llegué nos dimos un abrazo.

7 ¿Te generó muchos dolores de cabeza la afirmación de que habían incentivado a Polonia en el Mundial 74? Me dio tristeza que muchos compañeros lo ocultaran o lo negaran. Es algo que todo el mundo del fútbol sabe que pasa. Hoy un periodista dice “¡qué bien se viaja en Aerolíneas!”. Y seguro que le dieron el pasaje gratis, o sea que lo incentivaron. Desde que hay premios en el fútbol, hay incentivación, así que nunca me arrepentí de lo que declaré.

8 ¿Cómo fue tener tres técnicos en el Mundial 74? Muy difícil. Venía el Polaquito Cap, con su pizarrón con imanes, y nos ponía en zona. Después le preguntaba a Víctor Rodríguez, “¿tenés algo para agregar?”. Y Víctor bajaba todas las fichas y nos ponía hombre a hombre. Después estaba Varacka, que no opinaba tanto, y el Nene Rial, que espiaba a los contrarios. Un verdadero despiole.

9 ¿Alguna vez te bailaron tanto como Holanda en el Mundial 74 (4-0)? No nos bailaron como lo puede hacer un equipo brasileño. Lo que sentí fue impotencia: te caminaban por arriba. Recuerdo que en un foul sobre el área de ellos pateó Perfumo, pegó en la barrera y la bola fue a la mitad de la cancha. Estaba Heredia, y cuando levantó la cabeza se venían como 200 holandeses. Así era en todos los tiros.

10 ¿Vos saliste de ese partido porque no te la bancaste? No, en un Mundial nunca querés salir. Pasó que en la previa me había roto un aductor contra Sportivo Pedal, en Mendoza. Me daban inyecciones y la aguja no salía porque se me había formado un callo. Eso generó con el tiempo que me tuviera que operar la cadera, pero no me importaba, yo quería jugar el Mundial. Lo hice a duras penas, pero contra Holanda no aguanté más y tuve que salir en el entretiempo.

11 ¿Existe “la nuestra”? Claro que existe. A los jugadores argentinos los compran para que jueguen al fútbol. El error es que ahora hay muchos jugadores que creen que los compran para que corran, y para correr compran a ucranianos. Nosotros tenemos una manera de jugar. La gente en la cancha canta “Maradona”, “Alonso”, “Bochini”. Esa es la nuestra, la habilidad.

12 ¿Cómo ves al futbolista moderno? El jugador de hoy no toma compromisos y muchos no entienden el juego. Es un problema que tendrán que resolver las futuras generaciones.

13 ¿Cómo te das cuenta de que no entienden el juego? Lo ves en la cancha: tienen que mirar al entrenador a ver dónde se deben parar, qué hacer, qué no hacer. Antes, eso se decidía en la cancha. Su razonamiento es: el técnico me pidió que juegue por la derecha y yo juego por la derecha, y si no la toco, no pasa nada, pero le hice caso al técnico. Tampoco mejoran sus condiciones, no se capacitan.

14 ¿Por qué? Todo es así: en la oficina pasa lo mismo, en el periodismo también, como que ya sabemos todo y no queremos saber más.

15 ¿Quién decidió que no jugaras el Mundial 78: vos o Menotti? El Flaco vino a hablarme a Madrid y me dijo que Piazza, Kempes y yo íbamos a ser los de afuera en jugar el Mundial. El quería que jugara de lateral otra vez, y yo no quería, pero seguro que me iba a convencer. Después, nunca supe por qué no fui. Con Menotti tengo buena relación, lo quiero, pero nunca le pregunté por el tema, porque siento que si alguien tiene que explicar algo es él a mí. Fue como un caramelo que me dieron en la puerta del colegio y no lo pude comer.

 

16 Una entrevista que hiciste. Una me marcó especialmente. Fue la primera con Pelé, en Nueva York. Había una fila de 20 tipos y nos daban 3 minutos a cada uno. Cuando me tocó a mí, le mostré a Pelé la foto de cuando nos habíamos enfrentado en un Racing-Santos e hicimos una nota de 15 minutos. Ese día me avisaron que tenía nota con Cruyff en Barcelona: en el vuelo me contaron que Juanito, ex compañero mío, se había matado en la carretera. Llegué a España, le hice la nota a Cruyff, y por una demora no pude llegar al aeropuerto para tomarme el avión con todos los ex compañeros de Juanito que viajaban a velarlo. Tenía las dos notas más importantes de mi vida, pero estaba en Madrid llorando la muerte de un amigo.

17 ¿Qué fue lo que más te impactó del Real Madrid? Es el mejor club del mundo. El día que firmé el contrato me llevaron a la sala de trofeos: 150 metros de largo por 8 de ancho, 8000 trofeos. El mensaje era clarísimo: “Esta es la historia del club, deben defender esto”.

18 ¿A Santiago Bernabéu lo conociste? Fue el dirigente más grande que conocí. Entraba al vestuario y todos se ponían de pie. Recuerdo una situación muy particular: en la liga 77/78 se enfermó grave y se estaba por morir. Llegamos a sacar 7 puntos de ventaja, pero al plantel le agarró una gripe y el Barcelona se nos acercó. Jugábamos contra ellos en casa y la mañana del partido vino don Santiago. Nunca me voy a olvidar, se sentó y nos dijo: “Muchachos, yo les dije a todos que éste era el campeonato más importante de mi vida. Yo no entiendo de fútbol, pero llevaban siete puntos y ahora llevan dos. Por eso, el que no tenga cojones, que no juegue. Los quiero mucho”. Y se fue. Le ganamos 4-0 al Barcelona y fuimos campeones.

19 ¿Quién era tu ídolo de la infancia? Soy hincha de Racing, pero me fascinaba Ermindo Onega, porque  jugaba de diez como yo. Y de Racing, mis ídolos eran Federico Sacchi y el Marqués Sosa.

20 ¿Como hincha eras desaforado? De Racing no se puede ser otra cosa que un poquito enfermo. Iba con mi viejo y mi hermano a ver Tercera, Reserva y Primera, a un rinconcito.

21 ¿Por qué te decidiste a ser futbolista? Mi hermano, seis años mayor, jugó mucho tiempo en Acassuso, y me llevaba. Yo me divertía con los grandes y me iba bien. En el 64 fui a probarme a Racing y Cacho Giménez, que manejaba los juveniles, me dijo: “Tenemos la división completa, vuelva el año que viene”. Pensé que era para sacarme de encima. Entonces me fui a probar a River con un seleccionado del colegio, y José Curti me pidió que volviera en febrero. Pero como era hincha de Racing, al otro año fui a Avellaneda, aunque me quedaba más cerca River. Y cuando estaba haciendo la cola para anotarme, pasó Giménez y me dijo: “Usted es Wolff; yo lo iba a llamar, vaya a cambiarse”. Increíble.

22 ¿Y cómo llegaste a Primera? En el 65 entré en Séptima y en el 66 jugué un campeonato en Tercera por tele. Ahí Pizzuti me llevó a Córdoba para un partido en lo que empezaba a ser el equipo de José. Jugué de diez y me dijo: “Cuando volvamos, empieza a entrenar con nosotros”. Le contesté que no podía porque debía terminar quinto año. Terminé quinto año, debuté en 1967 y me perdí lo mejor de la era José.

23 ¿Cómo viviste de cerca ese equipo? Fue maravilloso. Practicaba con ellos, y los domingos jugaba en Tercera y me iba a la tribuna a ver el partido. Yo vivía en San Isidro, y al entrenamiento me llevaba el Bocha Maschio, al que ni tuteaba. Si no, me iba en tren a Retiro y me pasaba a buscar Perfumo en su Fiat 600.

24 ¿Cómo evaluás tu paso por River? Fantástico, no salimos campeones pero fue muy fuerte. Todavía hoy muchos hinchas me ponen en esos equipos ideales que se arman a pesar de que jugué sólo un año y medio, entre 1973 y 74.

25 ¿Te hacían sentir el pesimismo por los años sin títulos? Estuvimos a punto de ser campeones con el equipo de Delem, pero había cortocircuitos con la dirigencia. Era increíble, pero había peleas dirigentes-plantel faltando un partido para la final. Políticamente, River siempre fue muy difícil.

26 ¿Por qué te eligieron capitán en varios equipos? No sé. La que más me sorprendió fue la de la Selección. Yo había estado con Pizzuti en 1972 y cuando vino Sívori de Italia, en el primer entrenamiento nos mandó a correr y ahí me llamó. Ni lo conocía. “Venga, Wolff, usted va a ser el capitán de la Selección, debe ser el ejemplo de todos”, me dijo. No entendía nada.

27 “Cuando te quieren vender te cotizan como un Ford Mustang. Cuando hay que arreglar contrato te tratan como un Ford T”. Lo declaré en El Gráfico porque Racing no me quería renovar el contrato, pero le había pedido una burrada a Boca. Era siempre lo mismo: cuando te cotizaban valías un montón, y cuando ibas a hablar, no servías para nada.

28 De River también te fuiste mal. Aragón Cabrera me ofrecía poca plata y declaró: “No quiero contadores en mi equipo”, porque yo estudiaba Económicas. Me quería engañar y no podía, porque quedaba libre en dos años.

29 ¿Eras conflictivo? En esa época no teníamos representante y a los dirigentes les resultaba difícil hablar con jugadores que entendían algo. Ese entender algo hacía que muchas veces fuera a discutir temas de otros jugadores. En eso es muy importante tener un representante hoy, porque evitás el desgaste.

30 ¿En River voltearon a un presidente (Kent)? Habíamos arreglado unos premios y después no quisieron pagar, entonces dijimos que no jugábamos contra Central. Se reunió la Comisión y dijeron que renunciaban todos, pero Aragón al final se quedó. Nos pasó también en la Selección contra Alemania, en Munich: nos dijeron que había premio doble, total, ¿qué le íbamos a ganar a Alemania? Después les ganamos y no nos querían pagar, entonces Sívori se fue de la Selección. Ahí empezamos a perder la chance de hacer un buen Mundial en 1974.

 

Reportaje publicado en El Gráfico en la edición de noviembre de 2005

 

 

76 ¿Cómo surgió hacer las transmisiones del Mundial 86, en la que se reían de todo? Todos transmitían el Mundial desde México, y nosotros estábamos en Canal 2, en La Plata, y nos pasábamos todo el día ahí adentro. Entonces, con Olivari, Parnisari y Tito Junco se nos ocurrió relajarnos y darle cabida al humor. La repercusión fue impresionante: el rating más alto en la historia del canal. Luego de la final, Alfonsín habló con Bilardo y le dijo que varios periodistas le habían pedido disculpas por TV, tras lo cual Olivari afirmó: “Nos estaba viendo el presidente, así que si no aparecemos después de la pausa, es porque estamos muy agrandados”.

77 ¿Te quedaste con las ganas de hacer alguna entrevista en tu programa? No. Y lo digo sin falsa modestia: Simplemente Fútbol debe ser el programa en el mundo por el cual pasaron todos los que tenían que pasar, no me quedó nadie afuera.

78 ¿Tiene poder el periodista hoy para poner o sacar técnicos? Hay un montón de lobbies. No son los periodistas solos, son los dirigentes que aceptan, también. Una pena.

79 ¿Por qué se mantiene vigente Simplemente fútbol? Porque es un programa de fútbol que se hizo con mucho amor por el fútbol, se trató de resaltar las cosas buenas ante todo. El objetivo era que les gustara a las mujeres y a los chicos. Abrimos un camino, porque muchas de nuestras secciones después se hicieron programas: las hinchadas del ascenso, entrevistamos a músicos, la musicalización de ciertas jugadas. Ya van 14 años.

80 ¿Haber sido futbolista te da más chapa ante los jugadores? No sé si más chapa, me siento un par, quizás ellos me sienten más cerca y me abren las puertas.

81 Lo que más te gusta del periodismo deportivo actual. La cantidad de programas y canales que hay, se abrieron fuentes de trabajo para mucha gente.

82 Y lo que menos te gusta. La falta de respeto de muchos periodistas, sobre todo hacia los jugadores, cuando dicen “ese gol lo hacía yo” o “este tipo no puede jugar”.

83 ¿Tenés algún sueño pendiente o meta como periodista? Jamás dejo de soñar, porque el sueño es el motor que mueve todo, aunque no tengo algo concreto, una meta o algo así.

84 Armá tu podio de periodistas preferidos. Entre los deportivos, Osvaldo Ardizzone, Juvenal de El Gráfico y el Gordo Muñoz. Fuera del deporte, tuve el privilegio de trabajar con Magdalena Ruiz Guiñazú,  Rolando Hanglin y Badía. Me parecieron fantásticos.

85 ¿Te sentís el pionero de los ex futbolistas que se dedicaron al periodismo? De los futbolistas, sí, por lo menos de los que tomaron la profesión con seriedad. Y estoy feliz de que muchos lo hagan de esa manera, como Goycochea o Vanina Oneto, que estudiaron en nuestra escuela.

86 ¿El periodista puede ser amigo del deportista? Sí, si sos buen periodista podés hacer de todo. Creo que muchos periodistas quieren hacerse amigos y ahí te podés confundir.

87 ¿Te condiciona criticar a un ex compañero, como Basile o Pekerman? No, el tema es no faltarles el respeto, una cosa habitual de estos tiempos. Siempre les digo a los chicos que respeten al protagonista: si no están ellos, no podemos hablar de nada.

88 ¿Qué relación tenés con los periodistas en general? Me siento respetado y querido. Los que trabajaron conmigo me conocen y tengo buena relación con la mayoría. Acá hay que ser leal,  hacer el trabajo de la mejor forma y tratar bien a la gente, no ser autoritario. Y respetar mucho al productor, al que por ahí se minimiza.

89 ¿Por qué te abriste de Víctor Hugo Morales? Me echaron, en realidad. Pensábamos diferente, él es bastante impulsivo y dijo cosas fuertes de mí que no me gustaron.

90 Si hoy te lo cruzás por el canal, ¿se saludan? No, pero en algún momento nos saludaremos. Para mí ya está, no tengo nada contra él, yo reflexioné, quizás él también.

 

Reportaje publicado en El Gráfico en la edición de noviembre de 2005

 

 

91 ¿Qué son los códigos del fútbol? Los códigos de la vida. El fútbol te enseña a caminar por la vida, y cuando sos joven te lo marcan los más grandes. Ahora no hay muchos códigos: un compañero te recrimina delante de todo el mundo, o se cuentan cosas fuera del vestuario que no se tienen que decir. El fútbol debe tener códigos; la vida, también.

92 ¿Por qué creés que Bielsa se fue de la Selección? Grondona le habrá hecho entender que había ganado algo importante, los Juegos Olímpicos, y era una buena salida para un hombre que había trabajado de la mejor forma, pero que no iba a conseguir más resultados.

93 ¿Y por qué te parece que hizo sapo en el Mundial 2002? Cometió el mismo error que Passarella: exigió a los jugadores físicamente antes del Mundial, como si fuera una pretemporada, cuando lo que hay que hacer es que lleguen bien físicamente. Otra cosa que no entendí mucho de Bielsa, respetándolo como lo respeto, es que no me pareció inteligente que no intentara jugar con Batistuta y Crespo, porque siempre pienso qué sería de Brasil si lo dirigiera Bielsa: Kaká o Ronaldinho, Ronaldo o Adriano.

94 ¿Qué hay que hacer en el 2006 para que no pase lo del 2002? Elegir jugadores que lleguen de la mejor manera física, en lo técnico no hace falta nada porque si están en la Selección es porque saben jugar.

95 ¿En el 2006 hay que pelear por el segundo puesto? Si el Mundial se jugara por puntos, todos deberían pelear por el segundo puesto. Pero como no se juega por puntos, en un partido decisivo a Brasil le podés ganar. Hay que soñar siempre, aunque este Brasil asusta como el Brasil del 70.

96 Tu equipo ideal para el Mundial. No armo equipos, sólo es una expresión de mi gusto futbolístico. El Pato al arco, defensa de cuatro con Zanetti, Ayala, Samuel y Sorin; Cambiasso y Verón en la contención, Aimar y Riquelme para crear, Saviola y Crespo arriba. Y dejo a Messi y Tevez como primeros recambios.

97 ¿Verón debería estar? Sí, es un jugador inteligente, con experiencia, que puede aportar cosas al equipo. Tiene buena pegada y conoce el juego. Se rumoreó que no estaba en la Selección porque le quitaría liderazgo a Riquelme. No sé si es verdad, pero si alguien en la cancha pierde el liderazgo por otro es porque no tiene personalidad. Es como si Ronaldo dijera que no juega con Ronaldinho porque le quita protagonismo. Cuanto mejores jugadores tengas al lado, más te vas a destacar.

98 Gallardo, Aimar, Riquelme, Saviola, D’Alessandro, Tevez, Messi. De todos los bautizados como sucesores de Diego, ¿cuál te parece que está más cerca? De Maradona no está cerca ninguno. ¿Cuál me gusta más? Aimar.

99 El mejor jugador argentino post Maradona? Redondo. Un tipo al que si le tapás la cabeza, decís: ése es Fernando Redondo. Nunca perdió su identidad y eso lo distinguió. Fue el jugador más argentino, cuando hablamos de la nuestra, de todos los que pasaron por el fútbol europeo.

100 Redondo siempre te escuchó mucho. ¿Te pidió alguna opinión en sus conflictos con los DT de la Selección? Una vez, hablando con él antes de lo de Passarella, le dije: “Fer, no le vas a hacer problemas por el pelo, ¿no?”. Y él me contestó con algo muy cierto, que no me permitió discutir: “Si a mí me lleva por mis condiciones futbolísticas y después un día me pide que me corte el pelo, me lo corto. Ahora, si me dice: ‘Para estar en la Selección te tenés que cortar el pelo’, no me lo corto”. Y tenía razón. Le dije: “Está bien, si es así, no me meto”

 

Reportaje publicado en El Gráfico en la edición de noviembre de 2005

 

 

31 ¿Cuál fue tu mejor etapa como futbolista? En Las Palmas: empecé de volante por derecha y después jugué dos años de líbero: todo me salía bien. Hicimos de Las Palmas lo que se hizo del Villarreal ahora: fuimos cuartos y clasificamos para la UEFA.

32 ¿Fue un mazazo quedar libre del Real Madrid luego de ganar dos ligas en dos años? Fue por un problema reglamentario: pagábamos impuestos como españoles, pero no podíamos jugar como españoles porque consideraban extranjero a todo aquel que había estado en una selección. El Real Madrid hizo un petitorio muy fuerte por nosotros, pero no hubo caso. Tuve ofertas de Europa pero quería jugar en Argentina, porque se venía el Mundial 82.

33 Desechaste ofertas de Europa para jugar en Argentinos Juniors. Tenía todo acordado con River, pero Aragón me hizo una jugada: en un partido de la Selección donde presidía la delegación me pidió que volviera a River. Estuve un mes entrenando en River, no se definía nada, lo encaré a Labruna, y él me contó: “Yo te quiero, el que no te quiere es Aragón”.

34 ¿Y por qué elegiste Argentinos? Me llamó Delem, al que conocía de River, y me convenció: “Tenemos un jugador que es un monstruo y quiero rodearlo con dos o tres figuras para hacer el Santos de Brasil y jugar por todo el mundo”. Me gustó la idea, pero enseguida echaron a Delem y no toleré las cosas que pasaban… El monstruo era Diego, claro.

35 Y te retiraste en Tigre. En realidad me fui de Argentinos y estuve un año sin jugar. Me vinieron a buscar de Tigre, porque nací en Victoria, jugué 4 o 5 partidos, pero ya no tenía ganas de ir a los entrenamientos. Cuando empezás a perder el gusto, es preferible decir basta. Me retiré a los 31 años. De no haber tomado aquella decisión equivocada de regresar al país, en Europa habría seguido 5 años más.

36 ¿Por qué te volcaste al periodismo deportivo? Esteban Peicovich, corresponsal de Editorial Atlántida en Madrid, me insistía con el tema, pero yo pensaba que iba a jugar 20 años más en el Madrid. Al final estudié en el Círculo, me recibí y después fui a preguntarles a José María Muñoz y a Juvenal, de El Gráfico, si creían que tenía realmente condiciones.

37 Tu primer trabajo como periodista. En Radio Continental, en 1983, hacía una columna de fútbol. A los tres meses conducía la tira. También hacía una revistita en la zona norte.

38 ¿Nunca evaluaste ser DT? Alguna vez, cuando me llamaron de Las Palmas. Quise hacer el curso, pero estaba cerrada la escuela de técnicos de la AFA. Hace poco me ofrecieron ser técnico del Pachuca, pero dije que no. En realidad, nunca toleré algunas cosas que viví como jugador.

39 ¿Qué cosas? Lo que vi en Argentinos antes de retirarme: hinchas que entraban al vestuario, dirigentes que no dirigían, técnicos que compraban jugadores, cosas muy raras.

40 ¿Y en el futuro ves posible al técnico? Ya murió. Alguna vez dejé una puerta abierta: afirmé que sólo sería DT de Racing, si no salía campeón, pero Mostaza me solucionó el problema.

41 Los mejores amigos que te dio el fútbol. Si tengo que elegir uno, Miguel Brindisi.

42 El rival que más te bailó. El Negro Ortiz. Era muy habilidoso, con un pique corto terrible.

43 ¿Eras de chamuyar al wing? No, mi arma era gambetearlos yo a ellos. Como no era un gran marcador ni tampoco pegaba, mi lucha con los punteros era de habilidades. Recuerdo a un puntero yugoslavo, Iasic, que me había complicado y cuando lo volví a cruzar en un partido, en la primera pelota que me dieron, le tiré un caño y el tipo se murió, no hizo nada.

44 ¿Un grupo puede voltear a un técnico? El grupo no se propone voltear a un técnico, porque atenta contra tu trabajo: cada partido es un premio. Pero si no tenés una buena relación con el DT, te duele menos la derrota. Perdés y decís: “Ma sí, igual ahora el técnico se va”.

45 Definí a Julio Grondona. El mejor dirigente del fútbol argentino, lejos. Conoce todos los secretos del mundo del fútbol: fue hincha, jugador, dirigente de equipo chico y grande, vicepresidente de la FIFA, lo consultan para todo. Tiene que ser muy grande para haber logrado todo eso. Y sin conocer idiomas.

 

Reportaje publicado en El Gráfico en la edición de noviembre de 2005

 

 

46 El técnico que más te marcó. Cacho Giménez fue muy importante en mis principios, Pizzuti me cambió de puesto, Sívori fue encantador, y el paraguayo Heriberto Herrera me enseñó muchos secretos del puesto.

47 Un partido como jugador. El primero, porque es el más importante. Debuté contra Boca, marcando a Rojitas, en 1967. A mí me habían puesto de cinco y en la primera pelota, Rojitas me dejó mirando los palcos. En la segunda, también. Y a la tercera le tiré una patada terrible.

48 ¿Qué te dijo? Vino Goicoechea, el árbitro, y me calmó: “Tranquilo, pibe, éste es su primer partido y no va a ser el último”. Luego, cuando lo empecé a anticipar, el mismo Rojitas me decía: “Bien, pibe, tranquilo, así”. Después fuimos a El Gráfico, porque me dio como figura, y para mí fue tocar el cielo con las manos.

49 ¿Cómo es ganar un torneo por sorteo? Fue el Sudamericano Juvenil de 1967. El capitán era Dominichi. El ya había ganado un partido por la monedita, así que en la final con Paraguay le dijimos: “Elegí vos que tenés suerte”. Así que esperamos la reacción de Dominichi y nos abrazamos cuando vimos su gesto.

50 Ahí conociste a Pekerman. Sí, estaba en el plantel, pero después quedó afuera. Era un rubiecito que corría y metía mucho. Después, lo enfrenté con Argentinos.

51 ¿Lo ves con carácter para dirigir la Selección? Claro. Si dirigió en un mundial juvenil como el de Malasia, y en una final sacó a la figura y al capitán (Aimar y Markic) y en un partido anterior había sacado al arquero (Franco) por una discusión con un compañero, si tenés agallas para hacer eso, también podés hacerlo con los grandes. No se necesita poner cara de malo y gritar para tener carácter, lo que marca la personalidad son las acciones.

52 Enfrentaste a Pelé, Cruyff, Beckenbauer y fuiste compañero de Maradona, ¿quién fue el mejor? Cuando empecé a jugar, Pelé era el más grande: le pegaba con las dos, cuando todos bajaban seguía subiendo como Jordan, una gacela. Johan fue un Di Stéfano moderno: jugaba de líbero, aparecía de lateral, de nueve, parecía que bajaba los brazos y arrancaba en quinta. Beckenbauer fue otro monstruo. Y después apareció Diego y rompió todos los moldes.

53 En un pan y queso, ¿a quién elegís primero? A Diego, sin dudas. Me voy a divertir más.

54 ¿Puede ser que nunca te hayan expulsado en tu carrera? Una sola vez me echaron, en Argentinos. Jugaba de líbero y el juez de línea creyó que lo había insultado por un offside. Cuando fui al Tribunal declaré que el línea se debía haber confundido y agregué: “Si mis antecedentes no sirven para esto, entonces no tengo nada que decir”. Y al final me dieron la razón y no me suspendieron.

55 Vos pateabas seguido los penales, ¿cuál es la clave para meterlos? Yo miraba la pelota y, de reojo, las piernas del arquero, y tiraba siempre a donde el arquero apoyaba el pie, porque solía salir para el otro lado. Siempre le comento a Goyco que él me hubiese atajado todos los penales, porque pisaba, pisaba y volvía.

56 ¿Hiciste la colimba? Sí, en Casa de Gobierno, fui granadero en la casa militar. Y me tocó un año muy duro, el 70: echaron a Onganía, secuestraron a Aramburu, había efervescencia.

57 ¿Terminaste Económicas? Cuando me fui a España debía 10 materias y cuando volví eran 16, porque algunas se habían desdoblado. Quedó ahí, en proyecto.

58 ¿Te quedó alguna cuenta pendiente como jugador? Jugar otro Mundial.

59 ¿A quién te hubiera gustado conocer del mundo del fútbol que no conociste? A José Manuel Moreno.

60 ¿86 o 78? El 78, porque fue el primero, el que nos hizo fuertes y abrió las puertas. El gran mérito de Menotti fue cambiar al fútbol argentino, por fin se entendió cómo había que trabajar con la Selección.

 

Reportaje publicado en El Gráfico en la edición de noviembre de 2005

 

 

61 ¿Qué te generó el Mundial 90? Ese equipo jugaba muy mal, no merecimos llegar a donde llegamos, fue un premio excesivo.

62 Fuiste un reconocido marcador de punta. ¿Es cierto que no te gustaba el puesto? Sí, yo quería jugar de volante. A mí me ahogaba la línea y era un tipo de ataque, pero también sabía que arriba estaban Brindisi, Jota Jota, tipos demasiado buenos, y que de cuatro jugaba en la Selección. Entonces dije: me quedo acá.

63 ¿Cómo fue tu evolución en el campo de juego? Primero fui delantero de punta, goleador, y Pizzuti me puso de volante para que entrara en lugar del Bocha Maschio. En el 68 se permitía un solo cambio y al banco íbamos Guibaudo, que era el arquero, y yo, entonces se lesionaba el Panadero y jugaba de tres, se lesionaba Basile y jugaba de seis, se lesionaba Mori e iba de cinco. Jugaba siempre, pero no de titular. Un día, le dije a Pizzuti que quería jugar de nueve, me fui a la reserva y empecé a hacer goles. Hasta que un día me agarró y me dijo: “Yo sé que te gusta jugar de nueve y lo hacés bien, pero necesito un cuatro y es un puesto para vos”. Y así fue: debuté de cuatro contra Pinino Mas y me quedé para toda la vida. Tenía razón Pizzuti, como tuvo razón con Perfumo, Basile y el Panadero al cambiarles el puesto.

64 ¿De líbero jugaste para “robar” de viejito? Jugar de líbero es maravilloso, yo era un líbero ofensivo. Acá el doctor Bilardo sacó unos avisos en los diarios que había inventado un sistema táctico y yo tengo un recorte del 79 de un Real Madrid-Elche en el que jugué de líbero con ese mismo sistema. Hay muchas cosas que dice Bilardo que inventó y que ya estaban inventadas. En ese sentido, recuerdo una frase que le dijo Di Stéfano a Panzeri: “La táctica y la estrategia aparecieron cuando se terminaron los buenos jugadores”.

65 ¿El fútbol de antes era mejor que el de ahora? Sin dudas que sí. Antes se jugaba más y también se corría, pero el futbolista tenía mejores condiciones técnicas, porque luchaba por la excelencia, porque no se pasaba el día tratando de correr para hacerle caso al entrenador. Hoy se corre mucho y se juega poco.

66 ¿Cuál es el secreto del éxito de Bianchi? Forma buenos grupos de trabajo, es inteligente con los jugadores, les saca el máximo jugo y consigue que entiendan lo que quiere. Está claro que tiene llegada al jugador.

67 ¿Menotti es un ex entrenador? No hay ex entrenadores, como no hay ex jugadores, y aparte sería una falta de respeto decir eso. Si lo contratan, no está retirado. Da un poco de pena que haya algunos entrenadores que no tengan un cargo para enseñar todo lo que saben.

68 ¿Qué te pareció la actuación de Valdano como director deportivo del Real Madrid? Con altibajos, más que director deportivo a él le hubiese gustado ser técnico de ese Madrid. Lo relativo a la organización lo manejó muy bien, pero lo futbolístico no, porque dejó ir a Vicente del Bosque y a Fernando Hierro.

69 ¿Qué porcentaje de influencia tiene un DT en un equipo? Cuando yo empecé era un 30 por ciento y hoy un 60, porque se tiene que ocupar de cosas que antes no se ocupaba. Antes el jugador arreglaba el partido en la cancha.

70 El mejor DT argentino de la historia. Si tuviese que elegir a uno que me hubiese gustado que me dirigiera, digo Menotti. Pero es difícil decir si fue el mejor, porque no sé cómo eran Renato Cesarini, Angel Labruna, Osvaldo Zubeldía y algunos más.

71 ¿De dónde viene tu amor por la pelota? Siempre en mi casa había una. Jamás podré olvidar la pelota naranja nueva que recibía en cada Navidad. Era mi regalo preferido.

72 ¿Por qué la bautizaste “La Caprichosa”? Porque sus caprichos deciden el destino de todo. En el Mundial 78, por ejemplo, si la pelota de Rensenbrik pegaba en el palo y entraba, el campeón del mundo era Holanda; como pegó y salió, fue Argentina.

73 ¿Te cargan mucho con eso? Me hace gracia que muchos periodistas me cargaban con que andaba con una pelota y hoy no hay ningún programa de fútbol en la tele que no tenga una pelota. Algo quedó.

74 ¿Por qué volviste al relato? No soy un relator convencional, no tengo voz de relator, pero me divierte y mucha gente me da credibilidad. Además es la Selección Nacional, es ESPN y estoy con amigos…

75 El mejor relator de radio. Me gustaba mucho José María Muñoz, pero si tengo que elegir uno, me quedo con Víctor Hugo. Tiene voz de relator, imaginación, ritmo… Y de los jóvenes, elijo al Pollo Sebastián Vignolo.