La Bombonera, 7 sanciones en diez años

Boca-Chivas (Julio de 2005)

En el partido de ida de los Cuartos de Final disputado en México, Boca perdió cuatro a cero. La remontada suponía una reacción épica en cancha propia, pero el planteo del conjunto de Guadalajara jamás pudo ser desbloqueado. Bofo Bautista, faltando diez minutos para el final y aún estando 0-0, encendió la mecha. Hizo gestos a la hinchada, Palermo lo increpó y ambos delanteros se fueron expulsados. Camino al vestuario, se desató el escándalo. Primero, el Chino Benítez, entrenador local, lo escupió. Luego, un hincha saltó el acrílico, entró a la cancha para golpearlo y retornó a su ubicación sin ser detenido. Quienes estaban en la platea se encargaron de cubrirlo ante la pasividad del operativo. La salida del delantero concluyó con una lluvia de proyectiles y el público enardecido. No se completó el tiempo faltante y la Conmebol suspendió el estadio por tres fechas.      

Boca-Cruzeiro (Abril de 2008)

Si hay algo que no tiene la violencia en el fútbol, es lógica. Boca ganaba 2-1 por los Octavos de Final de la Libertadores y quedaban segundos para que terminara el partido. Un hincha desde la zona de los palcos le tiró un hielo al juez de línea uruguayo Pablo Fandiño. Le cayó en la cabeza y el árbitro Larrionda decidió suspenderlo. La CSF aplicó una multa de 30 mil dólares y la suspensión de la cancha por dos partidos. En Cuartos de Final, el equipo de Ischia jugó en Vélez y en semifinales en cancha de Racing vs. Fluminense.

Boca-Independiente (Agosto de 2012)

No sólo por la Libertadores hubo disturbios en La Bombonera. Por la Sudamericana, en una noche de equipos grandes a nivel continental, el agónico empate tres a tres de los Rojos generó el alocado festejo de los suplentes y el entrenador, que estaban en el banco de suplentes. En medio de los abrazos, a Cristian Díaz le tiraron un cartel publicitario que le pegó en la cabeza. Esa misma noche, el Gobierno nacional clausuró el estadio de oficio por una fecha. Eliminado en manos del Rey de Copas del certamen, pagó la sanción por el torneo local vs. Atlético Rafaela.

Boca-River (Mayo de 2013)

La vuelta del eterno rival a la primera división tuvo un recibimiento penoso. El partido debió frenarse por un plan dantesco previamente orquestado. Al mismo tiempo que unos hinchas colgaban banderas alusivas al paso en la B Nacional, otros lanzaban bombas de humo, pirotecnia y se trepaban al alambrado vestidos de fantasmas. “El operativo falló porque dentro del estadio no tendrían que haber estado toda esa pirotecnia y todas esas banderas. La investigación es para saber quién falló y quién no cumplió con su rol”, dijo el fiscal Martín López Zavaleta. Al día siguiente, encontraron más de 100 cartuchos de bengala y manejaron la hipótesis de que las bolsas de pirotecnia habían sido ingresadas el día antes por barrasbravas y la siempre buena predisposición de los dirigentes. Para esa época, el presidente era Daniel Angelici. En la fecha siguiente, vs. Colón, jugó a puertas cerradas.  

Boca-Rosario Central (Octubre de 2013)

Pocos meses después, los hinchas demostraron no haber aprendido nada. Nuevamente River fue el blanco de las burlas porque en la semana anterior la ausencia de hinchas visitantes le había impedido festejar el superclásico ganado en el Monumental. Se frenó el partido por pirotecnia, bombas de humo e incluso una explosión que cayó a metros de Mauricio Caranta, arquero canalla. En medio del cachivache, la pantalla gigante se sumó a la cargada y mostró una imagen del superclásico y la leyenda “Decime qué se siente”. Como si fuera justicia divina, Abreu, un ex River, empató el partido sobre la hora. Para la fecha siguiente vs. Colón, sólo se clausuró la tercera bandeja.       

Boca-Gimnasia (Diciembre de 2013)

El hombre es el único animal que se tropieza dos veces con la misma piedra, dice una frase. En cuanto a violencia del fútbol, son mucho más que dos. En el último partido del año, nuevamente hubo pirotecnia en el empate uno a uno contra los triperos. La sanción se trasladó al 2014, y en la primera fecha que hizo como local, contra Belgrano, jugó a puertas cerradas y perdió tres a dos.   

Boca-River (Mayo de 2015)

Después de un año de descanso, la clausura volvió en 2015 en una versión recargada. La Justicia nacional tratará las lesiones a los jugadores de River causadas por el gas pimientas, mientras que el fiscal Ocampo investiga todo el mamarracho de alrededor, que incluye el drone, el ingreso indebido de gente sin autorización al campo de juego y la pirotecnia. Se estima, que esta vez, habría una sanción ejemplar que podría ser la clausura durante dos años.   



Por Pedro Molina