¡Habla memoria!

1959. El “Comandante” Belén

Por Raúl Goro. Discreto volante ofensivo que explotó en Racing como wing gracias a José Della Torre. Se convirtió así, por el Sudamericano de ese año, en el mejor puntero izquierdo del continente.

Por Redacción EG ·

26 de noviembre de 2018
Si los más optimistas —salvo una excepción, como se apreciará— pudieron imaginar que Raúl Belén, al comenzar su trayectoria futbolística como puntero, se adaptaría tanto al puesto que habría de convertirse, en breve tiempo, en el extremo izquierdo ideal e indiscutido de nuestra selección. Entreala de discreto andar por el profesionalismo, ratificó en nuevo ejemplo la imperiosa necesidad existente de ubicar a los hombres conforme con sus condiciones y no sus vicios, que, con estilo de juego, traen desde abajo cuando recién se inician en el fútbol oficial.

Imagen Raúl Belén llegó "tirado" de Newells. Lo hicieron puntero en Racing. Hoy es el mejor extremo izquierdo sudamericano.
Raúl Belén llegó "tirado" de Newells. Lo hicieron puntero en Racing. Hoy es el mejor extremo izquierdo sudamericano.


— ¿Tomás café?...

—Pida, que yo pago... Me corresponde el derecho… Soy poderoso… Cobré el premio de la AFA y, además, renové contrato.

—Una pregunta que no me pertenece... Se la escuché a “Pepe” Peña… ¿Es aburrida la vida de los "wines”?...

— ¡Este Peña!... Siempre ingenioso… Le diré… Si el puntero depende del insider, entontes sí. Jugando, en cambio, como yo lo hago, desde abajo es no sólo entretenido, sino que permite total lucimiento.

— ¿De quién fue la idea de hacerte puntero?...

—De "Don Pecho" (léase José Della Torre). Me habló una tarde... Me negué. Juro que pensé en abandonar el fútbol, pero no me hizo caso y, quiérase que no, aparecí en la reserva como once...

— ¿Después?...

—Seguí Protestando. Tenía la impresión de que me clavaba. En Racing había dos punteros. Esquide y Gómez, y, además unos pibes de abajo que apuntaban lindo... Como futuro, bastante incierto; Pero como las protestas no valían seguí, porque Delta Torre también siguió en lo suyo. Quise reaccionar más de una vez, pero como la experiencia es buena consejera me encogí de hombros, y entre la señora el pibe por venir, el contrato y el año aquel…

— ¿Cuál?

—Ya le contaré... Todo me hizo recapacitar. Entonces opté por hacer caso...

— ¿Seguís haciéndolo?

—Ahora más que nunca.... Imagínese, al principio todo parecía imposible, máxime que, siendo corto de carácter, no me animaba a pedir la pelota. Pero el tiempo fue haciendo su obra y ahora soy un agradecido a esa inquietud de "Don Pecho"…

—Tenés tabaco para rato, de manera que podes seguir pitando...

Imagen En el Sudamericano de 1959 se destacó de tal manera que fue elegido el mejor extremo izquierdo del continente, recibiendo elogios del mismísimo Pelé.
En el Sudamericano de 1959 se destacó de tal manera que fue elegido el mejor extremo izquierdo del continente, recibiendo elogios del mismísimo Pelé.


—En verdad, creo que está acertado... No suponía que las cosas saliesen tan bien. Imagínese. Vine con una carta de recomendación de don Mario, gerente de Newelles, para el señor Mezzadra, que antes lo fuera de mi viejo club y ahora lo es de Racing. . No hubo titubeos. Sin probarme, y gracias a su intervención, me hicieron contrato. Claro que las condiciones no eran pan ilusionarse, porque, magra la paga y escasa la prima. Había que comenzar de nuevo... Pero vinieron tiempos mejores y ahora estoy más que contento de haber intentado la gran aventura tras un año de estar parado...

— ¿Por qué?...

—Cosas de médicos, kinesiólogos, dirigentes y la mar en coche... ¿Tiene tiempo? ¿Le cuento? Bueno, diga que nací en Roldán. Se van a alegrar los muchachos del pago, pese a que los abandoné en coche de ruedas al año escaso de haber nacido.... Va a hacer de esto… Espere... Nací el primero de Julio de 1931. Exacto. Van para veintisiete años... Las míos se radicaron en Rosario, en las afueras, cerca de la cancha de Newell's, sobre el camino que va a Casilda, en el barrio "El Triángulo"... ¿Lo ubica?

—Más o menos. Casilda es el pago de Griffa…

—Y de algún otro crack más… Allí donde todavía sobran potreros y por ese entonces la vida era fácil, comencé a gustar del fútbol... Primero el club del barrio "El Triángulo": luego Newell's. Como no podía ser de otra manera par razones de afecto, René, no Pontoni sino mi hermano, ya era crack en Central Córdoba. Y la posibilidad —pobres ilusos —de que saliese igual a él hizo que a los catorce años fuese a la quinta de los "rojinegras". Después, lo de siempre: ascensos por temporadas y un día la oportunidad, nada menos que frente a Racing, en un amistoso nocturno, allá por el cincuenta... Antes había jugado en la primera local...

—Me estás contando tu vida...

—Espere, que falta poco... Después hablaremos de fútbol, que sé es lo que interesa. Pero si no lo hago, me enojo con "Katy", mi señora... Supiera las recomendaciones que me hizo... "Negro", contale que nos conocimos desde chicos... "Negro", no te olvides de decir que el nene tiene los nombres de Raúl por vos Miguel por papá y Mario por el padrino.... "Negro", no te olvides de hablar de la gira que hiciste... "Negro", acordate de todo. No va a ser cosa que alguno de los amigos se enoje... ''Negro" contale que tu mamá y yo somos de Rosario Central, pero que siempre quisimos que triunfaras "Negro"... Y dale: "Negro", para acá; "Negro" para allá… Así estoy cumplido... ¡Ah!... Casi me olvido… "Negro", que Carlos, tu hermano, es sólo hincha tuyo y que te sigue a todas partes, y que yo, "Negro", no voy nunca a la cancha porque vos no querés… Decíselo... No te vayas a olvidar, ¿eh?...

—Bueno. ¿Tenés algo más para acordarte?

—Si... Casi siempre se habla de las giras. Yo, con Newell's, hice muchas... La primera, tres meses de duración, por América Central... La segunda, por Europa... Viajamos por muchos países y conocimos, lógicamente, mucho también... Después...

Imagen Nacido el 1 de julio de 1931, en Roldán, provincia de Santa Fe, hizo sus primeras armas en Newells aunque sin grandes resultados.
Nacido el 1 de julio de 1931, en Roldán, provincia de Santa Fe, hizo sus primeras armas en Newells aunque sin grandes resultados.


— ¿Después qué?

—Un año entero sin jugar. Había rebajado siete kilos tras la excursión por Europa. Estaba imposible de físico y me pararon ¡Si se dijeron cosas de mí, sobre todo en el barrio...! Había quien no daba diez centavos por mi persona...

—Y vos, ¿qué hiciste?...

—En verdad que, como tenía mucho tiempo disponible, me casé… Después volví a intentar jugar. Lo hice en la reserva de Newell's... Unos pocos partidos, hasta que alguien dijo que no aguantaba los noventa minutos... Que me cansaba... Y me dieron el pase en blanco... Luego lo de Racing. En reserva, con uno que otro partido, sólo como suplente en primera, al fin llegó mi año. Me probaron de once contra Flamengo, que ganamos por cuatro a uno. Juro que, pese a todos los intentos, tenía la moral por el suelo e inclusive odiaba a Della Torre por la ocurrencia, pero vino el partido contra Independiente, me hablaron, me convencieron, cosa que no resulta difícil, y desde aquel entonces lo que está en el conocimiento de todos

— ¿Sabías algo de tu inclusión en el preseleccionado?...

— Lo que decían los diarios, pero no les hacía caso... Una noche, escuchando radio, dieron la nómina de jugadores designados. Cuando escuché mi nombre miré a "Katy", ella me miró a mí y nos echamos a reír... Nos Pareció que se hablan equivocado. Recién u la mañana siguiente, al leer en los periódicos la información anticipada radialmente, me puse serio... Interiormente sentía una enorme satisfacción y deseos de comunicarme con "Don Pecho", el único que había insistido para que jugase de puntero y darle las gracias... Pero, el carácter, ¿sabe? ... Ese carácter mío, tan corto…

—Sin embargo, lo de "Comandante" por algo será...

—Dicen que grito en la cancha, puede ser... Pero los muchachos han sido muy buenos. Hasta mis nervios, que siempre amenazaban con traicionarme, se aliaron para que no hiciese ridículos... Mientras estábamos en los preliminares todo venía bien, perfecto, pero bastó que se designase el plantel estable, que nos concentrasen, para que como por arte de magia, aflorase toda la responsabilidad ambiente. Cuántas veces hubiese deseado, tal cual lo oye, que me enviasen a casa sin jugar. Me habría sentido un hombre súper feliz...  Antes de los partidos temblaba como si tuviese paludismo. A nadie decía de ese mi estado, y si bien el "Profe” Mogilevsky a veces lo palpitaba y me suministraba un sedativo al entrar en la cancha, para qué le voy a contar... ¿Usted vió todos los partidos?

—Todos... ¿Por qué? …

— ¿Cómo me notó?...

—Bien. Tranquilo.

—Digo, cómo me notó de color...

—Negro... No vas a pretender que te viese blanco...

—Sin embargo. yo me sentía palidecer, palabra me parecía que todo el público miraba cómo cambiaba de color...

— ¿Cuándo reaccionabas?... .

—Cuando se ponía en movimiento la pelota… Entonces iba a lo mío... Bajaba, subía, corría al contrario, y en el afán por haces las cosas me iba despreocupando del proceso nervioso hasta superarlo. Pero antes, para qué le voy a contar… Hasta adelgazaba automáticamente...

—¿Con cuántos kilos jugás?...

—Normalmente con sesenta y seis y medio a sesenta y siete, pero con esta armazón bajaba hasta tres tilos ¿Se imagina?...

—¿Confiabas en el equipo?...

—Optimista era, pero con tantos juicios adversos, vaya si tuvieron trabajo por separado Barreiro, Della Torre, Spinetto y Mogilevsky... Cada uno con lo suyo procurando que no hiciésemos caso a nada que no fuese sus palabras, sus consejos, todo lo que tendía a armonizar y crear clima de optimismo. Ya ve, lo lograron.

—Es que también ustedes hicieron bastante, porque superaron mueblas deficiencias iniciales...

—Era lógico. Al principio costaba hacer las cosas bien…

Imagen Ídolo en Racing.  Jugó desde 1956 hasta 1964. En 174 partidos marcó 42 goles.
Ídolo en Racing. Jugó desde 1956 hasta 1964. En 174 partidos marcó 42 goles.


No por falta de entendimiento, sino por una serie de complejos que nos dominaba a todos… Ya ve: yo, nervioso y todo, me animaba a gritar…

Pedía la pelota. Estimulaba a mis compañeros. De ahí lo de “Comandante", un poco por mandón y otro poco por esta cara que...

—No digo nada, si no tu señora se va a enojar... ¿Qué te pareció el Sudamericano?

— Como expresión de fútbol sólo discreto. Ganó el equipo con mejor estado atlético y mayor disposición para el juego…  La disciplina nos favoreció. Las órdenes las cumplíamos al pie de la letra, y fue ello el factor primordialísimo. Negaría saber algo de fútbol y me pondría en ridículo si hablase de señores equipos. Hubo, no lo niego, grandes jugadores, pero lo mejor fue nuestra defensa, que con una línea media excepcional dio pie a todo el trabajo de los delanteros…

—¿Podrías hacer nombres?

—No creo molestar pero, para mí, Didí fue el mejor jugador que he visto en el Sudamericano....

—¿Sabés que figurás en todos los seleccionadas corno el mejor puntero izquierdo?

—Lo sabía y honor que me hacen. No creo merecer tanto... Tengo, sí, la satisfacción de haber defendido por primera vez en muchos años de fútbol la divisa nacional, con lo que me doy por muy satisfecho… Si mañana no me designasen más no me arrepentiría ni me molestaría... Es la pura verdad… Culminé sueños de muchacho, ambiciones de hombre y aspiración de todo futbolista ¿Puedo pedir más?...

—Creo que sí. Que expliques el porqué de ese estilo tuyo.

—Obligación del sistema que impera en Racing… Bajamos los dos punteros ayudando a los medios desde atrás, por tener dos hombres (al menos uno sigue Sosa, ya que Manfredini fue transferido), convertidos en verdaderos puntas de lanza.

RAÚL GORO (1959)