LONDERO, DESDE AUSTRALIA: "NOS TRATAN COMO SI TUVIÉRAMOS LEPRA"
El cordobés habló desde la cuarentena estricta de Melbourne y relató "una de las peores experiencias" de su vida.
Por Redacción EG ·
22 de enero de 2021
JUAN IGNACIO LONDERO no la pasa bien en Melbourne, ciudad a la que arribó una semana atrás para realizar la cuarentena previa al inicio del Abierto de Australia. Las medidas sanitarias en aquel país son muy estrictas y se decidió que los participantes tendrían apenas cinco horas para salir de la habitación para entrenarse y realizar los trabajos físicos.
El problema es que el vuelo especial que llevó a Londero, a su entrenador Sebastián Prieto y a su preparador físico Roberto "Tin" Maccione también transportó dos casos positivos de coronavirus: el de una azafata y el de Edward Elliot, el coach de la norteamericana Lauren Davis. Por eso se activó el protocolo: todos los pasajeros de aquel avión proveniente de Los Angeles, en el que también viajaba el bahiense Guido Pella, quedaron en cuarentena estricta durante 14 días.
"Nos tratan como si tuviéramos lepra", disparó, cabizbajo, el propio Londero, que comparte la habitación con Maccione y encara como puede los trabajos físicos. "Te dejan el desayuno en la puerta, la comida y la cena. El director del torneo dijo que cada jugador pidiera las cosas que necesitaba para entrenarse: tenemos una bici, unas pesas y elementos de preparación física para trabajar como podemos. A la mañana hago yoga y meditación pero el día es eterno", relató el Topo en diálogo con Olé.
Lo peor de todo es que Londero no tiene coronavirus y arroja negativo cada día desde que llegó a Australia, porque lo testean a diario: "Es una sensación fea después de dar cinco tests negativos. Son raras las normas en Australia".
"Estoy resignado; si no te resignás un poco, das vuelta la habitación y la prendés fuego. Hay que estar 14 días encerrados sin una ventana, que no podés tener aire de afuera...Es una de las peores experiencias de mi vida. Es una locura: nos hacen tests todos los días y es un poco invasivo", sentenció, mientras espera que transcurra la segunda semana de confinamiento para, al cabo, poder entrenarse como exige un torneo de semejante calibre.
