¡Habla memoria!

Horacio Elizondo, el prócer del referato argentino que se destacó un 9 de julio

En 2006, en coincidencia con el Día de la Independencia, tomó una decisión histórica en la final del mundo.

Por Redacción EG ·

09 de julio de 2023

HORACIO ELIZONDO es uno de los más destacados árbitros de la historia del fútbol argentino. Un 9 de julio, Día de la Independencia, pero de 2006, dejó su huella albiceleste en la final del mundo que disputaron Francia e Italia en Alemania.

Tuvo un rol determinante en el partido, ya que expulsó a la gran figura de ese Mundial y hacedor de que los galos llegaran a la definición: Zinedine Zidane, tras aquel cabezazo en el pecho aplicado a Marco Materazzi durante el tiempo suplementario, como reacción al insulto proferido por el defensor azzurro. En tiempos en los que no existía el VAR, Elizondo tomó la determinación tras el informe de un asistente que observó la jugada en la pantalla gigante.

 

El referí dirigió en esa cita mundialista un total de 5 encuentros, incluyendo el choque inaugural entre el anfitrión y Costa Rica. Si bien admitió que nunca había vuelto a ver la final que Francia ganó por penales tras el 1 a 1 en los 120 minutos de juego, sí recordó en una entrevista brindada a la FIFA cómo fue la secuencia de aquella determinación que quedó en la historia:

"Cuando detengo el juego y voy hacia el lugar donde estaba el jugador italiano  -relató-, ahí yo pregunto por los intercomunicadores a mis asistentes si habían visto algo, ¿por qué estaba ese jugador tirado en el piso? Ambos me dicen que no vieron absolutamente nada, que no saben por qué estaba tirado en el piso. Ahí aparece Luis Medina Cantalejo, quien fue el cuarto árbitro en ese partido, que me dice: 'terrible cabezazo del 10 de los blancos al 10 de los azules'. No recuerdo si Materazzi tenía justo ese número".

Para tomar la decisión, Elizondo tuvo en pocos segundos la claridad para armar el contexto adecuado y que se comprendiera la medida: "En ningún momento dudé de lo que me dijo Medina Cantalejo, tenía plena confianza en él. En ese compendio de cuestiones, digo: 'si yo saco una roja acá, ¿cómo se va entender?'. Entonces lo que hago rápidamente es montar un acting. En un momento me acerco a Darío García, que era el asistente uno, hago como que le pregunto qué era lo que había pasado y cuando vuelvo al lugar de la acción muestro la tarjeta roja".

Y continuó: "Lo que todos entendieron es que cuando vos hacés ese procedimiento, cuando el asistente te informa algo, saben que algo te va a decir y alguna decisión vas a tomar. Opté por esa chance pero Darío García nunca me dijo lo que había pasado con Zidane, sino que yo ya lo sabia de antes por Medina Cantalejo".

¿Cómo hubiera sido la secuencia si hubiera existido el VAR? El propio Elizondo se refirió a ello en una entrevista en La Nación: "Indudablemente hubiera sido muy distinto. Seguramente cuando hubiera vuelto desde el área hacia la mitad del campo, antes de reanudar el juego me hubieran dicho: 'Pará que estamos revisando algo qué pasó'".

Pero lo más importante, más allá de las ayudas de la tecnología, que no es infalibe y también se equivoca, lo importante es que el juez argentino al que le tocó dictaminar una de las acciones más recordadas en una final del mundo, acertó en su veredicto.

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