La leyenda del origen de Bochini. Por Ardizzone

 

 

"Cuentan que fue una cigüeña que llegó por el cuarenta con aquella gran bandada tan rumorosa de pibes que fecundó los baldíos con la alegre carcajada de las gambetas más raras, de frenos y de paredes, de amagues y de pisadas, de túneles y sombreros... Y, por culpa de un mal viento que le cambió el derrotero, se fue detrás de una nube, con rumbo, quizá, a. qué cielos... Y, aunque quedó abandonada, siguió con su rica carga, tan sola y desorientada, cruzando mares, montañas, entre ocasos y alboradas, por tierras desconocidas, por comarcas ignoradas, sin encontrar el destino... Hasta que un día cualquiera, según cuenta la leyenda, volvió a soplar aquel viento, aquel mismo del cuarenta, cuando la alegre bandada... Y así, volando, 'volando, ya sin fuerzas en las alas, se encontró frente a un paraje con arroyos rumorosos, con un río caudaloso marginado de arboledas, de campiñas con trigales y, en una coma muy pobre, después de, muchos rodeos, decidió posar su Carga... A poco volvió a su vuelo hasta que fue corno un punto casi, invisible en el cielo... Esto ocurrió hace veinte años y era Zárate aquel pueblo. Y, según cuentan testigos, que dicen la escena vieron, cuando al 'pibe recogieron, en el pañal se leía, con fina caligrafía, éste es Ricardo Bochini, veinticinco de enero del cuarenta..."

La leyenda, así concluye. Después Bochini y la vida...

 

Osvaldo Ardizzone

(Fragmento de la nota "Y si es verdad que todo tiempo pasado fue mejor… entonces Bochini merece ser viejo", El Gráfico, 1975)