TMA: Todo menos Argentina

Thomas Müller, la figura de la goleada y el Frankenstein del invento alemán

El delantero es la conjugación perfecta entre el antiguo régimen del músculo alemán y la nueva apertura técnica que surgió con el amanecer del siglo XXI. A los 25 años es la gran esperanza para el futuro del fútbol teutón.

Por Redacción EG ·

08 de julio de 2014
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Con su gol, Thomas Müller abrió el grifo que inundó de tragedia el estadio Mineirao. No iban ni veinte minutos cuando el delantero del Bayern Munich, con un oportunismo similar al que mostró frente a Argentina en Sudáfrica 2010, se internó en el área chica para capturar un rebote y adelantar a su equipo. 1-0 y a otra cosa. En una definición un poco sucia se coronó una gran jugada.

Ese gol puede servir de metáfora para explicar el funcionamiento de Alemania, una Selección que lucha como lo ha hecho siempre, que se arremanga y se embarra hasta la última uña para sacar adelante un partido, pero que también juega al fútbol como ninguna en el mundo. Llegó a Brasil 2014 como la gran favorita por actualidad y mérito propio (Brasil era candidato por la localía, España por su condición de vigente campeón y así varios…), y hasta ahora cumplió con creces. En gran parte gracias al buen nivel de Müller, el abanderado del equipo.
Muller juega y hace jugar. Ensucia y se ensucia. Brilla y marca. Y también convierte. De martillo en un equipo todoterreno, pero también de centrodelantero, de pivot, de volante central y de extremo. El fútbol total entendido desde la óptica alemana habita en su desgarbada figura, y desde allí se encienden todas las alarmas para los rivales.
Remata bien con los dos pies. Se interna en el área y molesta con su sola presencia. Se pelea con los defensores rivales sin ceder ni un centímetro de espacio y, mientras tanto, se destaca por su técnica. Por su forma de parar la pelota. Por su capacidad de remate. Por sus festejos, tan secos como sus gestos.
Hoy abrió la puerta del 7-1. Contra Portugal había sido el encargado de presentar a Alemania en Brasil. Die Mannschaft (La máquina) se mueve por él, pero la maneja con la sutileza de los que saben.
[MR]