Tiempo de desquite: la resurrección de Lo Celso en la Selección

GIOVANI LO CELSO es una debilidad de Lionel Scaloni y todo indica que podría haber tenido un papel protagónico en el Mundial de Qatar si una lesión no le hubiese cambiado el destino. Un desprendimiento del bíceps femoral de la pierna izquierda se convirtió en sinónimo de desgracia para el talentoso volante que reconoció que "fueron días muy duros y tristes".

 

 

 

 

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Gio era número puesto en el equipo después de haber tenido protagonismo en las Eliminatorias, en las Copas América de 2019 y 2021, y en la Finalissima que la Albiceleste le ganó a Italia en Wembley. Pero la dolencia que sufrió en Villarreal lo sacó del camino y lo privó de concretar en tierras árabes lo que ya ocurría en cada partido de la Scaloneta: ser el socio ideal de Lionel Messi.

 

 

Para el entrenador también fue un duro impacto: "Numéricamente hay reemplazante, pero futbolísticamente no. Hay otros con condiciones diferentes. Es evidente que Gio nos ha dado un montón, pero la salud está primero", señaló cuando debió tomar la dolorosa determinación de marginarlo de la lista final, tras esperar hasta último momento una recuperación que no llegó.

Pocos días después del dolor deportivo más grande de su vida, Lo Celso tuvo una alegría inmensa en la vida misma: el nacimiento de su hija Emilia, e hizo de la resiliencia un culto que le permitió asimilar el no estar con sus compañeros dentro del campo para acompañarlos desde afuera y hasta ingresar a festejar con ellos tras la clasificación a la final por el inolvidable triunfo ante Croacia.

 Y en la noche previa a la consagración con Francia mostró el ritual con Leandro Paredes y Rodrigo De Paul, socios de un mediocampo que salía de memoria, de soplar una vela y pedir un deseo. "El mismo deseo que todos los argentinos. Lo hicieron posible y pude festejarlos con ustedes. ‘La pelota siempre al 10 que ocurrirá otro milagro’", publicó en aquella ocasión en sus redes sociales.

 

 

Su vuelta con la Celeste y Blanca fue en los festejos contra Curazao en Santiago del Estero, donde recibió el cariño del público y el trofeo dorado que mereció tanto como el resto del plantel. "Cuando tuve que operarme, cuando vi que era imposible jugar en Qatar, tuve que dar vuelta la página y lo único que pensaba era volver a ponerme esta camiseta y pensar en disfrutar de volver a jugar para Argentina, porque esto es lo más lindo que hay. Si era por mí, iba en una pierna, pero la vida me lo puso así. Fueron muchos meses de recuperación. Cuando estaba en el sillón y vi que salieron con la pancarta con mi nombre en el último amistoso me puse a llorar solo, le estoy agradecido a mis compañeros por las muestras de cariño y afecto que tuvieron conmigo", señaló esa noche de reencuentro.

 

 Hoy, Giovani recuperó claramente su rol protagónico en el elenco y hasta fue titular en el Maracaná, en la gran victoria por Eliminatorias contra Brasil.  Y el viernes pasado dio muestras de su fútbol virtuoso y determinante en el amistoso con El Salvador, donde además de ser usina de juego convirtió un gol. Todo indica que estará desde el arranque con Costa Rica y se perfila para volver a ser protagonista clave en la Copa América que se avecina en Estados Unidos.

Cuando la toca Gio, el fútbol tiene rasgos de poesía. Y a propósito de eso, Lo Celso rima con excelso.