La increíble situación de un referente de Vélez en plena lucha por el descenso

VÉLEZ vive uno de los momentos más delicados de su historia deportiva. Acostumbrado a los lauros obtenidos en los últimos 30 años, la inusual pelea por no descender mantiene en vilo a los fortineros, que se jugarán la permanencia en los últimos dos partidos ante Argentinos y Colón, nada menos que un rival directo.

El equipo de Sebastián Méndez  no puede darse el lujo de otorgar ningún tipo de ventaja. Sin embargo,los últimos dos compromisos los afrontó con Lautaro Garzón, un arquero que debutó en primera en el triunfo contra Instituto en Córdoba, luego de haber sido campeón en reserva, y que tuvo su segunda experiencia el pasado domingo en el 1-1 con Talleres.

La lesión pubiana de Gastón Gómez lo marginó y ni siquiera le permite ir al banco de suplentes, a lo que debe agregarse la particular situación de Leonardo Burián, que vive una delicada realidad familiar de la que no trascendieron demasiados detalles y que se ausentó del club después de haber ido al banco contra Rosario Central, el pasado 19 de octubre.

 

 

Desde ese día no se supo nada más del experimentado arquero de 39 años, que no volvió a participar de los entrenamientos con el primer equipo. De hecho, ni siquiera hubo forma de comunicarse con él para conocer su situación. Pero este miércoles se produjeron novedades.

Burián, que permanecía en Uruguay, se presentó en la Villa Olímpica para participar de la práctica con normalidad, sin exhibir ningún tipo de lesión. Por lo tanto, si el entrenador así lo dispone, se concentrará para afrontar el trascendental duelo en La Paternal.

 

 

En una situación no tan comprometida como la que sufre Vélez, sería casi seguro que el Cachorro estaría descartado y que incluso sería desafectado o sancionado por tantos días de ausencia sin aviso. Sin embargo, en medio de la tormentosa lucha por no descender y apenas con el inexperto Garzón a disposición, el Gallego podría considerar su presencia.