Primera División

Matías Vargas: el dolor por la violencia y la desesperación por volver a Vélez

El Monito reveló que el regreso no se concretó por Shangai Port, su club actual, y repudió los ataques de la barra brava a los jugadores.

Por Redacción EG ·

01 de agosto de 2023

MATÍAS VARGAS es una de las grandes figuras que Vélez exportó en los últimos años, tras su fulgurante aparición en primera división. Fue transferido en 2019 a Espanyol de Barcelona, luego pasó a Adama Demirspor de Turquía y ahora juega en Shangai Port, de China. 

El delantero reconoció que estuvo a punto de regresar al Fortín tras hablar con el manager Christian Bassedas y con el entrenador Sebastián Méndez, pero que su actual club finalmente no se lo permitió. "Estaba desesperado por ir", confesó.

"Estuve muy cerca de volver. Recibí un llamado de Christian y arreglamos todo. Yo hacía un esfuerzo muy grande pero al final la decisión la tenía el Shangai y en un momento parecía que se daba, pero después me dijeron que no. Era por estos meses, hasta fin de año", explicó. 

El jugador proveniente de la cantera velezana señaló que "tenía muchas ganas de ir y ayudar en lo que fuera, en lo poquito que pudiera. Me parecía muy importante. Vélez hacía un esfuerzo grande por mí y yo lo valoraba mucho".

El Monito reconoció que la delicada actualidad velezana le provoca "mucho dolor", sobre todo "los actos violentos, que es lo que más puedo repudiar". Consultado en el programa Puede Pasar, de Dsports, sobre la agresión de la barra brava al plantel, sostuvo que "hablar desde lejos, sin saber todo lo que pasa y sin estar desde hace 5 años es jodido, no me parece que sume".

"Lo que sí puedo notar es el sufrimiento de todos por querer hacer lo mejor posible para Vélez, tanto del socio como de todo el mundo. Imagino que todos quieren lo mejor y revertir el momento", agregó.

No obstante, reconoció que la influencia de los hinchas violentos en el fútbol argentino es un tema que le preocupa mucho: "Nunca me pasó que me apriete la barra. Alguna vez fueron a hablar, pero nunca de mala manera. Pero me parece de las peores cosas, y cuando uno piensa en volver es de lo primero que se te pasa por la cabeza: tener que lidiar con gente que cree tener un poder violento y que puede solucionar las cosas así".

Dijo que "no puedo concebir que un jugador de fútbol no tenga compromiso, entrene flojo, no tenga ganas de jugar, o vaya para atrás. Tiene que acabar el discurso de poner huevos y transpirar la camiseta porque el compromiso siempre está".

Por último, reveló que "en mi cabeza no estaba volver al país ni mucho menos. Lo hacía sólo porque era Vélez. Tuve ofertas de Europa y de otros países mucho mejores para mí en términos enconómoicos, pero cuando recibí el llamado de Bassedas me movilizó demasiado, igual que la charla con Sebastián Méndez. Volver a Argentina por volver era una de las cosas que más me jodía en sí".