El mejor Griezmann: la nueva versión del motor de Francia
El 7 se reconvirtió y es una de las figuras de su equipo siendo la conexión entre los mediocampistas y el talento ofensivo galo.
Por Agustín Carracedo ·
15 de diciembre de 2022
ANTOINE GRIEZMANN es un jugador muy distinto de aquel que peleó el Balón de Oro mano a mano con Luka Modric en 2018. Del futbolista que olía el gol como pocos a este último no tan letal pero no por ello menos importante.
El 7 de la Selección de Francia tiene aprendido su nuevo libreto: es un todocampista. Juega más cerca del área propia que de la rival y todas las pelotas en salida de su equipo pasan por su botín izquierdo.
Así como Messi fue cambiando la ropa de aquel viejo extremo derecho, hoy Griezmann es el jugador libre del último campeón del mundo. Percibe los espacios libres que deja el rival y se mueve por esos lados, como en el primer gol ante Marruecos: apareció por el callejón derecho del área para meter el tan peligroso centro atrás.
Es cierto que se alejó del gol en este Mundial. Sólo convirtió uno y se lo anularon de manera polémica ante Túnez, en lo que era empate 1-1 de su Selección y terminó siendo sorpresiva victoria de los africanos por la mínima.
¿Por qué se alejó del área rival? Su equipo muchas veces cede la iniciativa y, con el gen Simeone-Atlético de Madrid, Griezmann es un jugador de equipo. Y su equipo tiene en este certamen cartas goleadoras de primer nivel como lo son Kylian Mbappé y Olivier Giroud.
La respuesta tiene otro agregado: no están Kanté y Pogbá en este equipo. De un mediocampo que salía de memoria a otro renovado y fresco, que atraviesa sus primeras armas Mundialistas. La experiencia del 7 posibilita un triángulo perfecto con Tchouaméni y Rabiot -ayer Fofana-.
Más cerca del futbolista de Real Madrid, reflejado en que le dio el pase gol ante Inglaterra, y más alejado de Démbélé y del 9 de turno, el hombre colchonero se vistió de asistidor en la clasificación ante Inglaterra y repartió dos.
Si hasta pisa el área propia como si fuera defensor de toda la vida. El claro ejemplo está en el segundo tanto ante Polonia por los octavos de final, que nace de un despeje del ex Barcelona.
No tiene las luces de Kylian Mbappé, claro, pero Griezmann es igual o más importante que el futbolista de PSG. Cambió el perfume de gol para ser el motorcito de una Selección que sueña con el bicampeonato del mundo.
FOTO DE PORTADA: GABRIEL BOUYS / AFP
