1975. Unión ató a Huracán y después lo noqueó

La diferencia estuvo en la convicción de los jugadores para cumplir una función dentro de la cancha. Nosotros entramos convencidos de lo que teníamos que hacer y volcamos todo nuestro esfuerzo para llevar a cabo ese objetivo" (Roberto Mario Espósito).

* * *

Huracán, fiel a la interpretación de su fútbol, intentaba salir jugando desde atrás. Tocando con tranquilidad. Tratando de hacer circular la pelota. Unión, con sus hombres adelantados, procuraba ahogar la salida, maniatarlos, no dejarlos mover, no dejarlos pensar, ocupándoles todos los espacios para que no progresaran en el terreno. Cada hombre de Huracán que tomaba contacto con la pelota debía levantar la cabeza, hacer la pausa y en vez de encontrar compañeros libres para la entrega, encontraba piernas contrarias que venían a barrerlo, a cortar el avance en su propio nacimiento.

* * *

"Claro, eso fue lo que sucedió. Ellos marcaban tanto, encimaban de tal manera, que nosotros empezamos a movernos por toda la cancha para sacarnos los hombres de encima. Con Miguel cambiábamos de lateral constantemente, pero no había caso, y cuando encontrábamos la pelota, estábamos todos muy separados. Entonces no tenés más remedio que jugártela solo. Y, por supuesto, con semejante cantidad de piernas en el camino, tenés que perder" (Omar Larrosa).

 

 

* * *

Unión juega de contraataque. Lo sabe todo el mundo. Y para instrumentar esa fórmula tiene en un polo a Victorio Nicolás Cocco, elaborando, pensando colocando los pases. Y en el otro a Ernesto Enrique Mastrángelo picando sagazmente, ganándole al árbitro, a los jueces de raya, a los marcadores que intentan adelantarse para dejarlo en posición ilícita. Esa fórmula le ha dado resultados diversos. El domingo en Santa Fe alcanzó más vigencia y contundencia que nunca.

Cocco estuvo entero. Lúcido, fuerte, dinámico. Mentalmente metido en el partido los noventa minutos, ganando cuanta pelota dividida se disputara cerca suyo. Moviéndose para picar al vacío en función de ataque o volver para juntarse con sus compañeros del medio juego y formar un bloque.

Mastrángelo fue punzante. Aprovechó la espalda de Carrascosa cuando el marcador (la salida más clara de su equipo en la primera parte) trataba de apoyar a Larrosa y Russo. Buscó la diagonal a la espalda de Fanesi cuando el segundo marcador central se adelantaba para achicar espacios, o buscaba a Luque cuando éste se tiraba atrás.

Así, Unión noqueó a Huracán.

* * *

Y ha pasado otro partido.

Y es otro partido en el cual a Unión no le han convertido goles. Incluso, otro encuentro donde Gatti no fue actor fundamental, lo que está indicando la eficacia del cerrojo para evitarle situaciones angustiosas al espectacular arquero unionista.

El detalle ya lo habíamos apuntado anteriormente. Entre aquel equipo que perdió con Atlanta en versión televisada, el primero de la segunda rueda, y este que goleó a Huracán existe una gran diferencia. Aquél mostraba imperfecciones en el funcionamiento del bloque defensivo. Se han corregido fallas que en varios encuentros tuvieron consecuencias fatales, especialmente cuando debió actuar como visitante. Porque eran evidentes, innegables. Hasta por momentos lo hacían aparecer a Unión como un conjunto contradictorio: "Traje tantos jugadores de Buenos Aires para que no sintieran el peso de jugar fuera de Santa Fe. Todos estos muchachos, hace tiempo se han adaptado a las exigencias del profesionalismo", había proclamado Juan Carlos Lorenzo. Pero Unión, sin embargo, bajaba mucho su rendimiento como visitante...

Se probaron muchos hombres. El desfile fue incesante. Muchos jugadores comenzaron a convencerse: "Nosotros tenemos que hacer marcación zonal, no tenemos un líbero para jugar como lo hacemos". No sabemos si la idea pasó alguna vez por la mente de Juan Carlos Lorenzo, tan poco afecto a salirse de su esquema. Pero la preocupación existía, y el remedio llegó.

Se llama Juan Carlos Trullet. Tiene 25 años. Nació en El Trébol, provincia de Santa Fe, jugó en Estudiantes de La Plata, vino a Colón de Santa Fe y en el Nacional del año anterior estuvo a préstamo en el Atlético Villa Regina de Río Negro. Consiguió el pase libre de Colón y lo primero que hizo fue ofrecerse a Unión. Apenas lo consultaron, Juan Carlos Lorenzo dio su conformidad: recordaba un brillante partido del año '73 en cancha de San Lorenzo, cuando los santos comenzaron su racha ganadora. Jugó varios partidos como volante de la tercera. Estuvo en otras ocasiones en el banco. Hasta que le dieron el número cinco, pero con la responsabilidad de ser el último hombre de su defensa.

Astuto, responsable, ganador, sólido, inteligente, Carlos Alberto Trullet es la razón fundamental de la mejoría que ha experimentado este equipo de Unión de la mitad de la cancha hacia atrás. Barre todo el frente defensivo, cuidándole la retaguardia a Silguero. Jauregui y Merlo. Y con semejante responsabilidad alcanzaría con llegar justo. Y sin embargo se anticipa tanto a las jugadas que aparece con tiempo para acomodarse y salir jugando después de haber interceptado. Como el domingo, cuando lo hizo con tanta solvencia que alcanzó a desprenderse en varias ocasiones para mandarse al ataque por sorpresa.

* * *

"Yo a San Lorenzo lo quiero mucho. Por eso para mí era fundamental el partido con Huracán. Además, a nosotros nos habían silbado muchísimo en la primera rueda cuando fuimos para allá, nos dijeron un montón de cosas desagradables. Y yo no anduve como quería. Sí, el partido de hoy para mí era una revancha". (Victorio Nicolás Cocco).

* * *

 

 

Así se tomó la responsabilidad del choque con Huracán y Unión; borró de la cancha a la formación dirigida por el brasileño Delem, quitándole libertad de movimientos primero, provocándole nerviosismo, sacándola de su conocido libreto, para entrar a competir con las fricciones. Y después lo noqueó...

Huracán, con imagen de equipo ofensivo, inquietó muy poco a Gatti. Sólo dos remates de Brindisi y otro de Houseman. El primer comer para los visitantes fue a los 62 minutos de juego.

Unión, dando la sensación de constituir una formación defensiva, logró cuatro goles e inquietó siempre a Agustín Mario Cejas.

Primero lo ató.

Después lo noqueo.

El partido

UNION 4 Espósito (12´penal), Mastrángelo (47´),  Marchetti (55'); Cocco (66').

HURACAN 0

Cancha: Unión, Santa Fe. Total: 351.450.

Unión: Gatti (6); Silguero (6), Trullet (8), Jauregui (6), Alcídes Merlo (6); Espósito (7) (x), Uño (6), Cocco (9); Mastrángelo (8), Luque (6), Marchetti (6). DT: Juan Carlos Lorenzo. (x) Reemplazado por Bottaniz a los 83'.

Huracán: Cejas (5); Chabay (4), Paolino (5), Fines( (4), Carrascosa (5), Brindisi (8), Russo (6), Larrosa (5); Houseman (6), Avallay (4), Scalise (3), DT: Delem.

Intenso: Unión borró de la cancha a Huracán marcándolo en todos los sectores, ahogándole la salida y ocupándole todos los espacios. Además, aprovechó los huecos que había en la defensa de Huracán y el contraataque vía Mastrángelo, Cocco tuvo especial vigencia en el complemento. La impotencia de Huracán se reflejó en el nerviosismo de sus hombres que fueron amonestados en siete ocasiones por entrar en un clima al que no están familiarizados como los locales.

Campo: regular.

Juez: Comesaña (mal).

 

Por: ERNESTO PATRONO.

Fotos: ALBERTO RODRIGUEZ.