BOCA está convulsionado, en los albores de un nuevo ciclo: el regreso de Miguel Ángel Russo para dirigir por tercera vez al primer equipo, con la aspiración de sumar incorporaciones, trajo nuevos aires y hasta provocaría una eventual limpieza en el plantel.

Uno de los primeros objetivos de Russo es recortar la lista de jugadores, dado que existen varios que ya están considerados, al menos al interior de Boca, como prescindibles.

En pleno mercado de pases por la ventana abierta para los participantes del Mundial de Clubes, se estima que varios marginados del último tiempo quedarán fuera de espacio en el plantel.

Boca, entonces, está abierto a escuchar ofertas por algunos jugadores que tienen escasa participación y que no serían tenidos en cuenta en el nuevo ciclo de Russo.

Los pesos pesados

Los nombres de fuerte referencia que podrían dejar el plantel de Boca en este mercado son Luis Advíncula, Sergio Romero y Marcelo Saracchi. El defensor peruano pelea el puesto en el lateral derecho con Lucas Blondel, titular en los últimos encuentros en los playoffs.

Chiquito perdió su espacio en el arco. Ya había cedido cierto terreno ante la irrupción de Leandro Brey y, con la llegada de Agustín Marchesín y con la lesión de rodilla que lo dejó fuera de la lucha en enero pasado, su futuro en Boca corre sumo peligro.

El lateral uruguayo, por su parte, no tiene suficiente sostén por parte de la gente y es considerado prescindible, además, por su irregular rendimiento en los últimos tiempos.
 

Experimentados en riesgo

Otros jugadores de fuerte recorrido que tienen el futuro en Boca en riesgo son Cristian Lema, a quien quiere repatriar Belgrano de Córdoba, el colombiano Frank Fabra y el mediocampista Esteban Rolón.

El experimentado zaguero no volvió a jugar de manera oficial desde octubre de 2024, cuando se lesionó, y el mediocampista central no acumuló minutos desde su regreso a la institución de Brandsen 805.

Otros con salida

En caso de que Boca pueda sumar a otro delantero a sus filas, el primero que dejará el club será Lucas Janson, quien nunca pudo hacer pie en el primer equipo de Boca.

Algo similar ocurre con Agustín Martegani, un polifuncional de la mitad de la cancha que tendría salida en caso de que Russo pueda incorporar a un volante de esas características.
 

Rojo, el caso fuerte

Marcos Rojo es uno de los mayores referentes que tiene Boca en su plantel profesional. Capitán del Xeneize, llegó al club justamente en el anterior ciclo de Russo, por lo que el entrenador lo conoce a la perfección.

Mirado de reojo por la gente de Boca y por parte de la dirigencia, el defensor está bajo la lupa luego de algunas incidencias que no lo favorecieron, como expulsiones o faltas de conducta.

La idea que merodea en Boca es tenerlo hasta diciembre, el mes en que vencerá el contrato del defensor de 35 años, aunque el interrogante surgirá luego de ese momento límite: la renovación será una incógnita.