El crudo testimonio del entrenador de arqueros de Boca: "Nunca me bajé del ring"
Fernando Gayoso fue diagnosticado con ELA (esclerosis lateral amiotrófica) y dio detalles de su lucha diaria para atenuar los efectos de la cruda enfermedad.
FERNANDO GAYOSO histórico entrenador de arqueros de Boca, conmovió al mundo del fútbol hace un par de meses cuando reveló que padece ELA (esclerosis lateral amiotrófica) y que por esa razón debía dejar su habitual puesto de trabajo para pasar a ocupar otro dentro de la estructura del club.
Ahora dio detalles de cómo es su lucha diaria contra la cruel enfermedad y anticipó que no se rinde: "Estoy activo, con la cabeza despejada y atendiendo la nueva función, colaborando con los chicos que trabajan día a día con las inferiores".
En diálogo con radio La Red, Gayoso contó que "hace un tiempo noté que no tenía fuerza en el brazo derecho, sobre todo. Iba mucho al gimnasio y me cuidaba físicamente y en las comidas. Consulté con los médicos en el club y me dijeron que viera a un neurólogo. Después de varios estudios, todo indicaba que era ELA".
"Cuando escuché al primer doctor que me dijo que podía ser esta enfermedad -relató-, el golpe fue tan fuerte que no me podía levantar de la silla. Enseguida me vino la imagen de Esteban (Bullrich, ex ministro de Educación de la Nación que sufre la misma dolencia)".
Gayoso está casado con Silvina y tiene un hijo, Franco, de 19 años. "Ellos son mi apoyo. Se lo primero a ella y después, de a poco, a Franco, que está en una edad complicada, juega en Atlanta y tenía que pensar cómo lo puede perjudicar a él", explicó.
"Soy católico no practicante, he dejado de tener un poco de fe por todo esto y me dicen que es normal. No pregunto por qué a mí sino por qué esto. Toda la vida viví del cuerpo, de las piernas, de las manos, de correr y de tirarme, y hoy no lo puedo hacer", continuó con su duro relato.
Si bien ya no en el campo con los arqueros de la primera de Boca, continúa en el club con otra función. "Me saco el sombrero con Boca -subrayó-. Le agradezco a Román (Riquelme), al Consejo de Fútbol y al grupo de dirigentes. Siempre estuvieron cerca y no tengo palabras para agradecerles".
Su rol es de coordinación del trabajo de los arqueros de todo el club. "Desde el primer momento me levanto a las 5 o 6 de la mañana, voy al gimnasio, hago lo que puedo. Después camino, veo a la tercera y con los entrenadores de arqueros armamos una cadena de trabajos de los más grandes a los más chicos", prosiguió.
Desde septiembre y a lo largo de seis meses será parte de un protocolo de investigación de los Estados Unidos en base a una medicación que busca curar o al menos frenar los avances de la enfermedad. "Es algo experimental, una droga que se le da a un grupo cerrado de personas para ver cómo funciona. Hoy por hoy, cura no hay ninguna, lo poco que hay es para retrasar el proceso", explicó.
"Tengo mil cosas por hacer y muchas ganas, pero tengo que elegir porque algunas no las puedo llevar adelante. Tengo ganas de pelear y de armar una Fundación para ayudar a otros enfermos", concluyó.