El argentino de la patineta que está feliz por "bancar los trapos"

MATÍAS DELL OLIO quería una medalla, por supuesto que sí. Pero después de la performance con la que alcanzó el octavo puesto en la final olímpica de skate en París manifestó su alegría porque "estuve ante los mejores del mundo y banqué los trapos; me conseguí solo el skate".

El chico de Mar del Plata dijo estar "muy contento de haber representado al país y tengo muchas sensaciones encontradas porque no pude hacer bien un par de trucos y la clave era la rutina perfecta; sabía que se escapaba la posibilidad de medallas. Pero hice historia y ser el primero en clasificar para unos Juegos Olímpicos y estar tan cerca de llevarme una medalla fue increíble". 

 

 

"Es cuestión de seguir entrenando y poner garra porque soy argentino y lo último que hacemos es dejar de intentar. Nosotros salimos a la pista y sabemos que nos podemos matar, así que lo mejor que podemos hacer es apoyarnos entre todos", manifestó sobre el espíritu de equipo.

Su conclusión final fue que "esto abre la puerta para todos mis amigos que tienen potencial, para que sepan que se puede, hay que salir de la zona de confort y animarse".

El muchacho de 27 años que se clasificó quinto entre 22 participantes para estar en la definición de la prueba street, tuvo una actuación que fue de menor a mayor, ya que experimentó algunas caídas y partió dos tablas en el comienzo pero terminó con una excelente prestación en su última pasada que generó la ovación de los compatriotas presentes en la Plaza de la Concordia.

El otro representante albiceleste, Mauro Iglesias, logró la décima ubicación, mientras que la medalla de oro quedó en manos del japonés Yuto Horigome.