TOKIO 2020: DELFINA PIGNATIELLO, EL DEBUT MÁS ESPERADO DE LOS JUEGOS OLÍMPICOS
Este lunes, desde las 9.01 de la Argentina, la nadadora de 21 años saltará a la pileta para debutar en los Juegos Olímpicos. El recorrido, los logros y la imagen de una joya del deporte argentino.
DELFINA PIGNATIELLO, uno de los grandes créditos del deporte argentino, cumplirá un sueño este lunes, desde las 9.01: saltará a la pileta del Centro Acuático de Tokio, el recinto en el que debutará nada menos que en los Juegos Olímpicos, en la prueba de 1500 metros libre. Luego actuará en los 800 metros, también libre, el próximo jueves desde las 7.22.
La nadadora de 21 años viene de ser abanderada y medallista de oro en 400 y 800 metros estilo libre con el equipo argentino que se consagró campeón sudamericano de natación después de 55 años, en marzo de este año, en el Centro Acuático del Parque Olímpico de Villa Soldati.
La gran ilusión que se generó alrededor de Pignatiello tiene sustento en sus grandes actuaciones en los Juegos Olímpicos de la Juventud, en Buenos Aires 2018, acontecimiento en el que ganó dos medallas de plata, y en los Panamericanos de Lima 2019, certamen en el que se consagró triple campeona en sus tres categorías predilectas: 400, 800 y 1500.
La emoción que sintió al conocer el natatorio sólo se puede comprender al observar su propio semblante; el anhelo de toda su vida, más allá de su potencial con vistas a otras grandes citas como París 2024 y Los Angeles 2028, ya estaba concretado. La felicidad incluso dejó por debajo la inestable preparación que debió encarar por los efectos de la cuarentena y la pandemia.
El año pasado, durante las restricciones por la irrupción del coronavirus, no pudo entrenarse en una pileta durante cuatro meses y tuvo un papel importante en el ámbito público al pedir que los atletias clasificados a Tokio pudieran prepararse de manera óptima. En ese sentido se hizo escuchar y, más allá de haber perdido un poco de tiempo en sus mejores marcas, llegó al Sudamericano de buena forma y, por fin, tendrá su esperado debut en un Juego Olímpico.
Antes de volver, sin embargo, atravesó una controversia interna que la llevó incluso a dudar de su propio futuro: llegó a poner en cuestión su carrera como deportista. “Alguna vez toqué fondo. No suelo dejar de nadar, pero en ese momento no le encontraba el sentido a nada. Fue después de los Juegos de la Juventud, cuando empecé mi duelo. Tenía una lesión en el hombro y había cortado con mi ex pareja. Estaba muy perdida en lo que era el mundo de la natación, porque venía del boom del torneo y veía un vacío. Me había tomado dos semanas para recuperarme del hombro y estaba muy mal", contó la fondista, quien exhibió la leyenda "Abuela", quien había fallecido un día antes de que ella ingresara en la Villa Olímpica, con un corazón dibujado en la palma de su mano cuando se colgó una de sus medallas plateadas en Buenos Aires 2018. El impacto de aquella imagen superó cualquier límite.
La fondista explicó, en diálogo con Caja Negra, que después de los Juegos de Buenos Aires hizo un clic: "Ahí empecé a darle bola a la salud mental. Trabajé para ser más positiva y disfrutar de un montón de otras cosas que me hicieron cambiar la cabeza y madurar muchísimo, incluso la aparición de las críticas por haber sido medallista de plata y no de oro. Seis meses después logré mi mejor marca histórica y llegué a ser triple campeona panamericana”.
Pignatiello tiene, además, una imagen importante tanto en redes sociales como en el mundo digital en general. La razón principal de su repunte en ese ecosistema fue, sin dudas, la explosión que generó tras consagrarse bicampeona mundial juvenil en Indianápolis, Estados Unidos, en el año 2017. Desde aquel momento creció sin escalas en la pileta y en el planeta social media. Y, como si fuera poco, ese año se llevó el Olimpia de Oro al mejor deportista argentino del año por encima de mostruos como Lionel Messi y Juan Martín Del Potro.
Más de 600 mil seguidores en Instagram, otros miles en su canal de Twitch y otra porción de una multitud en otras plataformas como Twitter y YouTube, la red social en la que lanzó algunos capítulos de lo que fueron sus videos de #CaminoATokio. Además forma parte de Stone Movistar Team, el equipo de esports de Diego Schwartzman, el número uno del tenis argentino.
Después del golpe de la partida de su abuela, cuando apenas tenía 18 años y poco antes de vivir uno de los mejores momentos deportivos de su vida en el natatorio del Parque Roca, Pignatiello constituye la esperanza argentina en la natación tanto en el presente, ante las dos pruebas en las que competirá en Tokio, como en el futuro, con varios Mundiales y Juegos Olímpicos por delante. “Entendí que se puede salir adelante y cuando veo que algo me cuesta o me siento desmotivada apelo al recuerdo que tuve para salir adelante. Y eso es una motivación, porque todo lo que me proponga lo voy a hacer”, dijo. El cielo es el límite.