Messi tenía razón: es un bobo

WOUT WEGHORST, para su propia tristeza, pocas veces será reconocido por su nombre sino por el apelativo de "Bobo", ese que se ganó el día de su cortocircuito con Lionel Messi, tras la semifinal de la Copa del Mundo en Qatar que la Selección Argentina ganó por penales.

Ya en los vestuarios, el delantero que ingresó en el complemento y metió el doblete para el empate parcial 2-2, se acercó de una manera que no le agradó al capitán Albiceleste, quien estaba a punto de dar una entrevista y la frenó para lanzarle el ya inmortalizado: "¿Qué mirás, bobo? ¡Andá pa'llá!".

Tres años después, la ira se trasladó al jugador de Ajax, que se enojó tras la derrota con PSV por 3-1 que dejó a su equipo sin el título en la última fecha y después de haber contado con una ventaja de 9 puntos sobre su perseguidor.

Cuando se encontraba con sus compañeros saludando a modo de disculpa a los hinchas por la decepción de no haber ganado un campeonato que estuvo tan cerca, se enojó con un camarógrafo que los grababa y lo golpeó.

Weghorst llegó de Manchester United en agosto de 2024 y se unió al conjunto de Amsterdam con un contrato hasta diciembre de 2026.